Cuatro preguntas que debes hacerte para saber si estás siendo demasiado autocrítico

Como es muy nuestro eso de mirar la paja en el ojo ajeno, muchos habrán decidido quitar importancia a las críticas que hacen a los demás argumentando que ya se las hacen a sí mismos. En una sociedad con cierta tendencia al narcisismo (alimentado por las redes sociales) cuesta mucho ver los defectos propios y muchos los de otras personas. Pasa lo mismo que cuando hablamos de alguien que nos parece tóxico: ten cuidado, porque si no es solo uno sino muchos más, tal vez el tóxico seas tú.

Opinión

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Cuando todas las personas te parecen tóxicas, quizá el tóxico eres tú

Héctor G. Barnés

Para todos aquellos que dicen que sí, que son muy críticos consigo mismos, que día a día trabajan para mejorar como personas basándose en sus errores, y que conocen cada una de sus imperfecciones, cuidado. Seguramente haya gato encerrado. Alice Boyes, una prestigiosa psicóloga internacional, ha publicado en la revista Psychology Today una serie de preguntas para esas personas que van enarbolando la bandera constante de la autocrítica.

¿Sientes protección con la autocrítica?

"La autocrítica a menudo se disfraza como una forma de protección, convenciéndonos de que la perfección es la única forma de demostrar nuestro valor como humanos", recalca la experta. El punto está en que el hecho de ver tus errores no te exime de ellos, lo que puede llevar a la ligereza y a no querer afrontarlos. Del mismo modo, si somos demasiado conscientes de ellos y nos los tomamos muy en serio, podemos caer también en la obsesión, pensando que los demás son inferiores respecto a nosotros.

¿Cómo aprendiste el valor útil de la autocrítica?

A lo mejor tuviste una infancia marcada por unos padres bien autocríticos. O cuando te enfrentabas a un examen del colegio y suspendías, eras capaz de razonar rápidamente a que se debía ese fracaso para luego corregirlo. Sea como sea, siempre es útil bucear en el mundo del pasado para encontrar respuestas a nuestro modo de actuar y pensar en el presente.

¿Qué modelos a seguir tienes (menos autocríticos)?

"A veces, las personas que destacan por no ser nada autocríticas se muestran como narcisistas y no podemos aprender mucho de ellas", sostiene Boyes. "¿Puedes pensar en modelos más sanos que no sean tan autocríticos?". La psicóloga menciona el ejemplo de una persona que se toma bien el hecho de hacer dieta. En este sentido, ciertos regímenes alimenticios provocan irritabilidad y disminución de energía.

"Identifica a las personas exitosas que no son tan críticas consigo mismas, pero que tampoco son narcisistas"

Una persona demasiado autocrítica tomará estos efectos negativos como mayúsculos, mientras que una con menos autocrítica simplemente se defenderá con ellos cuando llegue el caso. "Identifica a las personas que no son tan críticas consigo mismas y que tienen éxito, pero que tampoco tienen características negativas como el narcisismo", concluye la experta.

¿Qué mensajes culturales alimentan la autocrítica?

Hay colectivos sobre los que pende mucho más la sospecha y la crítica de los demás, como son las mujeres o las personas racializadas. Si estás dentro de alguno de estos grupos, "reconocer los sesgos sociales contribuye a una mayor autocrítica". Por ello, habría que ser más indulgente con uno mismo, ya que ser demasiado críticos no nos hace ningún favor desde un punto de vista psicológico, más aún cuando la crítica se acentúa por motivos culturales.