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¿Ser un padre estricto para que tu hijo no sea un rebelde? Cuidado con la reactancia psicológica
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¿Ser un padre estricto para que tu hijo no sea un rebelde? Cuidado con la reactancia psicológica

¿Cómo acercarse a un adolescente? Y, sobre todo, ¿cuánto? Es lo que muchos padres y muchas madres se plantean a diario en la convivencia con sus hijos

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Crecer no es un proceso cómodo. Nos duele el cuerpo, pero también algo más allá de él cuando avanzamos, sobre todo, por la adolescencia. Es la incertidumbre de estar descubriendo qué ser, lo que requiere de tanta soledad como de compañía. En ese momento de nuestra vida atravesado por las intimidades, que nos echen una mano desde fuera parece casi un insulto, pero son necesarias muchas manos para encontrarnos con nosotros mismos.

Ese antagonismo abre paso a otra búsqueda sobre la búsqueda: ¿Cómo acercarse a un adolescente? Y, sobre todo, ¿cuánto? Es lo que muchos padres y muchas madres se plantean a diario en la convivencia con sus hijos. También estos últimos lo hacen, de manera simultánea. Pero a menudo, las preguntas de ambos nunca se encuentran.

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Como señala Ryley Spilman en Parents, "crecer sin permiso ni orientación mientras exploramos y aprendemos hace que la adolescencia sea aún más difícil". Sin embargo, si alguien tiene las respuestas que coincidan en ambos sentidos (padres e hijos), no son los padres estrictos. Adoptar esta actitud, aunque sea por creer que están haciendo lo correcto para proteger a sus hijos, puede tener los efectos contrarios. Todo empieza en la falta de comunicación.

"Es completamente natural"

Cuando se establecen reglas estrictas y, especialmente, cuando se basa esta relación en ellas, se involucra directamente a la honestidad, ¿y algún tipo de relación podría ser sana sin honestidad? Para profundizar en esto, Spilman habla con la psicóloga clínica Emily Edlynn.

Por naturaleza, el proceso de la adolescencia es "una crisis de salud mental", por lo que hay que acercarse a ella como tal, "con apertura al debate y la negociación"

"Es completamente natural" que un adolescente quiera experimentar cosas comunes de la vida adulta a la que se aproxima (sin otra elección, recordemos). "Cuando mis padres me dan la libertad de tener estas experiencias mientras mantienen una presencia en mi vida para hablar sobre los momentos más complicados, me siento más cómodo abriéndome a ellos", plantea la periodista. Edlynn, que también es madre, nos da más pistas a través de la investigación misma a la que contribuye.

"La investigación respalda que los padres que expresan apertura al debate y la negociación en lugar de exigir obediencia tienen hijos psicológicamente más sanos", sostiene. Por naturaleza, el proceso de la adolescencia es en "una crisis de salud mental", y esa es la principal idea desde la que actuar, "ayudando".

La "reactancia psicológica"

De la misma forma, se da lo que los profesionales conocen como "reactancia psicológica", es decir, eso de que cuando a alguien se le dice que no haga algo, aumenta su deseo de hacerlo. Sucede porque da lugar a una amenaza a la libertad propia. "Cuando los padres mantienen reglas estrictas sin adaptarse a la creciente necesidad de independencia de un adolescente, es más probable que estos adolescentes luchen contra problemas de salud mental y comportamientos riesgosos como el uso de sustancias", apunta al respecto Edlynn, que añade: "Cuando un adolescente siente que no puede debatir abiertamente las reglas, termina afirmando su independencia, y puede acabar haciéndolo de las formas menos saludables".

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Todos hemos pasado por esa etapa, una etapa de la que además nunca nos desprendemos del todo (otra cosa es que finjamos hacerlo). Al fin y al cabo, experimentar es el verbo que mejor construye nuestra existencia: espacios, relaciones... nadie quiere nunca (a cualquier edad) ser vilipendiado por tener la posibilidad de este deseo, una necesidad que aumenta en un mundo repleto de estímulos como el de hoy.

Lo primero que hay que poner en práctica como padres es la confianza en que los adolescentes puedes tomar decisiones responsables. Según la experta, también es útil que tu hijo adolescente sepa que estás cerca para ayudarlo si comete un error y necesita de tu ayuda. "Al generar confianza, descubrirás que el adolescente se sentirá más cómodo, siendo honesto contigo. También los preparará para la edad adulta. Practicar elecciones seguras ahora puede conducir a elecciones seguras más adelante".

Crecer no es un proceso cómodo. Nos duele el cuerpo, pero también algo más allá de él cuando avanzamos, sobre todo, por la adolescencia. Es la incertidumbre de estar descubriendo qué ser, lo que requiere de tanta soledad como de compañía. En ese momento de nuestra vida atravesado por las intimidades, que nos echen una mano desde fuera parece casi un insulto, pero son necesarias muchas manos para encontrarnos con nosotros mismos.

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