Así es el restaurante de Bangkok que lleva 50 años sirviendo platos de la misma sopa

Una sopa suele tardar varias horas en cocerse. Hay que ir añadiendo los ingredientes poco a poco y en un orden concreto para que todos los sabores y las texturas sean perfectos. Al hervir a fuego lento durante varias horas, se mezclan los aromas y tenemos un buen caldo.

Ahora imagina que dejas hirviendo una sopa durante 50 años y le vas añadiendo a diario diferentes ingredientes. Parece una locura, pero está pasando en Tailandia. El usuario de Instagram Tonsil, que comparte diferentes temas curiosos, publicó un vídeo en el que mostraba un curioso local de Bangkok, Tailandia.

El restaurante se llama Wattana Panich y es famoso porque ha mantenido una olla gigante de sopa hirviendo con el mismo caldo durante 50 años. A diario, se le agregan trozos de carne fresca y callos para volver a tener más sopa. Es algo parecido a la masa madre que vas alimentando cada vez que necesitas hacer pan.

El verdadero secreto de la sopa que nunca descansa

Los clientes, tanto locales como turistas, acuden curiosos a probar ese caldo que ha sido mantenido a fuego lento por tres generaciones de cocineros. La sopa lleva verduras, carne y, por supuesto, fideos. Como era de esperar, hay personas que se han llevado las manos a la cabeza imaginando la cantidad de bacterias resistentes al calor que debe tener la sopa.

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Alimente

Sin embargo, tanto este plato como su forma de prepararlo cuentan con una larga tradición detrás, y tienen un truco. Como bien relata un usuario, los dueños del local explicaron que “mucha gente piensa que nunca limpiamos la olla, pero la limpiamos todas las noches. Quitamos la sopa de la olla y luego mantenemos un poco del caldo a fuego lento durante la noche”.

Esto tendría mucho más sentido y calma los nervios de aquellos que se imaginan los diferentes alimentos en mal estado en el fondo del wok. El vídeo ha causado furor en las redes sociales, acumulando más de 400.000 “me gusta” y siete millones de visitas. Y no es para menos, los más gourmets sin duda probarían la sopa, imaginando “la profundidad del sabor en este caldo de 50 años que nunca dejó de hervir”.