Es noticia
Qué hacer si de repente descubres que te has equivocado de profesión (y no puedes volver atrás)
  1. Alma, Corazón, Vida
CRISIS EXISTENCIAL

Qué hacer si de repente descubres que te has equivocado de profesión (y no puedes volver atrás)

Puede que te hayas quemado a raíz de tanto entusiasmo por la carrera de tus sueños o que la realidad de tus aspiraciones no fuera para tanto. Repasamos algunas de las claves para no caer en la desesperación

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Cuando apenas somos unos niños, ya los adultos nos preguntan sin cesar la tan manida pregunta de qué queremos ser de mayores. A medida que emprendemos el proceso de socialización, todos queremos ser estrellas de nuestra propia historia: que si futbolista o cantante y ahora nuevos sueños de estrellato, como ser influencer. Cuando vamos avanzando en edad, comprendemos que no tenemos la forma física que el deporte de élite exige, o que no tenemos tanta voz ni tanta intuición para hitazos pop. Bueno, tal vez podamos conformarnos con ser influencers, pero eso también conlleva una serie de riesgos y sacrificios que posiblemente nos hagan replanteárnoslo a la primera de cambio.

Foto: Foto: iStock.

Entonces, aparece la consabida frase de "mejor estudia algo que tenga 'salidas', y luego ya si eso te dedicas a tus hobbies o sueños en tus ratos libres". Bien es cierto que, en un mundo laboral cada vez más competitivo, a veces los que se queman más rápido son precisamente los que están en empleos creativos, en aquellas profesiones que de tanto idealizar cayeron por su propio peso en rutinas asfixiantes o tareas menores. Por tanto, el entusiasmo se presenta como una de las mayores trampas en tu carrera profesional, ya que es posible que a ciertos empleadores poco ortodoxos les dé por aprovecharse de esas ganas de desempeñarte y obligarte así a hacer más horas extras o, al contrario, encargarte temas menores para que te quemes más rápido.

"Puedes fallar en lo que no quieres, así que por qué no arriesgarte en cumplir lo que amas"

Además, el proceso de desencanto se presenta psicológicamente difícil de llevar. Puede que todo vaya bien, no te exploten y tampoco se intenten aprovechar de tu entusiasmo, pero si de pronto eres tú el que sientes que se ha confundido de profesión... Al fin y al cabo, como decía un verso de Tom Waits, "eres inocente cuando sueñas": nunca puedes estar seguro al cien por cien de que tus deseos sean recompensados o se correspondan con la realidad. Sobre todo si te han hecho elegir o decantarte por una carrera profesional cuando todavía eres un adolescente y no sabes muy bien lo que quieres.

Seguir las migas del pan de la curiosidad

"Olvídate de seguir tu pasión, ya que es demasiado difícil de entender", asegura de manera tajante Ozan Varol, periodista de Fast & Company, uno de los diarios más prestigiosos de empleo y carrera profesional del mundo. "En cambio, déjate guiar por la curiosidad. ¿Qué es lo que encuentras interesante? Complacer tu curiosidad te hará ser más curioso cada vez. Cuanto más sigas las migas de pan, habrá más y más que aparezcan en tu camino".

"A veces no puedes explicar por qué te gusta algo, pero sí saber lo que te emociona"

Por ello, más que pensar en una profesión muy a largo plazo, tómatelo como parte de un proceso que tal vez te lleve a otra cosa en el futuro. Evidentemente, para puestos de elevada cualificación hacen falta años de estudio y dedicación. Cuanto más alto quieras llegar, más tiempo te llevará alcanzar la meta. Por ello, no estaría de más ser un poco cauto y hacer un ejercicio de autorreflexión para juzgar si estarías dispuesto o no a llevar a cabo tantos sacrificios. "Realiza un seguimiento sobre cómo de comprometido te sientes", recalca Varol. "A veces no puedes explicar por qué te gusta algo, pero sí saber lo que te emociona. Aprende las señales que te envía el cuerpo cuando se siente vivo y empieza a seguirlas".

Por otro lado, has de aceptar que "lo que quieres para tu vida también puede cambiar, al igual que tu personalidad". De hecho, de eso se trata la mayor parte del tiempo. Las cosas que nos suceden y las circunstancias a las que constantemente nos tenemos que adaptar acaban generando en nosotros un cambio en nuestras creencias y valores. Y eso a su vez redunda en lo que perseguimos o ansiamos. "Mientras lo elijas de manera intencionada, no hay nada de malo en cambiar de dirección", recuerda Varol.

Foto: Foto: iStock.

Sea como sea, siempre has de tener en cuenta que puedes volver atrás, por muy tarde que parezca. Todo tiene solución, aunque parezca difícil, y lo último que puedes hacer es rendirte y tirar la toalla pensando que ya ha pasado el momento de dar un giro a tu vida. Además, habrás ganado experiencia para moverte en arenas movedizas. Una de las últimas frases inspiradoras que recoge Varol es una que pronunció el actor Jim Carrey y que puede servir de perfecto colofón a este artículo: "Puedes fallar en lo que no quieres, así que por qué no arriesgarte en cumplir lo que amas".

Cuando apenas somos unos niños, ya los adultos nos preguntan sin cesar la tan manida pregunta de qué queremos ser de mayores. A medida que emprendemos el proceso de socialización, todos queremos ser estrellas de nuestra propia historia: que si futbolista o cantante y ahora nuevos sueños de estrellato, como ser influencer. Cuando vamos avanzando en edad, comprendemos que no tenemos la forma física que el deporte de élite exige, o que no tenemos tanta voz ni tanta intuición para hitazos pop. Bueno, tal vez podamos conformarnos con ser influencers, pero eso también conlleva una serie de riesgos y sacrificios que posiblemente nos hagan replanteárnoslo a la primera de cambio.

Empleo Trabajo
El redactor recomienda