¿Sabes qué es la 'niebla mental'? Puede estar relacionado con algo más grave

Desde mediados de 2020, hemos tomado la mala costumbre de echarle la culpa de casi todo lo que nos pasa a la pandemia, ya sea a la enfermedad de la covid en sí o a la situación de inestabilidad e incertidumbre que nos ha costado vivir. Uno de los síntomas que se relacionó con el coronavirus fue la “niebla mental”, una afección en la cual el individuo que la sufre tiene dificultades para pensar y recordar.

Seguro que te ha pasado alguna vez. Vas a la cocina y olvidas a por lo que ibas. Dejas las llaves en la mesa y al rato no sabes dónde están. Te están explicando algo y no puedes seguir el hilo. Intentas pensar en “ese juguete que da vueltas en el suelo” y no te sale la palabra “peonza”. Las mujeres entre 30 y 50 años son las que más consultan a sus médicos por este problema, pero puede ocurrir a cualquier edad.

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EC

La niebla mental, en inglés “brain fog”, es la sensación de que tu mente no funciona con normalidad. Como si fuese más perezosa o lenta de lo habitual. Este síntoma suele acompañarse con debilidad o fatiga, por eso se le achaca al coronavirus. Pero, la mayoría de veces, no tiene nada que ver con eso. Por ejemplo, las mujeres en su etapa de menopausia pueden sufrir alteraciones de la memoria y dificultades para pensar debido al desbalance de las hormonas. Normalmente, con el tratamiento de la causa principal, esta niebla mental desaparece.

¿Cuándo tenemos que preocuparnos?

Como comentábamos antes, a todos nos ha pasado alguna vez. De repente, no recordamos una cosa importante o una acción inmediata. ¿Dónde habré puesto el monedero? ¿Qué iba a “googlear”? Es habitual que ocurra cuando no dormimos bien, estamos preocupados o distraídos. Pero cuando este síntoma es constante y dificulta hacer vida normal, se considera deterioro cognitivo leve y es necesario buscar la causa para poder ponerle remedio.

Una de las primeras cosas que pensamos cuando empezamos a tener dificultades para recordar es en el alzhéimer, la temida enfermedad que afecta a más de 800.000 personas en España, o en la esclerosis múltiple, que ataca a las funciones neurológicas de diferentes partes del cuerpo, en especial el cerebro. Las enfermedades que afectan al desempeño cognitivo pueden ser muy despiadadas y degenerativas con el tiempo, sin cura por ahora.

Sin embargo, en la mayoría de ocasiones, el motivo de la niebla mental no es tan grave y tiene tratamiento. Al tratar el origen, la “brain fog” desaparece. Por ejemplo, el insomnio, una mala alimentación o trabajar demasiado pueden provocar dificultades a la hora de pensar y recordar. Estos desencadenantes son pasajeros y tienen solución. Otros orígenes de la niebla mental pueden ser la ansiedad, el estrés, la depresión, el hipotiroidismo (que ralentiza el organismo), la migraña crónica o los efectos secundarios de otros fármacos.

Al tratar el desencadenante, recuperaremos nuestra calidad de vida

Las dificultades para pensar tienen tantos orígenes que el médico hará una anamnesis completa para encontrar la causa, analizando todos los factores que envuelven a su paciente. Muchas veces, con un cambio de hábitos es suficiente para recuperar la capacidad mental. En otras ocasiones, un abordamiento con medicamentos es también necesario. Incluso acudir a un psicólogo en los casos de ansiedad, estrés y depresión, puede ayudarnos a recuperar nuestra capacidad de retención y nuestra agilidad mental.