World Business Forum Madrid: cómo navegar en las aguas turbulentas del futuro

El World Business Forum Madrid 2022 abrió su segunda jornada después del éxito cosechado en el día anterior, donde líderes políticos y empresariales, como José Manuel Durão Barroso o Tal Ben-Sahar, compartieron sus conocimientos sobre la excelencia corporativa y cómo navegar en las aguas inciertas del futuro. De nuevo, la cita fue amenizada por el espectáculo Wah, cuyos artistas actuaron durante las pausas para el almuerzo y el desayuno. Además, la organización presentó algunos de los invitados de la próxima edición, en noviembre de 2024, como el medallista olímpico Michael Phelps o el expresidente de Tesla Jon McNeill.

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Tras la intervención de Nathan Furr, quien inauguró la jornada con unas propicias reflexiones sobre la incertidumbre en su más puro sentido positivo, llegó el turno de Renée Richardson Gosline, experta del MIT en todo lo referente a la economía del comportamiento aplicada a la experiencia del cliente. Su charla estuvo centrada en el desarrollo de inteligencia artificial para mejorar los procesos de decisión en el mercado; es decir, "eliminar los puntos de fricción" que tiene el cliente a la hora de elegir por cuál producto o servicio decantarse.

Renée Richardson: poner toboganes allá donde haya escaleras

"Hay que poner toboganes allá donde haya escaleras", aseveró, en referencia al popular juego de niños de la serpiente y las escaleras. ¿Cuál es el tobogán de nuestra era en el mundo empresarial? La alta tecnología y más concretamente el empleo de inteligencia artificial para agilizar los procesos. "Hay que reducir la carga cognitiva del cliente a la hora de escoger un producto o un servicio y a la vez asegurarle la calidad del mismo", afirmó Richardson, quien puso varios ejemplos con forma de sesgos por los que habitualmente nos decantamos por una opción o por otra, sea en un restaurante o viendo la televisión.

"El 65% de los jefes ejecutivos no tienen ni idea de cómo funcionan los procesos de los algoritmos de las inteligencias artificiales que contratan"

"Si vamos a comer y vemos que la terraza está llena de gente, habrá un gran tobogán hasta esa experiencia, al igual que si estamos tumbados en el sofá y aparece una contrarreloj de cinco segundos para el próximo episodio de nuestra serie favorita", aseveró. "La inteligencia artificial contiene estos sesgos", avisa la experta, "junto a otros tan perjudiciales como de raza o género", y por ello nunca habría que aceptarla como una verdad absoluta, sino delegar la última decisión en el humano.

"El 65% de los jefes ejecutivos no tienen ni idea de cómo funcionan los procesos de decisión de los algoritmos de las inteligencias artificiales que contratan", apuntó Richardson. "Tenemos que identificar dónde están esos sesgos, porque, si no, vamos a poner trampas al cliente en las que no querría caer. Hay que estar alerta, cuando utilizamos la IA pensamos en eliminar la fricción, pero ello no puede derivar en automatizar los sesgos que lleva consigo". La gran pregunta de nuestra era consiste en cómo usar ese gran poder tecnológico de una manera ética y responsable. Algo sobre lo que Richardson y su equipo del MIT reflexionan día a día.

Uri Levine: enamorarse del problema y no de la solución

En algún momento de 2007, la vida de Uri Levine cambió cuando se enamoró de los atascos. Decimos enamorarse porque, como su propio libro indica, declara sentir un gran amor por los problemas, y no tanto por las soluciones. Esta es su idiosincrasia emprendedora, la que dio luz a una historia de éxito como cofundador de la app Waze, que a día de hoy usan millones de personas en el mundo para, precisamente, evitar perder tiempo en los atascos. "Odio el tráfico, y por ello sentí que debía ponerle remedio", agregó. "Empecé a pensar en ello de mil formas diferentes, lo conviertes en tu obsesión y pasión".

"Si hubiera dicho que quería crear una inteligencia artificial de GPS, nadie me habría apoyado. En vez de eso, dije que quería acabar con el tráfico"

"Crear una startup siempre es muy difícil al inicio, ya que partes de un gran problema que afecta a mucha gente y que merece la pena solucionar", prosiguió durante su conferencia. "Necesitas llevar a cabo algo que tenga un valor añadido para la gente. Con Waze no solo estamos ayudando a que los conductores no se encuentren con un atasco, sino también a empoderarles", ya que saben en todo momento cómo llegar antes y fácilmente a los lugares a los que quieren ir.

Levine también aprovechó la ocasión para arrojar su particular visión del éxito y del fracaso, junto con su relación con la innovación empresarial. La clave es tener una idea concreta de lo que quieres hacer, puesto que, "si hubiera dicho a alguien que quería crear una inteligencia artificial de GPS, nadie me habría apoyado". Como repitió varias veces: enamorarse del problema y no de la solución para dar un "salto de fe" que "te haga escalar cualquier montaña".

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En este sentido, lo peor que puedes hacer es tener miedo al fracaso, ya que son los que siempre han estado fallando los que más probabilidades tienen de lograr el éxito debido a su empeño constante en intentarlo una y otra vez, en no darse por vencidos. Del mismo modo, hizo un llamamiento a los altos ejecutivos para que adquiriesen conocimientos de ingeniería informática. "Necesitamos más ingenieros, hay muy poca gente que sepa ingeniería", alegó después de ver las pocas personas que levantaron la mano cuando preguntó quién conocía esta disciplina. "El ecosistema de la imaginación es la ingeniería, si puedes construir algo con tus propias manos, tienes la llave de la innovación".

Carly Fiorina: liderar es no tener miedo al cambio

La última ponencia de esta edición fue impartida por Carly Fiorina, que lanzó unas reflexiones muy interesantes sobre el liderazgo a los asistentes. Para empezar, pidió disculpas por arrancar tan solo una hora antes de la inauguración de España en el Mundial de Qatar, a lo que el público respondió con risas. Justo después, contó una anécdota de cuando tan solo tenía 15 años y vivía en Ghana, África. "En un coche, observé cómo la vida de las termitas se basaba en empujar tierra sin descanso", aseguró la expresidenta ejecutiva de Hewlett-Packard, la undécima empresa más poderosa de Estados Unidos. "Pensé que yo nunca viviría de esa forma, empujando tierra sin parar".

"Nadie quiere hacer un trabajo mediocre, por defecto todos aspiramos a hacer las cosas bien"

Esta anécdota, junto con otra que versaba sobre una mujer que residía en una chabola de Nueva Deli, es la que le sirvió para meditar sobre el liderazgo, que ella define como "la capacidad de hacer lo correcto con las circunstancias con las que contamos en el presente". En este sentido, "todos tenemos mucha tierra que empujar, los hábitos son difíciles de eliminar". Un buen líder no tiene miedo a los cambios, al contrario, está buscando constantemente nuevas oportunidades. "Es una verdad evolutiva, que viene de Charles Darwin: 'No sobreviven las especies más fuertes, sino las que mejor se adaptan a los cambios".

Fiorina también es autora de varios best-sellers, en los que ofrece su perspectiva sobre cómo liderar organizaciones. La empresaria dividió las cualidades que debe reunir un liderazgo positivo y efectivo en cuatro puntos: "En primer lugar, tenemos que tener una estrategia clara y transparente de cara al cliente y a los empleados, así lo hicimos en Hewlett-Packard", prosiguió. "Nadie quiere hacer un trabajo mediocre, por defecto todos aspiramos a hacer las cosas bien". En segundo lugar, es importante "contar con una buena estructura corporativa y rediseñarla cuando haga falta de acuerdo a una estrategia".

En tercer lugar, "hay que organizar nuestro trabajo para ver si los objetivos se cumplen", para lo que es importante contar con una buena métrica de resultados. "Si lo medimos, lo hacemos; en caso contrario, la gente asumirá que no es relevante". Y, por último y no menos importante, "una cultura organizacional", que tiene que ver con el bienestar de clientes y empleados, trabajando en tu empresa o recibiendo los bienes y servicios que les prestas.