Vende el coche y usa su herencia para pagar una operación que salvó la vida a su perro

Jac Williams conducía un Nissan Qashqai desde hace dos años, pero no volverá a hacerlo en el futuro. La razón es que esta mujer británica decidió vender su automóvil por una buena causa: conseguir 17.500 libras, unos 20.000 euros al cambio, el dinero necesario para pagar una operación de corazón sin la que la vida de su mascota tenía las horas contadas.

Esta británica, enfermera jubilada, consiguió 15.000 libras por su coche, por lo que para llegar a las 17.500 que necesitaba no dudó en utilizar el dinero de una herencia que había recibido. Una vez que consiguió la cantidad necesaria, su mascota, una pequeña chihuahua llamada Louie, pudo someterse a la operación que le iba a salvar la vida: la reparación de su válvula mitral.

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La cirugía se llevó a cabo en el Royal Veterinary College de Londres y estuvo dirigida por el profesor Daniel Brockman. Los cirujanos tuvieron que utilizar anestesia general ya que el corazón de Louie se detuvo por completo durante 90 minutos. En ese tiempo, una máquina se encargó de bombear sangre por todo su cuerpo, mientras los veterinarios trabajaban.

Le queda mucho por vivir

Finalmente, después de una operación de cuatro horas, los cirujanos terminaron su trabajo. Louie tuvo que pasar dos días en cuidados intensivos y después se quedó una semana más ingresada para recuperarse. Ahora, tres meses después de pasar por ese trance, esta chihuahua ya está en casa totalmente recuperada gracias a su dueña.

Esa cirugía solo se hace en tres lugares del mundo: Londres, Cambridge y Japón

Jac ha explicado a Metro que, "aunque era una gran cantidad de dinero, pensé que se lo debía. Es un perrito muy dulce, lo amo muchísimo. Solo tiene 10 años y los chihuahuas pueden vivir hasta los 16 o 17".

Fue un cardiólogo quien detectó los problemas de salud de Louie durante una limpieza de dientes rutinaria. Jac recuerda que, tras recibir la noticia, "pregunté sobre nuestras opciones y el veterinario mencionó que había una cirugía, pero era nueva, muy costosa y muy especializada. Solo se hace en tres lugares del mundo: Londres, Cambridge y Japón. El cirujano dijo que no teníamos nada que perder, excepto mucho dinero. Sin esa operación, moriría probablemente antes de final de año".

Jac no se arrepiente de su decisión: "Sé que es mucho dinero, pero al final del día, si amas tanto a tu perro, al menos hay una opción".