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Un nuevo estudio señala que los bebés se ríen como algunos simios
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Un nuevo estudio señala que los bebés se ríen como algunos simios

Al comienzo, se trata de carcajadas breves que el bebé produce al tiempo que inhala y la exhala, y poco a poco estas van tomando forma en un sonido más claro

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Se sabe más sobre cómo se ríen los chimpancés que los bebés humanos. Al menos, hasta ahora. Una nueva investigación publicada en 'Biology Letters' ha encontrado que en nuestros primeros meses de vida, las personas nos reímos como los simios.

Los adultos humanos tienden a reír mientras exhalan. Es decir, que la carcajada nos supone sacar todo el aire posible, pero los chimpancés y los bonobos se ríen de dos maneras: como un jadeo (con sonido producido tanto al inhalar como al exhalar) y, a veces, mediante arrebatos que ocurren al exhalar. Entonces, ¿qué es lo que hace especial al nuevo hallazgo? La precisión en el parecido que supone.

Foto: Imitando a los bebés se logra mayor confianza por su parte. Foto: Pixabay

Mariska Kret, psicóloga cognitiva de la Universidad de Leiden en los Países Bajos, buscó en Internet videos con niños de entre 3 y 18 meses riéndose y pidió, junto a un grupo de compañeros investigadores, a 15 especialistas en sonido del habla y cientos de personas no expertas que juzgaran la risa de estos pequeños.

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Un parecido biológico

Lo que han encontrado es que los bebés más pequeños se reían durante la inhalación y la exhalación, mientras que los bebés mayores se reían más al exhalar. Esto sugiere no solo el parecido biológico con nuestros antepasados, sino también que, a medida que crecemos, es cuando nuestra risa va perfilándose diferente.

Entre los chimpancés de diferentes grupos sociales, las risas pueden tener sonidos y funciones sociales diferentes

Precisamente son las interacciones sociales las que moldean sonidos como este. La psicóloga de la Universidad de Portsmouth en Inglaterra, Davila Ross, ya había descubierto, según apunta 'Science News', que entre los chimpancés de diferentes grupos sociales, las risas pueden tener sonidos y funciones sociales diferentes, lo que no deja de aproximarnos a ambas especies. Efectivamente, tanto los humanos como los chimpancés ajustan sus risas en función de quienes les rodean.

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Por su parte, la risa de los bebés se desarrolla a lo largo del tiempo. Al comienzo, se trata de carcajadas breves que el bebé produce al tiempo que inhala y la exhala, y poco a poco estas van tomando forma en un sonido más claro producido principalmente durante la exhalación.

La constatación definitiva

Una segunda prueba supuso la constatación definitiva gracias a diferentes clips de audio y un nuevo grupo de 100 personas aleatorias que percibieron que todos bebés mayores parecen reírse principalmente al exhalar. En total, los oyentes escucharon 108 clips de bebés riéndose, con una duración cada uno de entre cuatro a siete segundos.

Los participantes de ambos ensayos coincidieron en que las risas más adultas eran más agradables de escuchar y contagiosas. Ese segundo hallazgo sugiere que el cambio en la risa a medida que los bebés crecen puede deberse en parte a afirmaciones inconscientes de los padres, dice Kret. Las risas durante la exhalación son más claras y fuertes que durante la inhalación.

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Esta investigación, que proporciona un buen punto de partida como sostiene su propia autora, es aún insuficiente. La cantidad de clips de audio analizados es pequeña para poder determinar la cuestión de manera generalizada. No obstante, Kret apunta con la mirada puesta en el conocimiento futuro que "estudiar este tipo de comportamientos vocales infantiles nos da una ventana a la evolución de lo que podemos hacer con nuestras voces".

Se sabe más sobre cómo se ríen los chimpancés que los bebés humanos. Al menos, hasta ahora. Una nueva investigación publicada en 'Biology Letters' ha encontrado que en nuestros primeros meses de vida, las personas nos reímos como los simios.

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