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Las 'mujeres sobrantes' de China en la era de la soltería
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Las 'mujeres sobrantes' de China en la era de la soltería

Muchas jóvenes del país asiático que han cumplido más de 25 años y aún no han encontrado pareja sufren una enorme presión, familiar, social y gubernamental, para que se casen

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La pregunta de rigor en cualquier comida familiar que se precie, hecha generalmente por familiares que no ven en exceso a las personas más jóvenes de la prole, es aquella de: "¿Y ya tienes pareja?". Una vez que esa meta en concreto se ha alcanzado, las siguientes son obvias, relacionadas generalmente con bodas o futuros hijos. Así, todos parecemos cumplir parte de una representación en la que tenemos muy claro el papel que nos ha tocado.

Quizás es porque está en nuestra psique que, como especie evolucionada, es necesario sobrevivir, y eso solo podemos hacerlo eligiendo a la pareja que consideramos adecuada y dejando parte de nuestro código genético a los que vendrán después. Las personas que no parecen amoldarse a ello son vistas con suspicacia, y en nuestro país hace no mucho tiempo había varias expresiones certeras para aquellos a los que todavía no había llamado el amor a sus puertas: te vas a quedar para vestir santos o se te va a pasar el arroz. Frases venenosas pensadas más para ellas que para ellos. La mujer soltera parecía encontrarse en ese estado por circunstancias ajenas a ella, mientras que el soltero lo hacía por un deseo un poco infantil de continuar viviendo la vida sin atarse a nada o nadie. Pero hasta ellos, llegados a un determinado punto, no estaban bien vistos.

La era de la soltería

Las preguntas de rigor se siguen haciendo, pero la sociedad ha cambiado. Estamos en la era de la soltería. El pasado 1 de enero, la Comunidad de Madrid publicó en su web información para solicitar ayudas a la natalidad para madres menores de 30 años. En las elecciones generales de 2019, Ciudadanos hablaba en su programa electoral de "hacer España un país mejor para las familias": "Un país sin niños es un país sin futuro: hay que aumentar la natalidad". Según los índices de natalidad de 2019, en España hay 1,24 hijos por mujer (menos que en Portugal o Alemania). El año pasado se hizo viral el discurso de Ana Iris Simón por, entre otras cosas, echarle en cara a Pedro Sánchez la falta de ayudas a la natalidad.

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Una de las razones principales por las que muchas personas alegan no tener hijos es porque no tienen tiempo ni dinero para cuidarlos. Pero, por primera vez en la historia, ha entrado en el tablero una nueva variable: muchas personas eligen la soltería por una convicción que no tiene nada que ver con lo religioso. Hay gente que, simplemente, no quiere atarse a nadie en un mundo dominado paradójicamente por las redes sociales para ligar, como Tinder.

Eso ha calado en todos los estratos de la sociedad: las últimas cinco princesas de la factoría Disney han acabado sus películas felices y comiendo perdices, pero sin compartirlas con nadie. Según una encuesta demográfica del gobierno japonés, más del 40% de los solteros menores de 34 años en Japón son vírgenes y siete de cada diez hombres no casados de esta edad no han tenido aún ninguna relación sentimental con mujeres. De hecho, se les conoce como 'solteros parásitos': solteros que deciden serlo por convicción porque piensan que tener una relación con alguien que no cumple sus requisitos es una pérdida de tiempo y, de cualquier forma, es imposible encontrar viviendas a precios razonables.

Las mujeres 'con tres altos' en China

Pero hay un país en concreto donde no tener pareja está peor visto que en cualquier otro, incluso en la era de la soltería. En China, la natalidad no va mucho mejor que aquí: según los datos de la Oficina Nacional de Estadística, se ha desplomado por quinto año consecutivo. La política del hijo único ha pasado a la historia y, como en España, se insta a los ciudadanos a que tengan hijos. Hace unos años, un documental producido por la marca japonesa SK-II hablaba de las presiones a las que se somete a aquellas mujeres chinas que han pasado los 25 años y corren el riesgo de quedarse más solas que la una: las llamadas mujeres sobrantes.

Cuando la sociedad china vivía de la economía agrícola, los miembros de la familia contaban como mano de obra para el trabajo en el campo. El matrimonio entonces era la forma más rápida de juntar los recursos de dos familias

En China, aquellas mujeres que han cumplido más de 25 años y aún no han encontrado pareja, suelen ser presionadas tanto por sus familias como por campañas del Estado chino para que se casen. Tanto es así que, según el documental de SK-II, los padres desesperados suelen visitar los llamados 'mercados matrimoniales', donde dejan carteles con una lista con las características de sus hijas solteras, con la esperanza de encontrarles pareja.

Foto: De arriba abajo: Quan Zhou, Liuyun Xiang, Susana Ye y Alejandro Lai.

"Tiene orígenes históricos", me cuenta Liuyun Xiang, que estudió Relaciones Internacionales. "Sociológicamente hablando, cuando la sociedad china vivía de la economía agrícola, los miembros de una familia contaban como mano de obra para el trabajo en el campo. El matrimonio entonces era la forma más rápida de juntar los recursos de dos familias. Además, tener descendientes masculinos implicaba recibir más proporción en el reparto de las tierras fértiles por parte de la familia. Dicho esto, las familias con descendientes femeninas querían buscar a chicos jóvenes, que servían para la labor de campesinado. Por otro lado, antiguamente, el acceso a la educación y al mercado de trabajo estaban diseñados exclusivamente para los hombres, por lo que las mujeres solteras dependían de los padres (y después de casarse de sus maridos). No se podía vivir soltera. De ahí se ha ido heredando esa idea, aunque las condiciones sociales para las mujeres hayan cambiado radicalmente".

El porcentaje de hogares unipersonales en China aumentó del 4,9% en 1990 al 14,5% en 2010

En las últimas décadas, se ha hecho evidente la disminución en el tamaño de los hogares en China, impulsada por un aumento en el número de viviendas unipersonales, informa un reciente artículo publicado en 'Psychology Today'. Las estadísticas oficiales indican que el porcentaje de hogares unipersonales aumentó del 4,9% en 1990 al 14,5% en 2010, cuando se registraron 58 millones de hogares con un solo ocupante. Y otras estadísticas muestran que en 2018 había alrededor de 200 millones de adultos solteros residiendo en China y más de un tercio de ellos vivían solos.

"Gracias al apoyo de mis padres yo no he sufrido estrés, pero si es verdad que mis abuelos y mis tíos me decían que debía encontrar pareja a partir de los 22 años, cuando terminé la carrera", cuenta Liuyun. "Ellos consideraban que esa era la mejor edad para que una chica o mujer seleccionase a su pareja. De lo contrario, cuanta más edad cumplas, menos oportunidades tienes de conseguirlo. Actualmente, muchos padres o familiares (no todos, claro) consideran que tener una hija soltera es como un tipo de fracaso, ya que no hay hombres a los que les interesa establecer una relación con ella. Hay que mencionar que pasa lo mismo con los padres que tienen hijos, no es algo exclusivo para las mujeres, pero sí es verdad que ellas en general sufren más críticas".

"Muchos padres consideran que tener una hija soltera es como un tipo de fracaso, ya que no hay hombres a los que les interesa establecer una relación con ella"

"Aquí se dice que se te pasa el arroz, en China se les denomina 'mujeres con tres altos'. Es una expresión coloquial que se refería a los tres indicadores de la salud: hipertensión, hiperlipidemia y alto nivel de glucosa en sangre. Pero ahora ha adquirido un nuevo uso y llaman así a las mujeres sobrantes que posen un alto salario, alto cargo y alto nivel de formación", cuenta Liuyun. Y el alejamiento de la sociedad tradicional no solo ha llevado a las mujeres a tener otro estilo de vida, sino que el proceso de industrialización también ha ido irremediablemente acompañado de una migración interna del campo a la ciudad (como en España) y a una urbanización sin precedentes de las zonas rurales, lo que, por supuesto, cambia también la forma de pensar de las nuevas generaciones.

"Aun así, la situación es bastante similar tanto en las zonas rurales como en las ciudades", me explica Liuyun. "La única diferencia es que si los solteros se mudan a las grandes ciudades, están alejados de su entorno familiar y así no existe esa presión. Sin embargo, los solteros de origen urbano, que tienen a sus familiares en las grandes ciudades, siguen sufriendo el estrés. En otras palabras, no se trata de una diferencia geográfica, sino que si tienes cerca a tus vínculos familiares e interpersonales".

La industrialización ha obligado a algunas personas a viajar largas distancias para poder trabajar, lo que lleva irremediablemente a un estilo de vida más propicio para la soltería

Algunos expertos también apuntan que el proceso de industrialización ha obligado a un número significativo de personas a viajar largas distancias para poder trabajar o a adoptar más de una dirección en la que vivir, lo que lleva irremediablemente a un estilo de vida más propicio para la soltería.

Los problemas de los jóvenes y la precariedad en la época de la globalización son muy similares, unidos instantáneamente por una red infinita como es internet. Sin embargo, la forma de afrontarlos por la sociedad puede ser diametralmente opuesta. ¿Podrá cambiar la concepción peyorativa de la soltería en China ahora que los cambios sociales son globales? Liuyun no es muy optimista: "Lo dudo, sobre todo ahora que el país está sufriendo un crecimiento demográfico negativo". A la lima y al limón, que diría Concha Piquer.

La pregunta de rigor en cualquier comida familiar que se precie, hecha generalmente por familiares que no ven en exceso a las personas más jóvenes de la prole, es aquella de: "¿Y ya tienes pareja?". Una vez que esa meta en concreto se ha alcanzado, las siguientes son obvias, relacionadas generalmente con bodas o futuros hijos. Así, todos parecemos cumplir parte de una representación en la que tenemos muy claro el papel que nos ha tocado.

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