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Cosas que no debes regalar en Navidad si eres supersticioso
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Cosas que no debes regalar en Navidad si eres supersticioso

Nunca es fácil regalar cosas, ni tampoco que te regalen, especialmente si eres de los que no quieren derramar nunca la sal o romper espejos

Foto: Fuente: iStock
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Nunca es fácil regalar cosas, ni tampoco que te regalen. Seguro que en más de una ocasión has tenido que fingir una sonrisa mientras un sudor frío te recorría la espalda, al observar un obsequio que no habrías adquirido ni en tus peores pesadillas, y tampoco habrías querido para tu peor enemigo. Son cosas que pasan y hay que arriesgarse, especialmente en fechas como las que están por llegar, cuando se acumulan los regalos, muestra de que queremos y nos acordamos de los nuestros.

Ahora bien, si eres una persona supersticiosa, de esas que evitan las escaleras, los gatos negros y jamás abren un paraguas en una casa (y no solo por cuestiones de logística), quizá te interese saber que algunos regalos están más bien vistos que otros. Por lo menos en cuanto a suerte se refiere. Aquí van algunos regalos que quizá prefieras evitar estas navidades.

Relojes

Parece una buenísima idea, pero en algunos lugares no opinan lo mismo. Según el Feng Shui (que ya sabemos que no tiene una gran credibilidad, pero oye) regalar un reloj es sinónimo de mala suerte porque se trata de la máxima representación del paso del tiempo.

Los pañuelos se usan para secar lágrimas o agitar en momentos de despedida. Los supersticiosos probablemente los querrán dejar a un lado

¿Y qué sucede cuando pasa el tiempo? Pues nada especialmente bueno. No solo puede indicar que a la persona destinataria del regalo le queda poco tiempo de vida, sino también es un mal augurio del fin de una relación. Pero como no se trata de una superstición muy arraigada igual a la persona en concreto le hace ilusión recibir algo que le sirva para no llegar tarde a todas partes.

Zapatos

¿Quieres que alguien desaparezca de tu vida para siempre? Regálale unos buenos zapatos. Según 'NewsOne.com' esta superstición en particular se originó gracias a una mezcla de tradiciones africanas, de los nativos americanos y el folclore europeo. Para los chinos representa algo así como una señal de infidelidad, así que 'next'. Además, siendo totalmente sinceros, es difícil acertar con los modelos y a veces hasta con la talla.

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Pañuelos

Otro regalo sufrido. Al fin y al cabo, los pañuelos se han usado históricamente para secar lágrimas o agitar en momentos de despedida. Pero también quedan muy bien anudados al cuello, así que lo dejamos a tu juicio.

Carteras (vacías)

El mito dice que, si regalas un bolso o billetera, debes incluir algo de dinero para asegurar la buena suerte del destinatario. De lo contrario, es probable que continué estando vacía.

Cuchillos y objetos afilados

En la película 'The Edge' ('El desafío' 1997) el personaje protagonizado por Anthony Hopkins recibe un cuchillo como regalo y, a cambio, devuelve una moneda. Según cuenta, si no se hace así, la amistad se puede "cortar".

Si regalas un bolso o billetera, debes incluir algo de dinero para asegurar la buena suerte del destinatario

Es, lo más seguro, una superstición originada en Asia, donde dar un cuchillo o unas tijeras es un símbolo de cortar unas ataduras o incluso la suerte. Pero seguro que en más de una ocasión has regalado un buen cuchillo jamonero y no ha pasado nada.

Jerséis

La llamada 'maldición del jersey' solo sirve cuando el regalo lo ha hecho alguien a mano. Según se explica 'Mel Magazine' la razón está en que si una persona pierde el tiempo en tejer un jersey a mano y luego su pareja (o amigo) no quiere ponérselo o alega que no es de su estilo, hay razones de peso para terminar con la relación. Si lo has comprado en el Zara pues igual tampoco te lo tomas tan a pecho.

Nunca es fácil regalar cosas, ni tampoco que te regalen. Seguro que en más de una ocasión has tenido que fingir una sonrisa mientras un sudor frío te recorría la espalda, al observar un obsequio que no habrías adquirido ni en tus peores pesadillas, y tampoco habrías querido para tu peor enemigo. Son cosas que pasan y hay que arriesgarse, especialmente en fechas como las que están por llegar, cuando se acumulan los regalos, muestra de que queremos y nos acordamos de los nuestros.

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