¿Te gusta probar nuevas comidas? Pues igual eres más atractivo que el resto

Tenéis una cita, os estáis conociendo y vais a cenar a algún sitio. No os ponéis de acuerdo, tu pareja no quiere probar nada nuevo y tú te mueres por probar el libanés que han abierto en la esquina, repetir en el coreano al que fuiste hace una semana o [inserte aquí cualquier otro restaurante exótico e interesante]. Pero tu pareja no es de probar nuevos sabores lo que, irremediablemente, causa fricción. Si tienes pocos escrúpulos, al menos habrá algo que te consuele: es probable que encuentres nueva pareja cuando quieras.

Cuatro investigaciones realizadas por Bradshaw y compañía al respecto (sí, lo que lees) han llegado a la conclusión de que atreverse a probar nuevas comidas exóticas impacta a las parejas y, en consecuencia, incrementa el deseo sexual. El primero de los estudios, con 193 participantes, les hizo leer una viñeta sobre una persona que era reacia a probar nuevos alimentos. Tras hacerlo, debían calificar cuánto la deseaban, tanto como potencial pareja romántica como sexual, informa 'Psychology Today'.

Atreverse a probar nuevas comidas exóticas impacta a las parejas y, en consecuencia, incrementa el deseo sexual

El segundo estudio fue una prueba de sí la disposición a consumir nuevos platos podía afectar los juicios con respecto a la personalidad y el comportamiento sexual (los participantes tuvieron que ver perfiles falsos de personas que decían ser 'aventureras' en todo lo referente a probar nuevas comidas, frente a otras que no estaban dispuestos a hacerlo), después debían calificarlas. El tercer estudio era una réplica conceptual de lo anterior: se examinó la diferencia entre la voluntad general de probar nuevas actividades y la voluntad más específica de consumir alimentos desconocidos y exóticos.

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El Confidencial

Por último, el cuarto estudio fue casi idéntico al segundo. Los resultados fueron claros: aquellas personas dispuestas a probar nuevos alimentos se perciben como más atractivas y sin restricciones sexuales, en comparación con aquellas reacias a hacerlo. Sorprendentemente, aquellos abiertos a vivir nuevas experiencias pero no a probar nuevos alimentos también se consideraban más restrictivos sexualmente hablando.

Aquellas personas dispuestas a probar nuevos alimentos se perciben como más atractivas y sin restricciones sexuales, en comparación con aquellas reacias a hacerlo

La explicación es que se percibe una relación entre el sexo y la disposición a probar nuevos alimentos, en el sentido de que aquellas personas entusiasmadas con probar nuevos alimentos parecen menos quisquillosas y se percibe que tienen un comportamiento sexual menos restringido. De esa manera, acaban pareciendo más atractivos para los demás.

Eso sí, quizá no sea buena idea que ahora seas consciente de ello: la próxima vez que tengas una cita a ciegas probablemente te fijes mucho en lo que tu pareja vaya a pedir. ¿Qué quiso decir tu cita cuando ordenó el plato más exótico (o aburrido) de la carta?