Pesadillas 'genbaku': por qué soñamos con tragedias que sucedieron en el pasado

Todos tenemos pesadillas y, sorprendentemente, todos soñamos con lo mismo, independientemente de la sociedad en la que vivamos o si el sueño en concreto es algo que podemos haber vivido o no. Caídas de dientes, muertes de seres queridos, llegar tarde a algún sitio, estar completamente paralizado o el clásico desastre natural son los más típicos. Parecemos todos unidos por un hilo conductor y ancestral en el que compartimos momentos traumáticos mientras nos encontramos en la fase REM, independientemente de que los hayamos experimentado o no. El material del que están hechos los sueños.

Al fin y al cabo, muchos expertos apuntan que las pesadillas son, en parte, una forma de resolver subconscientemente el estrés que hay en nuestras vidas. Nos preparan para enfrentar mejor los miedos reales, según los estudios al respecto, son algo así como un entrenamiento o simulacro que nos ayuda a aprender cómo actuar en la vida real ante situaciones que provocan terror.

Decía Carl Jung que tenemos una plataforma común de subconsciente, formada a partir de experiencias similares, imaginarios y símbolos

Por tanto, no es descabellado e incluso puede resultar útil soñar con una guerra o un desastre natural. El trauma colectivo puede afectar a los sueños, como han demostrado las investigaciones realizadas durante la pandemia a propósito de cómo cambiaron nuestros patrones de sueño durante esa época. Aunque la teoría del inconsciente colectivo de Carl Jung tiene muchos detractores, algunos acuden a ella para dar una explicación a estos cambios: apuntaría que la sociedad reúne una serie de arquetipos que modelan la personalidad del conjunto de las personas. Sería algo así como decir que tenemos una plataforma común de subconsciente, formada a partir de experiencias similares, imaginarios y símbolos, cuya existencia no viene dada por nuestros conocimientos adquiridos o historias individuales, sino por una fenomenología que todos compartimos.

De guerras, bombas y otros miedos ancestrales

Y ahí podríamos explicar las pesadillas compartidas que todos experimentamos, los sueños relacionados con cosas que no hemos vivido pero que tememos. Un ejemplo de ello son los 'sueños genbaku' que explica el psiquiatra Joseph Mazur en 'Psychology Today': soñar con la bomba atómica incluso mucho tiempo después de los problemas de Hiroshima y Nagasaki y, por supuesto, con mucha lejanía geográfica de esas zonas donde se dio el incidente. "Olvidamos el dolor y el sufrimiento porque los neurotransmisores nos protegen enterrando recuerdos traumáticos. Les contamos a los niños buenas noticias para evitar la tristeza", explica el psiquiatra. Sin embargo, a la hora de soñar, estos recuerdos pueden volver a aparecer.

Este tipo de pesadillas no son solo importantes para que afrontemos el futuro de manera individual, sino también para que no olvidemos el pasado

Mazur llega aún más lejos y explica que no solo este tipo de pesadillas son importantes para que afrontemos el futuro de manera individual, sino para que no olvidemos el pasado. "Cuando olvidamos los horrores del pasado, tienden a repetirse una y otra vez. ¿Saben las generaciones más jóvenes algo sobre lo que sucedió en Hiroshima y Nagasaki en 1945? Deben convencerse de que tanto la proliferación nuclear como el cambio climático (de lo que son mucho más conscientes) son amenazas iguales".

Por tanto, por paradójico que parezca, tendremos suerte si seguimos soñando con desastres naturales, guerras y otras amenazas, porque son el lazo que une los eventos traumáticos que han sucedido en la historia del ser humano y nos permite entender el miedo que pasaron los que nos precedieron, quizá con la idea de evitar errores en el futuro.