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De masticar hielo a lápices: por qué mordemos cosas que no son alimentos
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LA PICA

De masticar hielo a lápices: por qué mordemos cosas que no son alimentos

Es posible que de niños lo hiciéramos de manera inconsciente pero, ¿qué ocurre cuando somos adultos y no podemos dejar de hacerlo?

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Puede que lo hayas hecho más de una vez sin darte cuenta, a propósito o, en el peor de los casos, más de lo que te gustaría reconocer. Mascar hielo, una actividad que a muchos puede inducir una sensación de 'dentera' o de dolor relacionado con la sensibilidad dental, puede ser la causa o consecuencia de distintas enfermedades, tanto bucodentales como mentales.

En primer lugar, aumenta el riesgo a que sufras de una mayor sensibilidad dental, ya que el hielo produce grietas en el esmalte de los dientes, lo que aumenta la intensidad de la sensación al ingerir alimentos demasiado calientes o muy fríos, según informa Matthew Cooke, profesor de odontología en la Universidad de Pittsburgh, en un artículo publicado en 'Science Alert'.

La pagofagia consiste en la tendencia persistente o manía de consumir, ingerir o masticar cosas que no están consideradas como alimentos

En caso de que vayan a más estas grietas, podrá producirse una carie, ya que al romperse el esmalte las bacterias pueden penetrar hacia la capa blanda del diente, llamada dentina, con mayor facilidad. Por otro lado, si usas ortodoncia o ya tienes empastes, masticar hielo con cierta frecuencia puede dañar aún más los dientes, lo que podrá requerir una cirugía más avanzada como una endodoncia, lo que implicará la reconstrucción de una pieza dental.

Pero más allá de las conductas que podemos adquirir de forma puntual, también existe un trastorno mental que hace referencia al hecho de masticar hielo de manera compulsiva o frenética, entre otras cosas u objetos. Se trata de la pagofagia, la cual entra dentro de los trastornos relacionados con la pica, que consiste en la tendencia persistente o manía de consumir, ingerir o masticar cosas que no están consideradas como alimentos.

La anemia y el hielo

Hay estudios que asocian la pagofagia en individuos con niveles bajos de hielo en sangre, es decir, en pacientes de anemia. Concretamente, un estudio publicado en la revista 'Medical Hypotheses', el cual concluyó que "los sujetos sin anemia reportaron tasas muy bajas de pagofagia (4%), mientras que los que sí eran anémicos arrojaron tasas significativamente más altas (56%)". ¿A qué se debe? Los científicos adujeron que "masticar hielo desencadena cambios vasculares que llevan a una perfusión cerebral más intensa o alta", lo que podría resultar en un alivio de los síntomas asociados con la enfermedad.

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"Masticar hielo no tuvo ningún efecto sobre los sujetos del grupo de control sanos, mientras que en el grupo de los anémicos mejoró su condición", recalcaron los autores del estudio. "Las posibles explicaciones apuntan a que se activa el reflejo de inmersión, lo que conduciría a los individuos a una vasoconstricción periférica y una perfusión preferencial cerebral, o de forma alternativa, a la activación del sistema nervioso simpático, que también aumentaría el flujo sanguíneo hacia el cerebro".

Si la pica persiste más allá de la infancia, puede estar asociada con el autismo, el TOC o, incluso, la esquizofrenia

Este comportamiento a simple vista no reviste gravedad, ya que es muy común que se dé en la infancia. Seguro que, haciendo un esfuerzo mental, eres capaz de recordar el áspero sabor del lapicero que por puro aburrimiento te llevabas a la boca siendo niño. En este sentido, los pequeños pueden llevarse a la boca elementos tan dispares, y repletos de gérmenes, como pueden ser briznas de hierba, pelo humano o hasta papel.

Si la pica persiste más allá de la infancia, puede estar asociada con el autismo, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) o, incluso, la esquizofrenia. Evidentemente, estos problemas de salud revisten cierta gravedad y en ningún caso puede dar pie a pensar que existen por un comportamiento aislado o que se repite con cierta frecuencia. La razón más plausible sobre por qué nos llevamos cosas a la boca que no son alimentos es que sufrimos de estrés. Pero en caso de repetir la acción de manera recurrente o durante más de un mes, deberíamos preocuparnos y acudir de inmediato a un médico especialista.

¿Cómo parar?

En caso de que tengas simplemente pagofagia y no puedas resistirte a la tentación de masticar hielo, el primer consejo que ofrece Cooke es intentar no masticarlo, es decir, dejar que se derrita en la boca sin más. Además de proporcionar el frescor que buscabas, no dañará tus dientes ni encías. En caso de que tu problema esté relacionado con la pica y tengas la compulsiva tendencia de llevarte a la boca todo tipo de cosas que no son sanas ni están consideradas como alimentos, como te decíamos, lo mejor será recurrir a un especialista.

Puede que lo hayas hecho más de una vez sin darte cuenta, a propósito o, en el peor de los casos, más de lo que te gustaría reconocer. Mascar hielo, una actividad que a muchos puede inducir una sensación de 'dentera' o de dolor relacionado con la sensibilidad dental, puede ser la causa o consecuencia de distintas enfermedades, tanto bucodentales como mentales.

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