Encuentra un boleto de lotería premiado y 10 años después se lleva 12 millones de recompensa

En el año 2011, un ciudadano francés se convertía en uno de los mayores ganadores de lotería de la historia de Europa al llevarse un bote de 163,5 millones de euros. Sin embargo, cuando lo fue a cobrar, descubrió que había perdido el boleto y solo tenía el resguardo, lo que no era suficiente. Al mismo tiempo, una mujer se encontraba un boleto que, en el acto, la convertía en millonaria.

Aquello sucedió en septiembre de 2011 y, diez años después, un juzgado de París ha dictado sentencia: el ganador del sorteo tiene que compartir una parte del premio con la persona que encontró el boleto. Y han dictaminado que esa cantidad sea el 7,5% del premio, lo que supone que la mujer se lleva 12 millones de euros de recompensa.

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Sin embargo, llegar hasta aquí no ha sido fácil, como publica el diario francés Le Dauphine. Atrás han quedado varios juicios, demandas y dos partes enfrentadas que se creían en posesión de la verdad: el ganador del premio, con el recibo que demostraba que el boleto era suyo; la mujer que lo ganó, con el boleto que supone un cheque al portador.

Premios millonarios

El dueño original del boleto trató de cobrar el premio sin conseguirlo, mientras que la mujer que lo encontró quiso llevarse una parte del premio. Por eso, 'Française des jeux', la organizadora de los juegos de azar en Francia, pidió a ambas partes que llegaran a un acuerdo, aunque para conseguirlo han tenido que pasar prácticamente diez años.

La Hacienda gala intentó que la mujer pagara impuestos por su parte del premio

Finalmente, un juzgado de apelación de París ha dictaminado sentencia: la mujer se llevará el 7,5% del premio, unos 12 millones, mientras que el dueño del boleto se queda con el resto, más de 150 millones de euros. Pese al recorte, sigue siendo el segundo máximo premio que consigue un ciudadano francés con un juego de lotería.

Además, la mujer se quedará ese dinero libre de impuestos, a pesar de que la Hacienda gala trató de que no fuera así. Los juegos de azar están exentos de tributación en el país galo, pero las autoridades pensaron que al no ser ella la ganadora oficial debería pagar los impuestos correspondientes a su parte del premio. Finalmente, la justicia le ha dado la razón y podrá conservar su parte íntegra. Final feliz.