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¿Cuánto dura la felicidad a los ganadores de la lotería?
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¿Cuánto dura la felicidad a los ganadores de la lotería?

Varios estudios analizan cómo afecta un gran premio a la vida de las personas que lo consiguen y cuánto dura la felicidad en estos nuevos millonarios

Foto: Los estudios demuestran que el dinero no da la felicidad (al menos, no siempre) (iStock)
Los estudios demuestran que el dinero no da la felicidad (al menos, no siempre) (iStock)

El sueño de todos aquellos que participan en los juegos de azar es ganar un premio que les permita decir adiós a su trabajo, sus rutinas y, por supuesto, sus hipotecas y facturas pendientes. Por delante se intuyen años de felicidad y lujo en los que esos afortunados ganadores serán envidiados por amigos y familiares por su nueva vida.

Pero, ¿cuánto dura esa felicidad? ¿Durante cuánto tiempo es capaz una persona o una familia que ha ganado la lotería de mantenerse en esa espiral de lujos y alegría? John J. Medina, profesor de bioingeniería en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, es de los que creen que "el dinero no siempre da la felicidad".

Foto: Lotería de navidad (EFE)

El doctor Medina explica a The Great Courses Daily que varios estudios han cifrado en 90 días la duración de la felicidad: después de esos primeros tres meses, los nuevos multimillonarios regresan a los mismos niveles de felicidad que tenían antes de ganar su premio. Pero cada persona es diferente y mientras hay quien extiende y mucho esa cifra media, también hay quien la recorta.

Lotería y felicidad

Un buen ejemplo es Billie Bob Harrell, un hombre que ganó 31 millones de dólares en Texas, Estados Unidos, en 1997. Antes de ganar el premio millonario, su vida había sido un continuo desastre, pasando de trabajo en trabajo sin poder ahorrar nunca mucho dinero. Después de ganar su premio, su vida no mejoró y llegó a decir que "ganar la lotería es lo peor que me ha pasado".

Billie Bob Harrell: "Ganar la lotería es lo peor que me ha pasado"

No es de extrañar: los primeros meses, Billie compró todo tipo de regalos para él y su familia. Se fueron de vacaciones todos juntos e, incluso, hizo donaciones a su iglesia. Pero después cometió una imprudencia que fue el principio del fin, invirtiendo en una empresa que le estafó: menos de un año después, se había separado de su mujer y terminó suicidándose.

Pero el caso de Harrell no es aislado. Otro buen ejemplo de que el dinero no da la felicidad lo encontramos en Jack Whittaker, el ganador de más de 300 millones de dólares en un sorteo de la Powerball en 2002. Con ese dinero lo tenía todo para poder hacer feliz a su familia y casi que a toda su ciudad, pero su vida fue deshaciéndose poco a poco hasta acabar muy mal.

placeholder La felicidad por ganar la lotería dura una media de 90 días antes de volver a los niveles habituales
La felicidad por ganar la lotería dura una media de 90 días antes de volver a los niveles habituales

Como suele suceder casi siempre, las cosas fueron bien los primeros meses para Whittaker: compró casas, coches y regaló dinero a amigos y familiares. Sin embargo, se introdujo en una espiral de juego y alcohol que terminó por llevarse su fortuna por delante en apenas 5 años. Tiempo después, Jack Whittaker se hizo famoso por decir esta frase: "Ojalá hubiera roto ese boleto".

El dinero no lo es todo

Psicólogos y científicos han intentado medir la incidencia de la suerte en la vida de las personas a las que el azar les había sonreído. Se han hecho varios estudios y, a juicio del doctor Medina, "puedo resumir lo que las investigaciones dicen sobre la felicidad en dos frases: la primera, las relaciones te hacen feliz; la segunda, el dinero no lo hace".

Foto: Fuente: iStock

Para John J. Medina, es vital relacionarse con los demás para ser feliz. Por eso, recomienda que tanto los millonarios como quienes no lo son y aspiran a serlo algún día cultiven amistades: "Cuantos más amigos tengas en tu vida y cuanto más interactúes con ellos, más feliz es estadísticamente probable que seas".

Eso sí, aunque las historias de Harrell y Whittaker son la cara triste de la lotería, también hay muchas personas que han logrado una felicidad plena gracias a los juegos de azar. Un buen ejemplo son Cindy y Mark Hill, una pareja a la que la lotería pudo cambiar la vida en 2012 con un premio millonario, pero que siguió con su mismo estilo de vida y decidieron invertir la mayor parte de su fortuna en financiar proyectos para los demás.

Brad Duke ganó 220 millones a la lotería y dobló esa cantidad con sus inversiones

Otro buen ejemplo es Brad Duke. En 2005 ganó 220 millones de dólares a la lotería y decidió dejar su trabajo como encargado de una cadena de gimnasios. Duke comenzó a invertir su dinero sabiamente y terminó doblando la cantidad que había ganado gracias a sus inversiones inmobiliarias, en petróleo y en gas. Además, ha trabajado activamente en obras de caridad repartiendo una enorme cantidad de su dinero entre las personas que lo necesitaban.

El sueño de todos aquellos que participan en los juegos de azar es ganar un premio que les permita decir adiós a su trabajo, sus rutinas y, por supuesto, sus hipotecas y facturas pendientes. Por delante se intuyen años de felicidad y lujo en los que esos afortunados ganadores serán envidiados por amigos y familiares por su nueva vida.

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