Las 'charlas al fresco' de Algar, futurible Patrimonio de la Humanidad y beneficiosas para la salud mental

Una de las tradiciones veraniegas más reconocidas de cualquier pueblo de España son las reuniones al aire libre entre los vecinos e incluso los habituales veraneantes en las que comentan los últimos acontecimientos locales o incluso la actualidad nacional e internacional. Las tertulias a pie de puerta son escenas habituales en las zonas rurales de España durante los meses más cálidos del año y el ayuntamiento del pueblo gaditano Algar ha solicitado recientemente a la UNESCO que esta práctica se reconozca como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. El fin de esta petición es recuperar la socialización humana ante el creciente uso de nuevas tecnologías.

Este fin de semana Algar, un pueblo de Cádiz de unos 1,400 habitantes ha aparecido en los titulares del medio británico The Guardian debido a su iniciativa 'Charlas al fresco' que busca que las reuniones al aire libre típico de este pueblo sean reconocidos por la UNESCO y que de que esta tradición de hace décadas no se pierda. El pasado 31 de julio numerosos vecinos de Algar salieron a las calles con silla en mano como cualquier otra tarde de verano para charlar y además, apoyar esta solicitud a la UNESCO.

Existen varias razones por las que el ayuntamiento del pueblo cree que se merece este reconocimiento, entre ellas el valor de la interacción social en persona y resaltar la los beneficios que tiene para el gasto energético o incluso la salud mental. Según el alcalde de Algar, ose Carlos Sánchez Barea, "queremos volver a tener a todos fuera de sus puertas, al aire libre, en lugar de desplazarse por Facebook o ver la televisión dentro de sus hogares". Por su parte, el ayuntamiento ha publicado un video en sus redes sociales agradeciendo la gran de los vecinos del Algar y ha recalcado de forma positiva "estamos muy ilusionados y tenemos la esperanza de que con el esfuerzo de todos vamos a conseguir este reconocimiento para nuestra Villa".

"Los residentes salen a la calle y, en lugar de sentir que están solos, lo que consiguen es una sesión de terapia"

Además, el alcalde Sánchez también ha subrayado la importancia que tienen estas conversaciones para la salud mental, un asunto pendiente en España y que se ha agravado debido a la pandemia, explicando que los vecinos también suelen dedicar este tiempo de reunión para hablar de sus asuntos personales. Según Sánchez, "los residentes salen a la calle y, en lugar de sentir que están solos, lo que consiguen es una sesión de terapia" añadiendo que "comparten sus historias o los problemas por los que están pasando y los vecinos intentan ayudarles".

A pesar de que la noticia haya atrapado los medios nacionales e internacionales, la decisión de la UNESCO aún es incierta y el proceso puede ser tardía así que habrá que esperar, incluso algunos años, para determinar si esta típica tradición veraniega se pueda considerar como Patrimonio inmaterial de la Humanidad.