La edad a la que pierdes la virginidad puede estar definida por los genes, según un estudio
Un nuevo estudio de la Universidad de Oxford resuelve que hay 371 variables genéticas que determinan la primera vez que nos acostamos con alguien o cuándo vamos a tener nuestro primer hijo
¿A qué edad perdiste la virginidad? ¿Fue pronto o tarde? ¿Salió bien, fue un aburrimiento o realmente no te gustaría haberlo vivido? De media, hacemos el amor por primera vez en España a los 17,7 años, una edad temprana teniendo en cuenta que no supera la mayoría de edad. Según el estudio 'Los jóvenes y el sexo', las mujeres se inician antes, teniendo su primera relación sexual el 49,3% de ellas entre los 14 y los 17 años, un porcentaje que desciende al 43% en el género masculino.
Son muchos los factores que determinan perder la virginidad antes o después. Evidentemente, algunos son mejores que otros. Por ejemplo, si la perdiste con una pareja estable y precoz con la que tenías una buena compenetración y comunicación, será mucho mejor que si la primera vez que lo hiciste fue por presión social o porque la otra persona estaba muy insistente y tú no querías. Sea como sea, la primera vez que nos acostamos con alguien es algo que posiblemente recordemos toda la vida, pero más allá del acontecimiento en sí también la mera alusión a algo llamado "virginidad" que se pierde no deja de tener unas fuertes connotaciones religiosas un tanto perniciosas.
Los científicos descubrieron más de 300 segmentos de nuestro material genético que podrían vincularse con la primera vez que tenemos sexo
Un nuevo estudio, sin embargo, ha resuelto que la edad a la que perdemos la virginidad puede estar inscrita en nuestro código genético. La investigación no es una cualquiera, ya que fue realizada por la prestigiosa Universidad de Oxford. Los resultados ofrecieron 371 posibles variantes y condicionantes que determinan el momento exacto en el que una persona puede tener relaciones sexuales por primera veez o, incluso, a qué edad podrián concebir a su primer hijo.
Una muestra bastante grande
"Nuestros resultados abordarán conclusiones importantes en los temas de infertilidad, así como de salud sexual y mental de los adolescentes", asegura Melinda Mills, una de las autoras principales del estudio y profesora de la Universidad, a 'The Daily Mail'. La investigación se llevó a cabo en miles de británicos (concretamente 214.547 mujeres y 182.791 hombres), por lo que la muestra fue bastante completa y numerosa. A través de encuestas, los sujetos fueron preguntados por cuándo perdieron la virginidad. Y después complementaron la información con una base de datos llamada UK Biobank que contenía los datos genéticos y de salud de los ciudadanos británicos.
Para determinar cuál es la edad media a la que una mujer tiene su primer hijo, investigiador a otras 418.758 mujeres y a 124.008 hombres que participaron en estudios anteriores. Así, descubrieron más de 300 segmentos de nuestro material genético que podrían vincularse con el momento en que las personas tuvieron relaciones sexuales por primera vez o dieron a luz. Una especie de determinismo genético hasta para hacer el amor o traer una nueva vida al mundo.
Según el estudio, algunos de los genes se refieren al comportamiento mientras que otros con la reproducción. Y, a su vez, el equipo de científicos concluyó que también estos indicadores genéticos pueden relacionarse con otras enfermedades o problemas de salud, como por ejemplo desarrollar adicciones, diabetes tipo 2 o el TDAH. Los investigadores recalcaron que aún hace falta más estudio y análisis para determinar cómo se relacionan estos ámbitos tan diferentes entre sí a partir de los genes.
¿A qué edad perdiste la virginidad? ¿Fue pronto o tarde? ¿Salió bien, fue un aburrimiento o realmente no te gustaría haberlo vivido? De media, hacemos el amor por primera vez en España a los 17,7 años, una edad temprana teniendo en cuenta que no supera la mayoría de edad. Según el estudio 'Los jóvenes y el sexo', las mujeres se inician antes, teniendo su primera relación sexual el 49,3% de ellas entre los 14 y los 17 años, un porcentaje que desciende al 43% en el género masculino.