¿Velas que huelen a oficina? Empezaron de broma y ahora son todo un éxito

¿Se encuentra usted teletrabajando y echa de menos la vida de oficina? ¿La fotografía en su mesa, la máquina de café, las escaleras por las que bajaba a tomarse un descanso y aprovechar para fumarse un cigarrillo? Pues quizá le apetezca cerrar los ojos, relajarse y aspirar el olor a oficina, como cuando Marcel Proust comía magdalenas y eso le hacía recordar los paseos perdidos de su infancia por Combray.

Quizá parezca una broma, pero es cierto. Los pedidos de 'Eau d'office' existen, y se trata de una serie de velas de distintos aromas que ahora puedes adquirir si quieres recordar cómo era el olor de las sobras del desayuno, las 96 páginas que alguien se dejó en la impresora sin ir a recoger o la prisa de las tardes en la cafetería. Olores ambiguos, sin duda, pero que se han agotado en poco tiempo, según informa 'The Guardian'.

Son los aromas anhelados de una vida que parece pasada, inventados por los directores creativos Katie Facada y Thibault Gerard. La pareja tiene su sede en Nueva York y trabaja para la firma de diseño RGA. Su búsqueda para recrear esos olores de la vida de oficina comenzó como una broma, un regalo de despedida para unos colegas, con una mezcla de olores que iban desde el alcohol a los granos de café o las patatas fritas de la máquina expendedora.

Olor a impresoras, café, microondas...

Pero la broma pronto cobró vida propia e hicieron velas para los 650 empleados de su empresa. "De repente nos llegaron miles de peticiones de ex empleados, agencias asociadas, clientes proveedores... y comenzamos a abrirlo al público", explicó Gerald. Por ahora, las velas solo se envían a residentes en Estados Unidos y no saben muy bien qué harán cuando se agoten los suministros, pero han tenido tantas peticiones y propuestas de nuevos aromas que quizá hagan más en las próximas semanas, pues están bastante sorprendidos de la popularidad del proyecto.

La broma pronto cobró vida propia e hicieron velas para los 650 empleados de su empresa. De repente, les llegaron cientos de propuestas y peticiones

"Tratamos de crear velas que, naturalmente, huelan bien pero también que puedan evocar recuerdos específicos", explican. "Las cañas de después eran una forma de relajarse después de una semana larga, incluso una reunión agotadora es algo que algunas personas extrañan porque no es lo mismo que una reunión en Zoom. Intentamos que se recuerden esos momentos (y las personas implicadas) encendiendo unas velas, por lo que luchar por la autenticidad es un verdadero desafío".

Los resultados finales no siempre huelen bien, "tampoco pretendemos que sea un olor agradable para la mayoría, sino más bien una manera de recordar la vida de oficina que nunca pensamos que perderíamos o podríamos echar de menos". Entre las nuevas sugerencias que han recibido incluso están el olor a desinfectante de un baño que acaba de ser limpiado o el olor a pescado en la cocina cuando te has dejado algo en el microondas. Parecen poco agradables, pero teniendo en cuenta que comenzaron como una broma y están triunfando, no suenan tan mal. ¿Y tú? ¿Sientes nostalgia por los olores de oficina? ¿Qué momentos de la vida laboral convertirías en una vela?