Ganan 34 millones a la lotería y están a punto de perderlos por un descuido imperdonable

Chad y Christa Breyer viven en Tavistock, una pequeña localidad de apenas 7.000 habitantes en la provincia canadiense de Ontario. Esta pareja ha protagonizado una de las anécdotas más comentadas de los últimos tiempos en el mundo de la lotería ya que durante una semana fueron millonarios sin saberlo y, además, pusieron en peligro su fortuna.

El afortunado ganador explica a Global News que "compré el boleto de la Lotto Max el domingo para el sorteo del martes 16 de marzo y lo puse en el portavasos de mi coche como lo hago habitualmente. Después, me dediqué a mis asuntos, ir a trabajar o hacer recados, pero nunca cierro mi automóvil". Así que el billete se quedó en el coche.

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Es más, Chad reconoce que "incluso salí y compré un boleto para la Lotto 6/49 (un tipo de juego similar a la Lotería Primitiva) para el sorteo del sábado siguiente con el boleto ganador de la Lotto Max todavía en mi coche". Por aquel entonces no sabía que ya era millonario, pero que tenía su fortuna en el portavasos de su coche esperando a que la cobrara.

Millonario por sorpresa

Después de algunos días, su mujer le pidió los boletos de la lotería que tuviera pendientes. Ambos son amantes de los juegos de azar y, de vez en cuando, comprueban todos los billetes de semanas anteriores en el mismo momento. Fue entonces cuando Chad recordó que tenía un billete en el coche y fue a buscarlo, sin saber lo que iba a pasar a continuación.

Dejaron su coche abierto durante una semana con el boleto ganador a la vista

Christa escaneó varios boletos con la aplicación de la lotería de su teléfono cuando, de repente, en su pantalla apareció una cifra enorme: 50.000.000 de dólares canadienses, el equivalente a casi 34 millones de euros. Así que no se lo pensaron dos veces, se subieron a su coche y se fueron hasta la tienda más cercana para comprobar el boleto en una máquina oficial.

Allí se repitió la misma escena: el boleto tenía un premiode 50 millones de dólares, por lo que Chad se marchó a toda prisa. Incluso reconoce que "estaba tan emocionado que agarré el boleto y el recibo, salí corriendo de la tienda y volví a casa. No sabía que tenía que quedarme para hablar con el representante de la lotería que llamó a la tienda unos momentos después".

Finalmente, Chad regresó a la tienda y habló con los ejecutivos de la lotería, que le hicieron saber los pasos que tenía que dar para recoger el premio. Después llegó el momento de compartir la noticia con la familia, así que cogieron un pantallazo del anuncio del premio y se lo enviaron a sus padres y hermanos, que reaccionaron como locos ante la suerteque habían tenido.

No juegan con el premio

Christa y Chad recogían esta semana su premio millonario y sorprendían al reconocer que no jugaban a la lotería por dinero, tal y como explica la mujer: "Hace años me dijeron que el dinero de la compra de boletos de lotería se dedica a los hospitales, la atención médica y también se retribuye a las comunidades. Entonces, ¿por qué no comprar un boleto de lotería?"

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El padre de Chad fue uno de los que más se emocionó al conocer la noticia: "Me dijo que no podría haberle pasado a un hombre mejor, que he trabajado duro toda mi vida y ahora ha valido la pena". Y lo demostraron volviendo a trabajar ambos al día siguiente: "Tengo algunos proyectos que debo terminar primero antes de pensar en la posibilidad de jubilarme; no puedo dejar a mi jefe y colegas sin antes cumplir con mis obligaciones".

Los Breyer, que son padres de dos hijos, ya han comenzado a hacer planes sobre el destino que van a dar a su dinero: "Vamos a comprar una casa nueva con una gran propiedad para nuestra familia y también compraremos un par de vehículos nuevos: una camioneta y un SUV con tracción en las cuatro ruedas que funciona bien en nuestros duros inviernos".

"Mi padre me dijo que esto no podría haberle pasado a un hombre mejor"

Pero, además, piensan dedicar parte del premio a diversas ONG y, por supuesto, piensan viajar una vez que puedan hacerlo de manera segura. Christa asegura que "quiero regresar a California. Fuimos allí en nuestra luna de miel hace muchos años y hemos estado acumulando puntos de fidelidad de aerolíneas con la esperanza de regresar, pero ahora podemos viajar allí con estilo". Sin duda, se lo merecen.