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Cómo cambiarán los diseños de los hogares después de la pandemia
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Cómo cambiarán los diseños de los hogares después de la pandemia

Nuestras casas se han quedado pequeñas después de pasar tanto tiempo en ellas, y nos hemos dado cuenta de qué aspectos deben modificarse para el futuro

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Parecía imposible, pero nos hemos adaptado a una vida en pandemia. Esto significa que hemos aceptado pequeños cambios en nuestras vidas que, sin embargo, las modifican completamente: mascarillas, distancia social, teletrabajo, reuniones por videollamada, perímetros... muchas de estas palabras poco o nada significaban antes para nosotros, pero en los últimos tiempos han cobrado vital importancia.

Así mismo, nuestra concepción de muchos aspectos de la vida que parecían fijos e inamovibles ha cambiado. Podemos trabajar desde casa, quizá no veamos a nuestros amigos o seres queridos durante meses y estamos preparados (algunos más que otros) para pasar largas temporadas encerrados en nuestro hogar. El estado de alarma y la obligación de permanecer en casa pusieron sobre la mesa algunas cuestiones importantes: que hasta la pandemia entiende de clases sociales, y que no todo el mundo vivió el confinamiento con las mismas comodidades.

La obligación de permanecer en casa puso sobre la mesa una cuestión importante: que la pandemia entiende de clases sociales pues no todo el mundo vivió el confinamiento con las mismas comodidades

También, sorprendentemente, parece haber traído consigo una nueva forma de concebir el hogar después de tantos años escuchando hablar de la España vaciada y los problemas de superpoblación en las metrópolis. Históricamente, la gente marchaba del campo a la ciudad para trabajar, y sin embargo, en los últimos tiempos, muchas personas parecen querer decantarse por hogares más amplios, con jardínes y a las afueras, por si llegase otro 'desastre nuclear' que nos llevara a una situación parecida a la que ya hemos vivido. Esta nueva percepción social, en la que se prefieren los hogares espaciosos, da importancia a la naturaleza parece arrastrarnos irremediablemente hacia un éxodo en el extrarradio. Nada raro, si en el futuro nuestra oficina será nuestra propia casa y no nos hará falta bajar al súper a hacer la compra.

¿Cambiará entonces nuestra concepción de la vivienda? Aunque el ser humano siempre fantasea acerca de cómo será el futuro, parece que en este caso es el propio futuro el que se ha adelantado al ser humano. La doctora Sally Augustin habla en un reciente artículo publicado en 'Psychology Today' de los imperceptibles cambios que la pandemia ya ha introducido en nuestros hogares. Nuestras casas se han quedado pequeñas después de pasar tanto tiempo en ellas, y nos hemos dado cuenta de qué aspectos deben modificarse.

Durante el confinamiento han cobrado importancia las cocinas, las áreas para almacenar, las zonas al aire libre o las destinadas al teletrabajo

  • Las cocinas han cobrado protagonismo durante la pandemia. Como ya no iremos tanto de restaurantes, Augustin asegura que primaremos por cocinas grandes que nos aseguren una comida saludable y placentera.
  • También será importante destinar áreas a almacenar. Durante la pandemia vivimos situaciones dignas de las películas en las que el fin del mundo se aproxima. Muchas personas con alacenas, despensas u otros rincones pudieron guardar mejor sus reservas mundiales de papel higiénico o los alimentos, pero los que no contaban con esos espacios lo tuvieron mucho más difícil.
  • Las zonas al aire libre (incluso los balcones) han demostrado ser muy valiosas, casi un salvavidas psicológico, para muchos habitantes de ciudad. Como decíamos al principio, tanto es así que incluso algunas personas han optado por alejarse del centro en pos de casas más grandes y ajardinadas, en la periferia.
  • Nichos diseñados para la comunicación electrónica. Las zonas 'zoom' serán necesarias para no convertirnos en memes cuando nuestros hijos pasen por detrás de la cámara en mitad de una reunión con el jefe. Además, hemos sobrevivido gracias a internet, por lo que su efectividad debe estar asegurada en cualquier espacio de vida futuro.
  • Las zonas de transición (recibidores, vestíbulos...) que permitan quitarse la ropa contaminada también han sido una ventaja para evitar la propagación de contagios.

Con todas estas y alguna idea más en mente, parece claro que nuestras necesidades han cambiado. Teniendo en cuenta que las pandemias mundiales, si echamos un vistazo a la Historia de la humanidad, no parecen ser la excepción sino la regla, estas nuevas necesidades han venido para quedarse. En 'Dezeen', Michelle Ogundehin también se adelanta y señala cómo creen que serán los hogares del futuro: la protección contra el exterior será fundamental, por lo que primarán los sistemas de filtración de aire y agua, también habrá, según explica, un renacimiento de las habitaciones olvidadas (bibliotecas, despensas, lavaderos y salones).

Más sostenibles, preocupados y polivalentes

Desde El Confidencial hemos hablado con el arquitecto Iván Samaniego, de Intenso Madrid, y él también está convencido de que la forma de concebir la vivienda cambiará en el futuro próximo o ya está cambiando. "Estamos haciendo reformas integrales y nos piden espacios polivalentes. Mucha gente, debido al confinamiento, ha tenido que teletrabajar y se ha dado cuenta de que no tenía en su hogar un lugar en el que pudiera trabajar cómodamente. Esto para nosotros será un reto, unir en tu hogar lo laboral y lo personal, pero que haya independencia entre ambos conceptos", explica.

placeholder Proyecto moderno de arquitectura (Fuente: iStock)
Proyecto moderno de arquitectura (Fuente: iStock)

Por ello mismo, él no lo cree tanto que habrá un renacimiento de habitaciones olvidadas como decíamos anteriormente, sino que surgirán las habitaciones polivalentes que tendrán varios usos. "Ya nadie tiene una biblioteca en casa porque se ha perdido su uso cuando la mayor parte de la gente tiene un 'eBook', sin embargo habrá que reorganizar la vivienda. Las habitaciones tendrán varios usos, los espacios tendrán que usarse para varias cosas. Ahora mismo no puede ser que trabajes a dos metros de la cama y después vuelvas a ella, porque al final la casa se nos está quedando pequeña".

"No hemos coincidido con ningún cliente por ahora que quiera marcharse a la periferia, pero personalmente si tengo compañeros que literalmente han dicho que se ahogan en un piso normal, aunque tenga terraza. Ahora se necesita un contacto directo con la naturaleza. Durante el siglo XX (y en realidad desde la Edad Media) se diseñaron las ciudades para que fueran compactas por una cuestión de tiempo y gastos en desplazamientos, se buscaba lo verde pero con edificios en altura, sin embargo esta idea puede que vaya a cambiar. Vamos hacia un futuro más sostenible, la normativa se está volviendo más exigente y la gente está más concienciada. La parte mala de irse a la periferia es que ahora mismo es viable porque trabajamos desde casa, pero, ¿y si en algún momento volvemos a lo anterior? Será un retroceso, por supuesto, desde mi punto de vista", apunta el arquitecto.

"Quizá lleguemos a una utopía en la que se diseñen viviendas laboratorio donde no entre ni un ácaro, pero creo que lo que ahora echamos de menos es el contacto social, salir y tocar"

Lo que nadie pone en duda es que la enfermedad nos ha cambiado psicológicamente y muchas personas se han vuelto más temerosas o incluso hipocondríacas. ¿Podría eso cambiar también nuestras necesidades de vivienda para que estas se encuentren más protegidas? "Pues sinceramente, espero que no", Iván se ríe. "Esto es algo que como sociedad tenemos que superar y volver a una normalidad. El coronavirus puede cambiar nuestros hábitos de vida, como el teletrabajo, pero no debe cambiar los sociales. Quién sabe, quizá lleguemos a una utopía en la que se diseñen viviendas laboratorio donde no entre ni un ácaro, pero creo que lo que ahora echamos de menos es el contacto social, salir y tocar. Y eso no lo deberíamos perder nunca".

Parecía imposible, pero nos hemos adaptado a una vida en pandemia. Esto significa que hemos aceptado pequeños cambios en nuestras vidas que, sin embargo, las modifican completamente: mascarillas, distancia social, teletrabajo, reuniones por videollamada, perímetros... muchas de estas palabras poco o nada significaban antes para nosotros, pero en los últimos tiempos han cobrado vital importancia.

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