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La increíble ciudad utópica construida para 5.000 personas en el desierto
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La increíble ciudad utópica construida para 5.000 personas en el desierto

En los años 70, el arquitecto italiano Paolo Soleri concibió, en Arizona, Arcosanti. Una utopía que buscaba incorporar la fauna que le rodea, en lugar de romper con ella

Foto: Fuente: iStock.
Fuente: iStock.

Según datos publicados por las Naciones Unidas, en 2040 habrá en el planeta unas 8.500 millones de personas, y cerca de 10.000 millones en 2050, frente a los 7.700 millones que vivimos actualmente en la superficie terrestre. Si estas conjeturas son correctas, tenemos un pequeño problema: ¿dónde entrará todo el mundo? El cual se une a otros preocupantes puntos contra los que hoy en día ya tratamos de luchar, como son el cambio climático o la contaminación.

Hace ya un siglo, algunos arquitectos especialmente concienciados comenzaron a pensar en alternativas a lo que conocemos como 'normal'. Fue el caso, por ejemplo, de Arturo Soria, que consideraba que la escasez de viviendas para obreros, la escasa higiene de las mismas y el precio del suelo eran los principales problemas de Madrid durante el siglo XIX. Para ello, ideó la utopía de la Ciudad Lineal, una calle lineal con calles paralelas donde se enlazasen las viviendas, unifamiliares y con jardín, en un estilo americano que solucionaría los problemas de hacinamiento de la época. Se inspiró para ello en las ideas de algunos socialistas utópicos como Owen o Cabet.

Se encuentra compuesto en la actualidad de 13 estructuras, entre las que se incluyen un laboratorio, un anfiteatro, una fundidora o una piscina

La falta de espacio es un problema, tanto para vivos como para muertos. Las alternativas, por tanto, son fundamentales para garantizar nuestra supervivencia en este planeta. Por ejemplo, En Hong Kong, donde hay que esperar años para conseguir un lugar donde enterrarte, se desarrolló hace unos años un prototipo de 'isla' llamada Floating Eternity. Una zona en alta mar a la que se podría acceder en ferry y además atracaría en tierra firme durante algunas vacaciones relacionadas con el culto a los muertos. Y en Taiwán o Brasil están optando por enterrar a sus muertos en vertical, en grandes edificios.

placeholder Arcosanti.
Arcosanti.

Entre las posibles alternativas para el incierto futuro, hay una especialmente interesante: la arcología (la suma de arquitectura y ecología). Se trata de un tipo de arquitectura basado en estructuras de grandes dimensiones que permitan un diseño urbano de alta densidad, compacto, de bajo impacto ecológico y alta eficiencia en el uso de recursos, en oposición a la expansión ilimitada de las ciudades actuales, todo en la búsqueda de una mejor calidad de vida. Su promotor fue el italiano Paolo Soleri, originario de Turín, que trabajó con Frank Lloyd Wright. El pueblo experimental que mostró que esta utopía podría ser una realidad en el futuro se llamó Arcosanti.

Arcosanti sigue siendo una utopía. En la actualidad tan solo un 5% de los edificios planificados se han levantado, desde hace casi 30 años no se ha construido nada nuevo

Arcosanti se concibió en los años 70, en Arizona. Aunque su meta siempre ha sido que se convirtiera en un hogar para albergar unas 5.000 personas, por el momento la población ha tendido a variar entre 50 y 150, muchas de ellas estudiantes y voluntarios. Se encuentra compuesto en la actualidad de 13 estructuras, entre las que se incluyen un laboratorio, un anfiteatro, una fundidora, una piscina y el centro de música Colly Soleri. La mayoría de los edificios están orientados al sur, para captar mejor la luz y el calor del sol y el diseño de los techos admite la máxima cantidad de luz solar en invierno, así como la mínima en verano. Lo que pretende Arcosanti es incorporar la fauna que le rodea, en lugar de romper con ella, como viene siendo habitual a la hora de construir edificios.

El problema de Arcosanti es que, a día de hoy, sigue siendo tan solo una utopía. Llevarlo a cabo era realmente costoso y con el paso de los meses el dinero comenzó a ser mucho más difícil de recaudar, lo que provocó que muchos de los voluntarios que trabajaban en él decidieran abandonar el proyecto. En la actualidad tan solo un 5% de los edificios planificados se han levantado, desde hace casi 30 años no se ha construido nada nuevo en el espacio concebido en Arizona, aunque recibe un promedio de 6.000 visitas al año. Con la muerte de Soleri, en 2013, solo quedan aproximadamente unos 80 trabajadores en la zona que cobran un sueldo mínimo por continuar con Arcosanti, y viven ahí.

"En lugar de competir, la gente colabora, todo en la consecución de un futuro mejor en el que la sostenibilidad sea la norma"

"La gente que en un principio vino aquí a trabajar estaba preocupada por el futuro", cuenta en 'BBC' Sue Kirsch, directora de archivo del proyecto. "No solo pensaban en la arquitectura, también en dónde nos llevaría el hiperconsumo". Quizá parezca el escenario de una película futurista, pero lo que Soleri pretendía con su proyecto era la unión de las fuerzas de los individuos en la búsqueda de una sociedad evolucionada. Algunos de sus arquitectos, no obstante, no creen que se trate de una arquitectura novedosa, sino más bien de adecuar conceptos del pasado (algo así como la vida tribal) a las sociedades posmodernas. En lugar de competir, la gente colabora, todo en la consecución de un futuro mejor en el que la sostenibilidad sea la norma. Quién sabe si ese futuro llegará algún día.

Según datos publicados por las Naciones Unidas, en 2040 habrá en el planeta unas 8.500 millones de personas, y cerca de 10.000 millones en 2050, frente a los 7.700 millones que vivimos actualmente en la superficie terrestre. Si estas conjeturas son correctas, tenemos un pequeño problema: ¿dónde entrará todo el mundo? El cual se une a otros preocupantes puntos contra los que hoy en día ya tratamos de luchar, como son el cambio climático o la contaminación.

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