La nevada de Texas desata las teorías más disparatadas de los conspiranoicos

Si en España hay negacionistas de la nieve, en Estados Unidos los ciudadanos tienen que lidiar con los teóricos de la conspiración, que afirman que la ola de frío texana que ha provocado la muerte de más de una treintena de personas, se trata de una estrategia del gobierno norteamericano. Un ejemplo es un “TikToker” que ha compartido una serie de vídeos en los que derrite bolas de nieve con un mechero o, incluso, con un secador.

No parece necesario afirmar que esas pruebas carecen de fundamento, puesto que es totalmente normal que la nieve se comporte de esa forma cuando es expuesta al calor, informa Unilad. De hecho, la nieve sólida pasa a su estado gaseoso, en vez de a estado líquido, en lo que se conoce como sublimación.

Sin embargo, la red social china está impregnada de afirmaciones que respaldan una supuesta “nieve falsa” y similares. Incluso el presidente Joe Biden ha sido sometido igualmente a acusaciones ridículas del grupo de conspiración QAnon,, que sostiene que colaboró con China para provocar un apagón masivo en Texas.

TikTok, contra la desinformación

Otros culpan a Bill Gates de la gran congelación, tras conocerse que buscará formas de atenuar el sol en un intento de retrasar el inevitable cambio climático. De hecho, en una publicación que ya ha sido eliminada de Twitter, un teórico compartió lo siguiente: “Gracias, Bill Gates, por tratar de hacernos creer que esta nieve es real. Verás que no se está derritiendo y que se va a quemar”.

Desgraciadamente, la desinformación y las noticias falsas se propagan rápidamente, y estas en concreto lo están haciendo a través del hashtag #governmentsnow. Aunque TikTok no se ha pronunciado sobre esta tendencia, es bien sabido que la aplicación lucha para mantenerse al tanto de la propagación de la desinformación en su plataforma.

De hecho, entre las directrices oficiales de la comunidad de TikTok, está la prohibición de la “desinformación relacionada con emergencias que inducen el pánico”. Y es que las teorías de conspiración son de poca utilidad para los millones de personas que luchan por sobrevivir a temperaturas bajo cero, sin agua corriente ni electricidad.