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Un hombre pagará 14.000€ de electricidad por no apagar la luz en la ola de frío en Texas
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MUCHAS PERSONAS, SIN ELECTRICIDAD

Un hombre pagará 14.000€ de electricidad por no apagar la luz en la ola de frío en Texas

La histórica borrasca que ha arrasado el sur de Estados Unidos deja decenas de personas con deudas de miles de euros por sus contratos con las compañías eléctricas

Foto: Miles de personas se quedaron sin luz ni agua en sus casas (Reuters/Cooper Neill)
Miles de personas se quedaron sin luz ni agua en sus casas (Reuters/Cooper Neill)

Griddy es una pequeña compañía eléctrica norteamericana que se caracteriza porque solo cobra a sus clientes el precio que marcan los mayoristas. Su negocio está en los 10 dólares mensuales, algo más de 8 euros, que cobra como cuota mensual, lo que genera una factura 'asequible'. Sin embargo, tiene un riesgo: el precio de la electricidad que envían los mayoristas puede cambiar cada hora dependiendo de la oferta y la demanda del momento.

Hace algunas semanas, los 29.000 clientes de Griddy recibieron un mensaje de la compañía eléctrica: se avecinaba una tormenta histórica y todo hacía prever que las tarifas eléctricas se iban a disparar. Por eso, pedía a sus clientes que se cambiaran a otro proveedor para evitar sustos, todo un detalle de ejemplaridad empresarial. Sin embargo, no todos pudieron o quisieron hacerlo… y han pagado las consecuencias.

Foto: Trabajadores de emergencia ayudan a retirar nieve en Forth Worth, Texas. (Foto: EFE)

Scott Willoughby, un veterano del ejército de 63 años, ha recibido una factura por un importe de 16.752 dólares, casi 14.000 euros al cambio. Es más de 70 veces lo que paga por todos los servicios que tiene contratados en su casa y se ha llevado por delante sus ahorros de toda la vida, tal y como explica al New York Times: "No hay nada que pueda hacer al respecto, pero me ha roto".

Casos sangrantes

No es el único caso. Katrina Tanner ha pagado 6.200 dólares este mes, una cantidad excesiva a todas luces teniendo en cuenta que en todo el año 2020 apenas pagó 1.000 dólares. Ahora, solo le quedan 200 dólares en el banco… y porque no le han cobrado (aún) la factura completa. Scott y Katrina son solo dos ejemplos de las decenas de personas que viven en Texas y que han visto cómo sus facturas de la luz han alcanzado cifras estratosféricas por culpa de la última ola de frío.

placeholder La ola de frío ha hecho estragos entre la población: sin luz ni agua (Reuters/Adrees Latif)
La ola de frío ha hecho estragos entre la población: sin luz ni agua (Reuters/Adrees Latif)

Esas facturas pertenecen a clientes cuyas tarifas no son fijas, sino que dependen de la fluctuación de los precios del mayorista. Y los afectados han comenzado a quejarse, lo que ha llevado al gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, a reunirse de emergencia con los legisladores del estado para analizar esas facturas desorbitadas.

Las compañías eléctricas de Texas no estaban preparadas para esta ola de frío, así como tampoco lo estaban las que prestan el servicio de gas natural. Eso provocó que millones de clientes de todo el estado se quedaran sin calefacción con temperaturas que alcanzaron los 20 grados bajo cero y que, al mismo tiempo, se dispararan los precios de la electricidad. La Comisión de Servicios Públicos reguló que se alcanzara el precio máximo permitido, 9 dólares por kilovatio a la hora, lo que ha llevado a la mayoría de los texanos a recibir facturas muy altas, mientras decenas de clientes de pequeñas empresas iban directamente a la ruina.

La Comisión de Servicios Públicos ordenó el precio máximo permitido, 9 dólares kilovatio/hora

Muchos especialistas creen que las personas no son conscientes del riesgo que supone convertirse en cliente de esas empresas sin tarifas cerradas. Tyson Slocum, director de la organización de defensa del consumidor Public Citizen, lo tiene claro en casos como los de Griddy: "¿Qué estaba pensando la Comisión de Servicios Públicos de Texas al permitir que el tipo de hogar medio se inscribiera en este tipo de programa? El riesgo-recompensa está tan fuera de lugar que nunca debería haberse permitido comercializarlo".

Por su parte, Griddy entiende a sus indignados clientes y traslada el problema a la Comisión de Servicios Públicos: "Tenemos la intención de luchar junto con nuestros clientes por la equidad y la responsabilidad, para revelar por qué se permitió que ocurrieran tales aumentos de precios cuando millones de tejanos se quedaron sin electricidad". Lo único que queda claro es que Scott Willoughby, Katrina Tanner y decenas de personas como ellos se han quedado sin sus ahorros de toda la vida por culpa de una ola de frío.

Griddy es una pequeña compañía eléctrica norteamericana que se caracteriza porque solo cobra a sus clientes el precio que marcan los mayoristas. Su negocio está en los 10 dólares mensuales, algo más de 8 euros, que cobra como cuota mensual, lo que genera una factura 'asequible'. Sin embargo, tiene un riesgo: el precio de la electricidad que envían los mayoristas puede cambiar cada hora dependiendo de la oferta y la demanda del momento.

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