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Tus zapatillas de deporte pueden incrementar el riesgo de tener una lesión
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Tus zapatillas de deporte pueden incrementar el riesgo de tener una lesión

En los años 70 comenzó a ponerse de moda un calzado con el arco y las puntas delanteras ligeramente pronunciados. Esto podría ser malo a la larga para los pies, según un estudio

Foto: Fuente: iStock.
Fuente: iStock.

Con buenos zapatos, los caminos parecen mejores. El problema es que es muy difícil dar con unos que realmente nos vayan cómodos, especialmente a la hora de realizar ejercicio, pese a lo importante que es. Si echas un vistazo a tus zapatillas de deporte, lo más seguro es que puedes ver que las puntas delanteras se curven un poco hacia arriba. Sucede con muchos calzados porque así resultan más cómodos.

Sin embargo, según los expertos, la comodidad que ofrece este diseño puede perjudicar el pie a largo plazo. Así lo asegura Nicholas Holowka, antropólogo de la universidad de Buffalo, en un estudio reciente. "Esos resortes del dedo del pie pueden contribuir al debilitamiento de los músculos con el tiempo y eso nos hace más susceptibles a diferentes lesiones como la fascitis plantar", recoge 'Science Alert'. "Reduce la cantidad de trabajo que necesitamos hacer con los músculos de los pies".

Esos resortes del dedo del pie pueden contribuir al debilitamiento de los músculos y eso nos hace susceptibles a lesiones como la fascitis planta

Cuando damos un paso, este se divide en distintas partes: primero nuestro talón golpea el suelo y después todo el pie hace el contacto. A medida que avanzamos hacia el siguiente paso, desplazamos nuestro peso hacia los dedos de los pies y nos levantamos posteriormente del suelo con ellos. Este empujón (también llamado despegue) requiere los diminutos músculos que se encuentran en las articulaciones metatarsofalángicas, donde las puntas de nuestros pies se encuentran con la base de nuestros dedos para mantener nuestro pie rígido. Estas articulaciones permiten la transferencia de energía del pie al suelo y la espalda.

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El resorte del dedo del pie que llevan los calzados (es decir, las puntas delanteras curvadas) reduce el trabajo de los músculos para hacer un despegue adecuado, según descubrió el estudio. Llegaron a la conclusión después de observar a 13 personas caminar en una cinta de correr con varios tipos de calzado. Los participantes tuvieron que andar descalzos y con cuatro tipos diferentes de zapatos con resortes cada vez más pronunciados. Los investigadores, mientras tanto, utilizaron un sistema de cámara infrarroja y placas especiales integradas en la cinta para medir cuánta potencia ponen los caminantes en cada paso y cuánta fuerza aplicaban al suelo durante sus despegues.

Cuanto más pronunciada es la curva del zapato, más energía necesitan generar los pies para poder levantarse del suelo

Los resultados fueron claros: cuanto más pronunciada era la curva del zapato, más energía necesitaban generar los pies para poder levantarse del suelo. "Imagina eso con los miles de pasos que damos al día durante años", dijo Holowka. "Como los músculos trabajan menos, es probable que no puedan proteger con tanta eficacia otros tejidos blandos del pie, lo que podría desenvocar en ciertas afecciones como la fascitis plantar".

La fascitis plantar se caracteriza por una inflamación dolorosa en el tejido de la fascia plantar (el tejido grueso de la planta del pie). Es una lesión bastante común entre los corredores y se acompaña de un dolor punzante en talones y arcos. Además de ello, Holowka y sus colegas creen que los resortes de los dedos podrían contribuir a la prevalencia de la lesión.

Muchos deportistas que realizan sus prácticas descalzos acaban, en muchas ocasiones, con lesiones de pantorrilla y talón de Aquiles

¿Significa eso que cuando termines de leer este artículo debes tirar todos tus zapatos a la basura? No exactamente. Puede llevar mucho tiempo desarrollar los músculos, y si intentas hacerlo con rapidez podrías lastimarte. De hecho, muchos deportistas que realizan sus prácticas descalzos acaban, en muchas ocasiones, con lesiones de pantorrilla y talón de Aquiles.

"Yo recomendaría una transición lenta a un calzado mínimo para evitar lesiones por uso excesivo" aseguró Holowka. Este tipo de zapatos se hicieron muy populares en la década de los 70, algo muy reciente si hablamos en términos evolutivos. "Si comenzamos a usar zapatos con todo tipo de características para controlar y limitar el movimiento natural de nuestro pie, como lo hemos estado haciendo durante décadas, podría significar que no estamos usando nuestros pies de la forma en que evolucionaron para funcionar. Este es un ejemplo clásico de un desajuste evolutivo, en el que nuestro cuerpo se encuentra en un entorno novedoso para el que nuestros zapatos no han evolucionado", concluyó el antropólogo.

Con buenos zapatos, los caminos parecen mejores. El problema es que es muy difícil dar con unos que realmente nos vayan cómodos, especialmente a la hora de realizar ejercicio, pese a lo importante que es. Si echas un vistazo a tus zapatillas de deporte, lo más seguro es que puedes ver que las puntas delanteras se curven un poco hacia arriba. Sucede con muchos calzados porque así resultan más cómodos.

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