Cinco razones para adelgazar corriendo: la mejor manera de perder peso

Cuando escribimos nuestra lista con los propósitos para el año nuevo, siempre aparecen algunos temas recurrentes, dependiendo de cada persona: adelgazar, dejar de fumar y hacer más deporte son algunos de los más repetidos. Con la vuelta a la rutina llega el momento de apuntarse al gimnasio para comenzar a hacer ejercicio, comer más sano para que la báscula no estalle, etc.

Pero, conforme van pasando las semanas, esos buenos deseos van quedando en el olvido: el deporte se nos va atragantando, nunca es un buen momento para dejar de fumar y lo de comer sano y adelgazar no es fácil. Por eso, dejando a un lado a los fumadores y sus problemas con el tabaco, vamos a centrarnos en adelgazar haciendo ejercicio: un dos por el precio de uno.

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Hace años que el running dejó de ser una moda para convertirse en uno de los deportes más practicados en nuestro país. Millones de personas de todas las edades se calzan cada día sus zapatillas y salen a la calle dispuestos a recorrer unos cuantos kilómetros. Y ese es, precisamente, el deporte que vamos a hacer este 2020: correr para conseguir nuestro deseo de adelgazar.

Running para adelgazar

Danny Mackey es el jefe de entrenadores del equipo Brooks Beasts de Seattle, en Estados Unidos. Explica a Prevention que adelgazar es tan fácil como las matemáticas: las calorías que ingieres menos las calorías que quemas. Y da igual la cantidad de peso que queramos perder: hay que quemar más calorías de las que comemos y lo mejor que se puede hacer para conseguirlo es correr.

Es un deporte muy completo ya que todo el cuerpo trabaja mientras corremos

Mackey señala que el running es uno de los deportes más completos que existe y, además, uno de los que más ayuda a adelgazar. Eso es debido al número de calorías que se queman: según el Consejo Americano para el Deporte, una persona media de 70 kilos consume unas 14 calorías cada minuto, muchas más que nadando, andando en bicicleta, caminando o jugando al tenis. Una razón de peso, pero no es la única para hacer del running nuestro deporte favorito.

Pero, al mismo tiempo que estamos quemando calorías, estamos perdiendo grasa del vientre. Eso es debido, según el entrenador, a que mientras corremos "estamos haciendo ejercicios pliométricos con una sola pierna, tu fuerza central aumenta, tus isquiotibiales, glúteos y pantorrillas se fortalecen y trabajas tus brazos para contrarrestar el movimiento". Con todo ese trabajo, está claro que se trata de un entrenamiento para todo el cuerpo.

Pero, sin duda, la mayoría de las personas que eligen caminar o correr como su ejercicio lo hacen por lo fácil que es comenzar: solo hacen falta unas zapatillas y no es necesario apuntarse al gimnasio ni hacer una gran inversión en equipamiento. Eso sí, recomienda acudir a un especialista para que nos hagan una prueba en los pies y nos indiquen cuál es el calzado que mejor se nos adapta: "Tus pies son el primer contacto con el suelo y, si no va bien por culpa de las zapatillas, puede causar problemas".

Perder peso corriendo es posible

Quien no se decide a correr lo hace, en algunos casos, porque nunca ha hecho deporte antes y le da miedo enfrentarse a la carrera. Pero para Mackey, tampoco es problema: podemos comenzar trotando, ya que también se ha demostrado que es beneficioso para controlar el índice de masa corporal, el porcentaje de grasa y la circunferencia de la cintura.

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La quinta y última razón para correr es que no solo es beneficiosa para perder peso, sino que se trata de un deporte muy completo: un estudio con más de 55.000 adultos de todas las edades reveló que los corredores de cualquier nivel tenían menos riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular y, además, su esperanza de vida aumentaba aproximadamente en tres años.

Una vez demostrado que el running es uno de los mejores (y más sencillos) deportes que existen, solo falta calzarse las zapatillas y echarse a la calle. Danny Mackey recomienda hacerlo poco a poco y, para aquellas personas que nunca hayan corrido, lo mejor es alternar un minuto caminando y otro trotando, hasta completar una sesión de quince minutos. Así, cada día, durante las dos primeras semanas.

Comenzar trotando un minuto es lo ideal como primer contacto para aquellas personas que nunca antes hayan corrido

A partir de la tercera es el momento de aumentar el trote a los dos minutos seguidos, caminando después entre un minuto y dos, así hasta hacer 30 minutos de ejercicio. Y la cuarta semana, el objetivo es correr tres minutos seguidos y andar uno entre medias. Así se irá creciendo y ampliando el entrenamiento hasta conseguir correr unos 30 minutos consecutivos, que es el objetivo mínimo final con el que comenzaremos a adelgazar.