La pirámide de Pulemelei, el mayor secreto del Pacífico que aún sigue sin resolverse

¿Se imaginan que existiera una extraña pirámide en un lugar recóndito del mundo y que, a día de hoy, nadie supiera para qué servía? Eso es, precisamente, lo que ocurre en Samoa, en lo que los arqueólogos consideran como el secreto mejor guardado del Pacífico Sur. Fue durante la segunda mitad del siglo XX cuando los investigadores hallaron los Tia Seu Lupe o montículos de estrellas, unas antiguas estructuras de piedra entre las que se encuentra la pirámide de Pulemelei.

Por aquel entonces, los investigadores fueron capaces de encontrar algunos de estos montículos, con forma de estrella de cinco y de ocho puntas, de origen desconocido, pero ya todas abandonadas. Pero no fue hasta el año 2004 cuando apoyados en tecnología LiDar consiguieron llegar un paso más lejos: descubrieron que existían un total de 80 de estas estructuras, entre las que destacaba especialmente una increíble pirámide oculta entre la vegetación de la jungla.

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Ese increíble edificación cuenta con una base de 65 por 60 metros, para alcanzar una altura de 12 metros. Su parte más baja se encuentra hecha con piedras volcánicas, mientras que el resto de la estructura está construida con basalto. Orientada con los puntos cardinales, la parte superior de la pirámide es plana, a modo de plataforma, está completamente nivelada y pavimentada con rocas procedentes de arroyos cercanos, que siguen guardando muchos secretos.

Especialmente después de que los últimos análisis realizados con tecnología puntera hayan conseguido encontrar un centenar de estructuras secretas bajo tierra, todas ellas correspondientes a ruinas que evidencias un asentamiento precolonial completo. Según los estudios, está pirámide acabada en forma de estrella con ocho puntas fue construida en algún momento después del año 1.000, quedando completamente abandonada allá por el 1.800. Pero, ¿por qué?

El principal misterio al que se enfrentan los investigadores es tratar de entender cuál era si significado real de la pirámide de Pulemelei. En algunos casos, los expertos aseguran que se trata de un centro ceremonial en el que realizaban determinados ritos, una idea basada en restos de carbón vegetal encontrados. Sin embargo, otros sugieren que pudo ser utilizado para cazar palomas, un deporte habitual en la época que explicaría la superficie plana con la que se corona la estructura.

Sin embargo, los últimos estudios sugieren algo mucho más tétrico. Mientras los estudiosos trataban de entender para qué se levantó aquella misteriosa pirámide, hallaron todo un poblado entero escondido por la vegetación, lo que ofreció mayores interrogantes: el número de estructuras sugiere que fue un gran centro social y que el colonialismo es el que lo barrió, pero en mucha mayor medida de lo que se creía, con un 70% más de muertes de las que se creía.

O, dicho de otra manera, hasta ahora se creía que Samoa había sufrido una tasa de mortalidad cercana al 20% tras la llegada del colonialismo a sus fronteras, pero nada más lejos de la realidad, pues los datos revelan que en realidad ascendió al 90%, en una verdadera limpieza étnica. Tras este macabro hallazgo, el siguiente reto de los investigadores es tratar de resolver el secreto mejor guardado del Pacífico Sur: ¿por qué se levantaron los montículos de estrella y la pirámide de Pulemelei?