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El odiado cuerpo parapolicial catalán que precedió a la Benemérita
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FUE ABOLIDO

El odiado cuerpo parapolicial catalán que precedió a la Benemérita

Hablamos del Somatén, cuya etimología proviene del 'Sometent', que viene a significar "emitiendo un ruido de alarma" o "movilizándose por una alarma"

Foto: Foto: Wikipedia
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"Cuando todo sea privado, seremos privados de todo"

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Decía Hipatia de Alejandría, una de las mentes más preclaras de la antigüedad, desollada viva por un obispo canalla que por más empeño que puso nunca obtuvo sus favores; que donde el mal fortalece... el bien atrofia. Donde el bien cede... el mal envenena.

Es probable que el Somatén nazca o se ajuste a las premisas antes mencionadas. Era el Somatén una institución parapolicial de protección civil que en muchos momentos de los albores del siglo XX llegó a tener similitudes con las camisas pardas alemanas un servicio del orden con una moral de amplio espectro. Estos angelitos sucederían a los Freikorps en el periodo de la República de Weimar, llamado así durante al tiempo discurrido entre las dos grandes guerras mundiales en Alemania.

Foto: El U-77, bombardeado en la costa de Calpe.

En España, durante la Segunda República el Somatén fue abolido por su capacidad de operar con independencia de las directrices del Ministerio del Interior desde Madrid en aquel trágico momento de la Guerra Civil en el momento más oscuro de nuestro país. Vamos, que haciendo un análisis en retrospectiva valían igual para un roto que un descosido.

La etimología del vocablo proviene del catalán 'Sometent', que es básicamente un gerundio y viene a significar "emitiendo un ruido de alarma" o "movilizándose por una alarma"; aunque por abreviación, o por hacerlo más sencillo y asequible, ha devenido en un grito de auxilio –en el medio urbano-, o comunicación de emergencia en el medio rural. 'Som atents' quiere decir "estamos atentos" y era el santo y seña de milicias locales catalanas que funcionaron desde la Baja Edad Media (siglos XII-XV) con una clara vocación de orden público que ponía a disposición de los ciudadanos una fuerza para atender casos de asaltos, robos, etc. allá donde no llegaba la ley.

Matones a sueldo

En principio fue un cuerpo muy respetado y querido por los catalanes que más tarde acabaría siendo un mecanismo de represión parapolicial o de matonismo a sueldo por parte de patronos aunque en la actualidad política de nuestro país está adquiriendo unos tintes de proyección de futuro un tanto inquietantes y diametralmente opuestos a los criterios fundacionales adheridos al lema de ley y orden. El concepto de Somatén es una expresión casi onomatopéyica que evoca un grito de socorro en petición de ayuda para contrarrestar una agresión

Al principio fue un cuerpo muy respetado y querido por los catalanes que más tarde acabaría siendo un mecanismo de represión parapolicial

Entreverados en el 'totum revolutum' de las Guerras Carlistas y hacia 1855, los grandes propietarios rurales, les dieron una nueva orientación, la de Sometent Armat de la Muntanya de Catalunya, creándose así una milicia orientada a la represión del bandidaje, pero que también valía para reprimir las insurrecciones carlistas. Para 1905 el Somatén quedó convertido definitivamente en una gendarmería auxiliar de clara vocación represiva destinada a castigar durísimamente los movimientos obreros en alza y a disolver las huelgas por las bravas con todas las consecuencias susceptibles pasando por el apaleamiento, secuestro de dirigentes sindicales, desapariciones, y muertes incluidas.

Tras la Guerra de Sucesión español, parte y derivada que desembocó en un conflicto internacional que duró desde 1701 hasta la firma del Tratado de Utrecht en 1713 continuando en una guerra civil en toda regla con el advenimiento de la dinastía borbónica en nuestro país, la promulgación por Felipe V, de los Decretos de Nueva Planta son suprimidos, perdiendo así los catalanes uno de sus más tradicionales soportes dentro de los muchos privilegios diferenciales y tradicionales que conservaban hasta ese entonces. La Guerra de la Independencia activaría con suerte varia los somatenes en la lucha contra los franceses pues muchos de los destacamentos hacían de su capa un sayo y metían de paso en la “buchaca” el pillaje como complemento dietético ‘para llegar a final de mes con más solvencia.

Expansión a toda España

Durante la dictadura del general Primo de Rivera, en cierto modo consecuencia precipitada por el famoso informe Picasso sobre las negligencias cometidas por el generalato en la guerra de Marruecos, un Real Decreto del 17/9/1923, instituyó el somatén en todas las provincias españolas. En esta organización cívica cuyo propósito primordial era el mantenimiento de la paz pública, podían alistarse todos aquellos ciudadanos mayores de 23 años que tuvieran una moralidad intachable. El Directorio Militar que gobernaba a la sazón España, implantaría los somatenes en todo el país en atención a dos razones de carácter práctico; una, la de garantizar la seguridad pública y la otra, más de índole moral, orientada hacia una actividad desinteresada como contribución hacia la estabilidad y el progreso de la patria.

Foto: Un bunque de la Guerra Civil abandonado en Tosos, Zaragoza. (iStock)
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El propio Real Decreto señalaba que se trataba de un organismo de larga tradición y glorioso historial que integraría a hombres de buena voluntad, celosos del orden y sus deberes ciudadanos. Originalmente, como ya hemos mencionado, al repique de campanas se convocaba a los vecinos, avisándoles de un peligro inminente; se formaban entonces unidades locales dependientes de las fuerzas de orden público para mantener o colaborar en la paz ciudadana o custodia de las propiedades en el ámbito rural muy expuestas en aquel entonces al saqueo indiscriminado por el bandidaje.

Un Real Decreto señalaba que se trataba de un organismo de glorioso historial que integraría a hombres de buena voluntad y celosos del orden

En diversos ejemplares de la 'Gaceta de Madrid', así como en el BOE hay antecedentes de numerosos ejemplos publicados durante toda la segunda mitad de aquel siglo XIX, en los que se tocaba a somatén en Barcelona, Sabadell, Blanes, Vich, Gerona, etc. convocando a los vecinos para su intervención inmediata ante una situación de demanda de atención o auxilio.

Extinción en favor de la Guardia Civil

El diccionario de la RAE, dice de los somatenistas, que eran un cuerpo de gente armada, no integrado en el Ejército, y que por lo general, se reunían a toque de campana ya fuera para defenderse del enemigo o perseguir a criminales. Los acontecimientos históricos insertos entre los XIX y XX –I República, Restauración, II República, Guerra Civil y la dictadura– hicieron que esta institución fuera disuelta o restablecida en diferentes ocasiones hasta su definitiva extinción en aras de una alternativa tal que era la Guardia Civil que cumplía funciones solapadas al Somatén, pero más manejable por su carácter militar e ideología próxima al régimen en aquel tiempo. El Real Decreto 2333/1978, derogaría la normativa vigente en aquel momento, estableciendo que en el plazo de un mes, los somatenes debían entregar sus armas a la Dirección General de la Benemérita.

El Somatén tuvo como hemos visto sus claroscuros y momentos de razón de ser indiscutibles. Tal vez hizo de España un lugar mejor, transitable y de sus miembros, gentes respetables; no caigamos en la tentación de agitar demonios con otras orientaciones alejadas de los principios que rigieron aquella gran institución catalana que con tanto prestigio y eficacia se mantuvo en esa hermosa esquina de nuestro país con elegancia y solvencia acreditada salvo puntuales excepciones.

"Cuando todo sea privado, seremos privados de todo"

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