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Nehru frente a la Pasionaria: qué pintaban los indios en España durante la guerra
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EL GRAN ESPEJO DEL SIGLO XX

Nehru frente a la Pasionaria: qué pintaban los indios en España durante la guerra

Una expedición del Congreso Nacional Indio llegó a Barcelona en 1938: entre republicanos y anticolonialistas indios había más cosas en común de lo que parecía

Foto: Nehru, durante una rueda de prensa en la India, 1960. (Cordon Press)
Nehru, durante una rueda de prensa en la India, 1960. (Cordon Press)

Junio de 1938. Dos años antes de la entrevista de Hendaya, otras dos figuras capitales en la historia global del siglo XX se encuentran en Barcelona. Al menos una de ellas sale de la reunión hipnotizada, casi enamorada. A un lado de la mesa se encuentra Dolores Ibárruri, la Pasionaria, la legendaria dirigente del Partido Comunista. Al otro, Sri Pandit Jawaharlal Nehru, presidente del Congreso Nacional Indio y que una década después se convertiría en la primera persona en ocupar el cargo de primer ministro de la India. Choque de trenes.

“Palabras apasionadas emanaban de sus labios, precipitándose una detrás de otra, su rostro iluminado por el fuego que ardía en su interior, y sus ojos chispeaban hasta atraparte”, escribió Nehru, que representaba el ala izquierda del partido, rememorando aquel encuentro. “La música de su lenguaje me inundaba, y su rostro y ojos cambiantes estaban llenos de significado. Entonces entendí el poder que ejercía sobre las masas españolas”.

Allí, en mitad de la destrucción y el desastre al acecho, me sentí más en paz conmigo mismo que en ningún otro lugar de Europa

La entrevista duró una hora y Nehru quedó “hipnotizado”, en palabras de Michael P. Ortiz, historiador de la Universidad de Colorado del Norte, que acaba de publicar una investigación en 'European History Quarterly' sobre la olvidada conexión entre la España republicana y el movimiento de independencia indio. Otro argumento para entender España como el gran tablero de juego donde confluirían los grandes enfrentamientos del siglo XX. No solo entre el fascismo y la democracia, sino también entre el colonialismo y el anticolonialismo.

“Vi muchas cosas que me impresionaron poderosamente, y allí, en mitad de la destrucción y el desastre al acecho, me sentí más en paz conmigo mismo que en ningún otro lugar de Europa”, explicó el político indio mucho tiempo después, en su autobiografía. “Había una luz, la del coraje y la determinación, y la de hacer algo importante”. Durante su visita a la Barcelona bombardeada, lo tenía cada día más claro. La victoria en España era la victoria en la India. “España no yacerá bajo el yugo de una nación extranjera, aunque la lucha tenga que durar más”, añadiría más tarde.

placeholder La Pasionaria, durante la Guerra Civil. (Cordon Press)
La Pasionaria, durante la Guerra Civil. (Cordon Press)

Las palabras del hombre que combatió por la independencia india dejan claro que veía la lucha de los republicanos españoles como un reflejo de la suya propia. “Los antiimperialistas indios de los que hablo —que no son necesariamente representativos de la campaña por la independencia en su conjunto— identificaron varios paralelismos con la facción republicana”, explica Ortiz a El Confidencial. “Nehru, el más prominente de los anticolonialistas prorrepublicanos, a menudo mantenía que ambos, la India y España, combatían contra regímenes militaristas o fascistas”.

Más allá de las Brigadas Internacionales, de la intervención nazi y fascista, y de la inacción de ingleses y franceses, España se convirtió al otro lado del mundo en el espejo en que los pueblos que luchaban por su libertad se vieron reflejados. “Eso no quiere decir que los republicanos y los indios anticolonialistas fuesen aliados formales, ni siquiera informales”, recuerda el historiador. “Nehru a menudo exageraba las similitudes entre India y España. Hasta cierto punto, él, como tantos izquierdistas en todo el mundo, proyectó su visión del mundo en la Guerra Civil española, romantizando un conflicto devastador”.

¿Qué pensaban personajes como el diputado Julio Álvarez del Vayo, el general Enrique Líster o la Pasionaria, con los cuales se entrevistó Nehru, de ese contingente de indios que se presentaron en Barcelona para apoyar a sus hermanos de sangre? No se puede saber a ciencia cierta, responde el historiador, que ha intentado encontrar huellas de esa visita. Con excepciones: en 1957, Álvarez del Vayo visitó Nueva Delhi y allí escuchó a Nehru recordarle que “la Guerra Civil española abrió un ciclo que se cerrará con la victoria de lo que tú representas”. El mito seguía vivo.

España, ¿colonia franquista?

La complejidad del panorama geopolítico de los años treinta podía conducir a extrañas, y a veces inesperadas, conexiones. Ortiz plantea una hipótesis: ¿es posible seguir hablando del no intervencionismo inglés cuando la India, parte del Imperio, sí intervino durante dicho periodo a través del apoyo material y financiero impulsado por el fascinado Nehru, que pedía a sus hambrientos compatriotas que apoyasen a los españoles, porque la lucha española era también suya?

Apoyaron a la República con una misión médica, dinero y provisiones materiales, algo que no fue bien recibido por gran parte de sus ciudadanos

Fue un gesto por el cual India demostró su independencia respecto a la metrópoli. Reino Unido y Francia decidieron rápidamente no intervenir en España, así que para cuando Nehru visitó Barcelona en el verano de 1938, acompañado por otros iconos como el escritor Mulk Raj Anand, hacía mucho que los británicos habían tomado posiciones. Mientras, el Nobel Rabindranath Tagore animaba a los indios a apoyar la República. A miles de kilómetros de España, no había tanta diferencia entre los ingleses opresores y los golpistas del bando de Franco.

“En muchas ocasiones, Nehru mantuvo que la no intervención británica había desprovisto a la República, un Gobierno internacionalmente reconocido, de un apoyo extranjero crítico y, por lo tanto, había provocado la victoria de Franco”, recuerda Ortiz. La respuesta de los popes indios del ala de Nehru, por lo tanto, fue proporcionar a la República su apoyo, a través de provisiones materiales, recaudación monetaria de hasta 50.000 rupias, denuncia de la perversa neutralidad anglo-francesa y el envío de una misión médica a España. La República encontró un insospechado colaborador en la India bajo el Raj.

placeholder Tagore y Gandhi, en 1940. (Dominio público)
Tagore y Gandhi, en 1940. (Dominio público)

Lo cual lleva a otra hipótesis: ¿fue la Guerra Civil española una contienda anticolonial? Como recuerda Ortiz, el discurso popular ha tendido a entender la Europa de los años treinta como un enfrentamiento entre el fascismo y la democracia; para los indios, muchos de los países demócratas eran esencialmente iguales a los fascistas, ya que eran colonialistas. “Los regímenes en Italia y Alemania habían adoptado sus ideologías imperialistas de Reino Unido, Francia y EEUU”, explica Ortiz.

En concreto, su visión sobre España consideraba que el bando insurgente se estaba beneficiando de la intervención de esos países imperialistas “actuando brutalmente contra las minorías étnicas y lingüísticas”. La Guerra Civil como invasión de España por parte de españoles apoyados por nazis y fascistas: “Si no me equivoco, la propaganda republicana a menudo definía la guerra en esos términos, retratando a los nacionales como conquistadores extranjeros compuestos por italianos, alemanes y el ejército de África”.

En 1936, mientras el congreso se fracturaba y muchos expresaron sus reservas hacia la no violencia, España cautivó a Nehru

Uno de esos paralelismos significativos fue trazado entre los bombardeos de Waziristán y de Guernica, que habían espantado a Nehru. En la actual región del noroeste de Pakistán, Reino Unido envió entre 1936 y 1939 a 60.000 soldados para combatir a 4.000 insurgentes. La reacción inglesa de condena del bombardeo de Guernica mostraba la hipocresía colonial india, según Nehru: “Los indios no podemos dejar de notar la diferencia cuando los ciudadanos británicos son bombardeados en España y cuando los indios son bombardeados en la frontera noroeste”.

Historia ficción: ¿y si…?

A Nehru le cayeron no pocas críticas por haber decidido invertir tiempo, dinero y recursos en la Guerra Civil española, dadas las necesidades en su país natal. Un brindis al sol por el hermano español que tampoco tuvo mucha influencia. A lo que hay que añadir una paradoja adicional: si, como Nehru solicitaba, el Reino Unido entraba en la guerra, probablemente lo hiciese a costa de los indios y sus recursos. “Al pedir a Reino Unido interceder, Nehru estaba, hasta cierto punto, pidiendo al Raj movilizar el aparato represivo contra el que estaba combatiendo”, recuerda Ortiz.

¿Es posible que la Guerra Civil española acelerase lo inevitable, es decir, la independencia de la India? Es un poco política ficción, considera el historiador, aunque plantea una hipotética reacción en cadena. “Supongo que se podría argumentar que la no intervención británica reforzó a los poderes fascistas europeos, los cuales atacaron Inglaterra y contribuyeron al debilitamiento del imperio durante la posguerra”.

Foto: Nuevos reclutas del bando rebelde, en Salamanca, febrero de 1937. (Berliner Verlag)

Pero realizar esa lectura implicaría infravalorar el papel de los anticolonialistas indios: “La independencia fue conquistada, no regalada”. Donde sí influyó, aunque a una escala mucho menor, fue en inspirar a Nehru durante la decisiva década posterior. “En 1936, mientras el congreso se fracturaba en varias líneas ideológicas y muchos anticolonialistas expresaron sus reservas hacia las limitaciones de la no violencia, España cautivó a Nehru”, añade Ortiz. “Nunca lo mencionó de forma explícita, pero creo que había una dimensión escapista en su fascinación hacia la República”.

Junio de 1938. Dos años antes de la entrevista de Hendaya, otras dos figuras capitales en la historia global del siglo XX se encuentran en Barcelona. Al menos una de ellas sale de la reunión hipnotizada, casi enamorada. A un lado de la mesa se encuentra Dolores Ibárruri, la Pasionaria, la legendaria dirigente del Partido Comunista. Al otro, Sri Pandit Jawaharlal Nehru, presidente del Congreso Nacional Indio y que una década después se convertiría en la primera persona en ocupar el cargo de primer ministro de la India. Choque de trenes.

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