La decadencia del traje masculino: ya no está de moda en el trabajo

Ir a trabajar a una oficina suele ser sinónimo de llevar traje, pero parece que con el tiempo esta regla ha ido cambiando poco a poco. De hecho, hace unos días, Goldman Sachs ha relajado el código de vestimenta de la entidad, una medida insólita al tratarse de una compañía en la que banqueros y socios usan ropa a medida.

En una nota interna, la empresa ha justificado este cambio en "la naturaleza cambiante de los lugares de trabajo, en general, a favor de un ambiente más informal". Hasta la fecha se exigía una vestimenta formal para cualquier gestión, aunque desde 2017 la entidad era más flexible en el caso de los trabajadores de la división tecnológica y de negocios digitales, lo que generaba roces entre quienes iban de forma más sencilla y quienes llevaban corbata y camisa.

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¿Por qué se llevaba traje? Nada combina tan bien con ellos como un complejo de superioridad de la vieja escuela, ¿no crees? Las personas que lo llevaban daban una imagen más distinguida y de mayor poder. Pero las cosas cambian. Tu ropa ya no tiene que ver con tu rango en el trabajo o en la escala social. ¿Por qué la franela ha sido tradicionalmente un signo de insuficiencia económica? Por fin parece que las cosas empiezan a ser diferentes.

Para la mayoría de trabajadores llevar hoy una indumentaria excesivamente formal puede ofrecer una imagen conservadora e incómoda

Para un gran número de profesiones, los códigos de vestimenta o las restricciones presupuestarias de cada cual se convierten en algunos de los caballos de batalla a la hora de vestir correctamente durante cualquier jornada laboral. No existe el manual del perfecto empleado, pero sí algunas normas básicas que, lejos de ser el talón de Aquiles para muchos, habrían de convertirse en máximas inquebrantables. Pero, ¿cuánta vida le queda? Lo cierto es que llevar un traje te aporta elegancia. Sigue siendo una prenda ideal para algunos eventos y que, si está bien hecho, puede quedarte muy bien.

La arrogancia a la que van asociados ha ido perdiendo fuelle a lo largo de los años tanto en salas de juntas como en la imaginación cultural. En febrero de 2018, una encuesta realizada a 2.000 trabajadores en el Reino Unido reveló que solo uno de cada diez lo llevaba para trabajar, mientras que el 43% de los encuestados aseguró que sentía que los trajes de negocios ya no tenían sentido en las oficinas modernas.

Sobre todo comodidad

Nos tiramos muchas horas en la oficina. Es una realidad. ¿Por qué hay que llevar algo que te está haciendo estar incómodo solo porque queda bonito? Steve Jobs, Mark Zuckerberg, Peter Chou, Larry Ellison, Richard Branson... además de revolucionar el mundo de la tecnología han transformado, seguramente sin querer, la vestimenta con la que hay que acudir al trabajo.

No es necesario ser un "dejado", pero si los grandes CEO de las empresas más poderosas han abandonado la etiqueta, ¿por qué los empleados comunes tienen que ir de punta en blanco? Es cierto que existen profesiones, como la de comercial, donde los códigos de vestimenta están muy codificados, pero para la mayoría de trabajadores llevar hoy una indumentaria excesivamente formal puede ofrecer una imagen conservadora que llegue a provocar hasta rechazo.

Para el 43% de los participantes en una encuesta británica, los trajes de negocios ya no tienen sentido en las oficinas modernas

"El traje no va a morir nunca. Es una prenda básica para trabajar. Es cierto que ahora el código puede ser más variado, pero imagina que el director de una empresa muy importante necesite hacer un trato en otro país, ¿crees que irá en vaqueros y camiseta? Imposible. Me parece bien que para los trabajadores de a pie se relaje el asunto, pero los cargos importantes siempre tendrán que llevarlo", asegura Tomás Morales, coordinador de moda de Gallery Room, uno de los showrooms más importantes a nivel nacional.