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Lo peor y lo mejor de los cruceros: no todo es lo que parece
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Lo peor y lo mejor de los cruceros: no todo es lo que parece

La mayoría de estos empleos se aprovechan de la desesperación de muchas personas por no conseguir un empleo digno en sus países de origen. Pero tiene algunas ventajas

Foto: Solo para la tripulación. (iStock)
Solo para la tripulación. (iStock)

Ellos trabajan para que sus clientes tengan las vacaciones de su vida. Es el tipo de empleo que muchos jóvenes españoles con o sin títulos universitarios demandan, ávidos de experiencias y de ahorrar el mayor dinero posible. ¿De qué estamos hablando? Efectivamente, de trabajar en una de esas gigantescas naves a las que acuden miles de turistas al año: los cruceros.

"Descubre destinos exóticos mientras trabajas". "Una oportunidad única en la vida". "Amplía tus conocimientos de otros idiomas y trata con turistas". Los eslóganes que aparecen en distintas webs de trabajo en cruceros prometen una serie de vivencias inolvidables. Pero, ¿cómo es realmente trabajar en uno de estos hoteles flotantes?

Muchos de ellos no se quejan de sus condiciones porque de hacerlo verán disminuidas sus posibilidades de optar a un nuevo contrato

Los requisitos suelen ser inglés avanzado, experiencia en el cargo y disponibilidad para firmar un contrato de seis a ocho meses. Sin embargo, no se informa sobre la presión a la que estarás sometido. En un crucero convencional el número de pasajeros dobla el de la tripulación. Por lo que hay una cosa clara: unos lo ven como un patio de recreo sobre el oceáno, mientras que otros tienen que vigilar que ese gozo continuo de los demás les sea satisfactorio y subsanar cualquier problema que pueda surgir.

En el día a día de la embarcación, tan solo entrarás en contacto con el 30% de la tripulación si eres cliente, contando con masajes, piscinas, buffets o gimasios. Aunque no los veas, los empleados a bordo pueden llegar a trabajar un mínimo de 12 horas por día, con salarios que no son precisamente buenos. El proceso de selección suele ser a través de agencias de empleo en las que el primer paso es enviar tu currículum por mail. Si eres escogido y cumples con el perfil, acudes a una entrevista que bien puede ser presencial u online, que casi siempre es efectuada por un extripulante.

Foto: Una de tantas bacanales celebradas a bordo de un barco. (Reuters/Jim Urquhart)

"Están sobrecargados y muy mal pagados", asegura Jim Walker, un abogado especializado, en un artículo de 'Business Insider'. "Mientras que aquellos que tienen los trabajos más exigentes físicamente, como camareros y limpiadores, tienden a recibir una atención médica poco apropiada cuando se lesionan por primera vez", subraya. Como mucho, tal y como apunta el abogado, "se les administrarán analgésicos para el dolor y se los enviará de vuelta al trabajo, incluso si su lesión requiere mayor atención. Muchos de ellos no se quejan de sus condiciones porque en caso de hacerlo pueden ver disminuidas sus oportunidades de optar a un nuevo contrato".

placeholder Con un crucero así, enamorarse a bordo no debe de ser tan difícil... (iStock)
Con un crucero así, enamorarse a bordo no debe de ser tan difícil... (iStock)

Otro de los abogados consultados por la revista internacional es Michael Winkleman, un experto en todo lo concerniente a los contenciosos marítimos, quien coincide con la opinión de Walker: "Las empresas pueden salirse con la suya si tratan mal a sus trabajadores con salarios bajos, ya que los reclutan de países con oportunidades económicas limitadas", afirma. "Siempre es la misma historia: en sus países de origen no pueden ahorrar demasiado en base a lo que ingresan, mientras que saben que en un crucero pueden ganar mucho más. Así que lo ven como una ganga, por lo que están dispuestos a sufrir condiciones laborales difíciles o ser maltratados".

Nada de sindicatos

Los empleados se enfrentan a una gran dificultad a la hora de denunciar estos casos de acoso laboral o explotación. Esto es porque muchas veces las compañías tienen afincados sus negocios en paraísos fiscales como las Bahamas, Panamá y Bermudas, con leyes relativamente laxas y permisivas. Además, las empresas a menudo incluyen cláusulas en los contratos por las que se explicita el uso del arbitraje para resolver conflictos, lo que restringe la capacidad de los empleados para demandarlos.

Foto: Foto: EFE/Astillero Azimut

Esta opción resulta prometedora ya que consiste en contar con una persona externa como defensa ante la empresa, pero el árbitro puede otorgar a la empresa una decisión más favorable para aumentar las posibilidades de ser llamado en una futura ocasión. Una de las cosas con las que también te tendrás que enfrentar en caso de enrolarte en uno de estos buques ya no solo es tus jefes o empleadores, sino los clientes. Ten en cuenta que los turistas aprovechan estos viajes para comportarse de una forma muy distinta a como lo harían en su día a día. A pesar de todo, la vida está hecha de experiencias y de todo se aprende, incluso de lo malo. Winkleman y Walker recomiendan unirse a la tripulación; al fin y al cabo, es un trabajo radicalmente distinto a pasar ocho horas todos los días en una oficina.

Ellos trabajan para que sus clientes tengan las vacaciones de su vida. Es el tipo de empleo que muchos jóvenes españoles con o sin títulos universitarios demandan, ávidos de experiencias y de ahorrar el mayor dinero posible. ¿De qué estamos hablando? Efectivamente, de trabajar en una de esas gigantescas naves a las que acuden miles de turistas al año: los cruceros.

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