El peligro de comer sushi: el hombre que perdió una mano

Que el sushi está de moda es algo que no se puede discutir. Muchos lo comen a todas horas y la oferta se ha disparado: ya hasta los supermercados lo venden como un producto cualquiera. Temakis, sashimi, makis, nigiris son cada vez más populares, pero según un estudio, publicado porl el 'British Medical Journal Case Reports', las infecciones por ingesta de parásitos también han aumentado.

El anisakis es el más frecuente. Esta enfermedad parasitaria, causada por unos pequeños gusanos que pueden invadir las paredes del estómago o del intestino de los seres humanos, tiene más probabilidades de aparecer si se toman pescados o moluscos, como el calamar, crudos o poco cocidos (marinados o ahumados) que si se cocinan, hornean o se elaboran en salmuera o en salazón.

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Pero no solo puedes coger este tipo de parásito: un hombre de 71 años, diabético, y que lo consumió en un restaurante 12 horas antes de comenzar a sentirse mal, vio como su mano izquierda comenzó a hincharse rápidamente adquiriendo una coloración violácea con la presencia de ampollas. Los médicos, ante la rapidez con que se agravaban los síntomas, decidieron amputarle la extremidad para salvarle la vida.

Vibrosis

Los doctores intentaron drenarle las heridas para aliviar el dolor y la inflamación, y tras quitar el tejido infectado, lo bombardearon con antibióticos, pero en vez de mejorar, los síntomas empeoraron a gran velocidad. La hinchazón alcanzó dimensiones similares a las de una pelota de golf y no parecía que fuera a mejorar en algún momento.

Congelar el pescado a -20º C durante al menos 24 horas antes de consumir no es un método infalible si lo haces en casa

Lo diagnosticaron vibriosis, una enfermedad causada de la bacteria vibrio vulnificus y que contrajo por la ingestión de pescado y mariscos crudos. En este caso, las condiciones del hombre se agravaron por otras afecciones como diabetes, hipertensión y graves problemas renales. Este germen puede causar diarrea acuosa, a menudo acompañada de cólicos abdominales, náuseas, vómitos, fiebre y escalofríos. Por lo general, estos síntomas ocurren dentro de las 24 horas posteriores a la ingesta y duran cerca de 3 días. Es poco frecuente que se presente enfermedad grave y generalmente esta ocurre en personas con un sistema inmunitario debilitado.

La mayoría de los casos de infección ocurren desde mayo hasta octubre (en el hemisferio norte), cuando las temperaturas del agua son más altas, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). La mayoría de las veces no es necesario el tratamiento para casos leves, pero los pacientes deben beber mucho líquido para rehidratarse. Si bien no hay evidencia de que los antibióticos disminuyan la gravedad o duración de la enfermedad, a veces se usan en los casos de enfermedad grave o prolongada.

Casos extremos

Tras veinte días de agonía tuvieron que amputarle hasta el antebrazo porque la infección se había extendido y la descomposición de los tejidos ponía en peligro la vida del paciente, que continuaba con la fiebre muy alta. Después de la intervención, su evolución ha sido favorable y no hubo mayores complicaciones.

Los CDC estiman que solo en EEUU, 80 000 personas se enferman con vibriosis y 100 personas mueren por la infección. Los médicos aconsejan que para evitar sustos o incidentes como estos congelar el pescado a -20º C durante al menos 24 horas antes de consumir o a -35 durante un periodo mínimo de 15 horas. Lo cierto es que no es un método infalible si lo haces en casa. Es el proceso que siguen en restaturantes y bares, donde los congeladores tienen más potencia, pero los frigoríficos domésticos necesitan más tiempo: la misma temperatura pero durante cinco días.