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Seis cosas cotidianas que te hacen parecer mucho más viejo
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según los expertos

Seis cosas cotidianas que te hacen parecer mucho más viejo

Hay varias cosas que estás haciendo mal y que te están poniendo más años de los que tienes. Te contamos qué debes evitar para seguir teniendo aspecto juvenil

Foto: No se te notan tanto las arrugas, corazón. (iStock)
No se te notan tanto las arrugas, corazón. (iStock)

La cara es reflejo del alma... y de la edad. Un buen cutis y reluciente revela que estás sano, que te cuidas y que eres joven. Una piel repleta de arrugas, granos y seca desvela que no dedicas tiempo a ti mismo y que has entrado en edad adulta. Vamos, que te estás haciendo mayor y ya no hay quien lo remedie. O sí, si sigues los siguientes consejos.

Hay una serie de hábitos que repites todos los días con respecto a tu cara y que te hacen parecer mayor de lo que en realidad eres. Son cosas de las que ni siquiera eres consciente de estar realizando.

1) Te tocas la cara todo el tiempo

No te das cuenta, pero a lo largo del día te llevas muchas veces las manos a la cara. Antes de una reunión, mientras estás acabando un informe, mientras hablas con tus compañeros a la hora del café o cuando el jefe te pone tenso. Deslizar las manos por tu rostro es un comportamiento inconsciente común que causa estragos en tu piel.

David Lortscher, dermatólogo y CEO de Curology, asegura en 'Men's Health' que tocarte la cara continuamente puede transferir bacterias a su piel, posiblemente alimentando el desarrollo del acné y preparando el escenario para una infección en la piel. Apoyar la cabeza sobre la mano también ocasiona la acumulación de humedad, lo que provoca un caldo de cultivo para las bacterias.

Siempre debes leer la etiqueta de tus productos de aseo personal: es posible que te estén haciendo daño más de lo que te están ayudando

Obviamente, no puedes evitar tocarte la cara, así que lo mejor es que te laves las manos de forma regular. "De esa forma, puedes eliminar algunas de las bacterias que podrían transferirse a tu rostro".

2) No te lavas la cara

Aunque la piel de las mujeres es más delicada que la de ellos, eso no quiere decir que estos no necesiten cuidados. Lo cierto es que la mayoría de los hombres se lavan la cara solo con agua, y los que usan algún tipo de limpiador se limitan al jabón de manos, el champú o lo que encuentren en el lavabo o la ducha. Los varones, además, no suelen usar crema hidratante, ni protector solar, por lo que su piel se acaba secando más y está más expuesta a las radiaciones solares. Para más inri, uno de los pocos productos cosméticos que los hombres utilizan, el aftershave, suele tener alcohol, lo que irrita aún más la piel.

Debes acabar ya con ello. En el mercado hay decenas de opciones para limpiarse la cara. Podemos elegir cualquiera siempre y cuando sea suave con la piel: "Si utilizamos exfoliantes y productos espumosos, eliminan la barrera de la epidermis, que es vital para tener una piel sana y de alto funcionamiento", explica la dermatóloga Natasha Cook en 'Femail'.

Los limpiadores espumosos y exfoliantes agravan la inflamación, la sensibilidad y el envejecimiento de la piel. "Personalmente, me encantan los limpiadores que no producen espuma, con ingredientes hidratantes como la glicerina y antiinflamatorios como la niacinimida o la vitamina B3".

"El mayor error es elegir el limpiador incorrecto. La gente no es consciente del daño que producen los limpiadores espumosos y exfoliantes", asegura Cook, quien es bastante clara: "Lo suave siempre es bueno, ya que muchos productos están cargados con demasiado alcohol y fragancias que son particularmente malas para la piel".

3) No te duchas después de entrenar

A todos nos pasa: acabamos la sesión del gimnasio y estamos deseando irnos a casa. Pasar por el vestuario es un esfuerzo que nos da demasiada pereza, y acabamos saliendo con la ropa sudada, sin pasar por el agua. Es un gran error que pasa factura en la piel.

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El dermatólogo Joel Schlessinger asegura que saltarse la ducha después del entrenamiento es la mejor manera de tener acné en el pecho y en la espalda. "El sudor queda atrapado fácilmente dentro de la ropa ajustada, lo que provoca acné, irritación y otros problemas. Ducharse después del entrenamiento es perfecto porque cuanto menos tiempo tengan las bacterias para quedase en la piel, mejor", afirma.

También es bueno utilizar un gel antibacteriano para el cuerpo, y centrarte sobre todo en áreas donde tu piel estuvo en contacto con el equipamiento deportivo. Si ni siquiera contemplas darte una ducha, es importante, por lo menos, quitarte la ropa lo antes posible y pasarte unas toallitas.

4) Utilizas los faciales incorrectos

Siempre debes leer la etiqueta de tus productos de aseo personal: es posible que te estén haciendo daño más de lo que lo están ayudando. Lortscher recomienda el uso de productos faciales etiquetados como "no comedogénicos", que están diseñados para personas con piel grasa o propensa al acné.

5) Utilizas agua a temperaturas incorrectas

La realidad es que los poros ni se cierran ni se abren, así que no hay ninguna necesidad de andar alternando entre agua fría y caliente. Se recomienda usar siempre tibia, que es la única que no va a hacernos daño. Si está fría o demasiado caliente puede irritar la piel.

Deslizar las manos por tu rostro es un comportamiento inconsciente común que causa estragos en tu piel, haciéndote parecer más viejo

6) Usas demasiado el móvil

Sí, tu teléfono móvil es probablemente mucho peor de lo que crees. Schlessinger asegura que algunas de las bacterias encontradas en estos incluyen Staphylococcus aureus (estafilococo) y E. coli, que no solo es malo para nuestra salud, también puede ser horrible para la piel. Especialmente si tocas tu cara después de coger el aparato.

Siempre estamos tocando los picaportes, el dinero y otros objetos cubiertos de gérmenes, y luego cogemos el teléfono. Luego, cuando acercas el teléfono a tu mejilla, todas esas bacterias penetran en los poros, lo que provoca acné, inflamación e irritación.

La cara es reflejo del alma... y de la edad. Un buen cutis y reluciente revela que estás sano, que te cuidas y que eres joven. Una piel repleta de arrugas, granos y seca desvela que no dedicas tiempo a ti mismo y que has entrado en edad adulta. Vamos, que te estás haciendo mayor y ya no hay quien lo remedie. O sí, si sigues los siguientes consejos.

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