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Moderna de Pueblo: "Somos una generación que ha apostado por el carpe diem"
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entrevista a raquel córcoles

Moderna de Pueblo: "Somos una generación que ha apostado por el carpe diem"

Charlamos con la creadora de las viñetas más famosas de la red a colación de la publicación de su última novela grática, 'Idiotizadas', que acaba de salir a la venta

Foto: Raquel Córcoles. (Clara Asanza)
Raquel Córcoles. (Clara Asanza)

Es jueves temprano por la mañana. Hemos quedado en el centro de Madrid con Raquel Córcoles, más conocida como Moderna de Pueblo. La joven treintañera es calcada a la protagonista de sus novelas gráficas. Carismática y pizpireta, llega puntual con una minifalda charol negra, medias, botas moteras, camiseta... y su inconfundible melena rubia. No puede esconder su origen catalán, su juventud y tampoco la ilusión que le hace su nuevo proyecto: 'Idiotizadas' (Zenith), su tercer libro y que acaba de salir a la venta.

Con más de 610.000 seguidores en Instagram y 140.000 en Twitter, Raquel ha conseguido reivindicar el papel de la mujer moderna en el S. XXI, defendiendo el feminismo de forma magistral con sus viñetas, mezcla de parodia y denuncia social. El personaje, creado ya hace ya siete años, ha sabido conectar con un público que se siente muy identificado con sus ilustraciones. Las del último libro, 'Idiotizadas', pretenden desmontar la 'propaganda' a la que, según ella, hemos estado sometidas las mujeres desde pequeñas.

Los hombres deberían leer el libro. Entenderían por qué nos quejamos de micromachismos que ellos no ven

Una historia con tintes autobiográficos en la que Moderna de Pueblo, que ha crecido escuchando frases como "eso no es propio de una señorita", "esa es una zorra" o "el día de tu boda será el más feliz de tu vida", se muda a la ciudad y conoce a Zorricienta, Gordinieves y La Sirenita Pescada. Entonces, va despertando de esas y muchas otras 'idiotizaciones' y emprende un largo camino para desaprender lo que nunca, asegura Raquel, deberían habernos enseñado a las féminas.

P. ¿A quién va dirigido 'Idiotizadas'?

R. Me gustaría que a todo el mundo. Las que escribimos parece que tenemos ese estigma: que solo lo hacemos para mujeres, sobre todo cuando las protagonistas son femeninas. Si los personajes son masculinos, parece que sea para todo el mundo. De hecho, el otro día me escribió un chico y me dijo que se lo iba a comprar sin la excusa de "es para mi novia". Y me alegré. Pero sí que existe este estigma: "me lo leo porque me divierto pero digo que no es para mí, que es para una amiga o para una novia".

P. Sí, de hecho, creo que deberían leerlo todos los hombres. ¿No crees?

R. Totalmente, sobre todo para que se pongan en nuestra piel. Tengo la sensación de que cuando las mujeres reivindicamos, enseguida se nos tacha de 'quejicas' y creo que en este libro cuenta cosas de nuestro día a día, sin victimismo, con parodia... pero realista. Deberían leerlo si quieren entendernos y ver los dilemas por los que, inevitablemente, pasamos las mujeres, y que a veces parecen frívolos, pero es que nos han obligado a vivirlos. En cierta manera van a empatizar y van a entender algo mejor por qué nos quejamos de pequeños micromachismos, los cuales a ellos les parecen tonterías pero a nosotras no.

placeholder Raquel Córcoles. (Clara Asanza)
Raquel Córcoles. (Clara Asanza)

P. ¿Cómo nace la idea del libro? ¿Por qué sobre princesas Disney 'modernizadas'?

R. Ya había hecho cosas de princesas, y la verdad que tenía ganas de retomar la idea. Y de repente se me ocurrió el título 'Idiotizadas'. Y al tema del feminismo le tenía muchas ganas. Me estaba costando mucho pensar de qué podía ir mi nuevo libro y de repente lo vi claro. Visualicé la historia, el argumento, los temas de los que quería hablar... y cuando decidí narrarlo todo como parodias Disney lo único que pensaba es "a ver si me van a denunciar por algo..." [ríe]. Pero aparte de eso sabía que estéticamente sería bonito y que me daría mucho juego.

P. Estéticamente llamativo, seguro, porque lo he tenido tres días sobre la mesa en la redacción y todo el que pasaba al lado se quedaba mirándolo.

R. Es que todo lo relacionado con Disney atrae mucho, sobre todo a nuestra generación, porque hemos nacido con ello. Aunque ahora nos demos cuenta de las cosas tóxicas y machistas que decían, nos siguen gustando: les tenemos cariño. A mí me pasa, pongo la televisión y están echando 'La sirenita' y me quedo a verla. Es que me encanta [ríe]. Lo guay es que podamos ver que ha habido una evolución, que podamos disfrutar de algo que en ese momento no nos parecía malo y que ahora sí; sabiendo que hemos evolucionado y que ahora nos damos cuenta de cosas que antes nos eran invisibles.

P. ¿Por qué crees que ahora vemos lo tóxico y nuestras madres no lo hicieron?

R. Bueno, yo creo que las madres, al menos la mía, se dio cuenta cuando de repente vio que tenía tres hijas y que llevaba una vida que no había querido. Se percató de en qué se había equivocado ella... Y me lo dijo antes de que apareciera el discurso feminista en la calle. Nos decía "hijas, no hagáis eso", "os va a pasar lo mismo que a mí"... En los últimos cinco años creo que ha habido un 'boom' del empoderamiento femenino y se habla mucho de ello, sobre todo en las redes sociales. Tengo amigos periodistas que se quejan de que "todo es feminismo", pero es que a mí me interesa, y a la mitad de la población también. Que se hable de ello hace irremediable el avance, lo que es muy positivo en todos los sentidos.

¿Feminazi yo? Los nazis son los hombres que se creen de raza aria superior, no las mujeres que queremos la igualdad

P. Es cierto que el interés por el feminismo está creciendo. De hecho, vas a cualquier librería y los stands están repletos de libros al respecto, sobre todo la sección de novedades. Y, dejando a un lado el empoderamiento de la mujer, cuéntanos: ¿'Idiotizadas' es autobiográfico?

R. Un poco sí. Me gusta que mis libros tengan una parte verdadera para que, al contarlo, me la crea yo. Sea mío o de alguien cercano, o de algo que me han contado y me ha gustado creerme. Reconozco que tengo reticencia a inventarme algo de cero... No me convence, porque es como estar estafando. Me gusta que la gente piense que eso ha pasado, o que ha ocurrido de forma muy parecida. Quizá no fue tan divertido, pero pasó. Además, creo que se nota. Quiero que la gente lo lea y diga "anda, esta soy yo, esta es mi amiga, esta es...".

P. Moderna, Gordinieves, Zorricienta y La Sirenita Pescada son los personajes de tu libro. ¿Están basados en personas que conoces?

R. Gordinieves está basado en una amiga que cuando la conocí me impactó porque éramos dos tipos de mujer completamente diferentes; opuestos. Y yo en esa época no paraba de hablar de los capullos, de mis dilemas, del tipo de chica que yo era... Y ella me miraba y me escuchaba, pero no entendía mis preocupaciones. No se parecía nada a lo que ella vivía. A raíz de ahí también sale la idea del libro. Yo había apostado por un estereotipo de mujer y lo contaba desde mi punto de vista, pero a la vez, a mi alrededor, tenía tías, como Gordinieves, que pasaban de todo. Y cuando empecé a darme cuenta de cosas feministas, empecé a valorarla más. Es lo que digo en el libro, que a veces nos empeñamos en querer cambiar a mujeres y no pensamos que a lo mejor somos nosotras las que tenemos que cambiar; y que ellas están bien, que debemos cambiar la percepción de cómo debemos ser y cómo debe ser el prototipo de todas. Y La Sirenita Pescada y la Zorri también están basados en personas que conozco, aunque mezclo a varias y, obviamente, lo exagero mucho. Alguna de mis amigas no lo ha leído aún, pero yo he avisado: no va por nadie en concreto. Pero claro, una de mis amigas está ahora embarazada y... [ríe].

placeholder Raquel Córcoles. (Clara Asanza)
Raquel Córcoles. (Clara Asanza)

P. Tras leer la historia de La Sirenita Pescada, que se queda embarazada y se casa, da la impresión de que estuvieses diciendo que llevar una vida 'convencional' y familiar fuese negativo para las mujeres. Una tesis que se ve reforzada por el mensaje que la madre les da a las hijas ("no hagáis lo que yo") y el pánico que experimenta Moderna al percatarse de que su novio quiere tener hijos con ella y un chalet a las afueras. ¿Crees que es así? ¿La vida familiar es negativa para las mujeres?

R. Explico en el libro que es como un trauma de familia, que percibes el matrimonio y los hijos como una amenaza a tu libertad como mujer a causa de todo lo que has vivido. Y realmente no pienso así de todo el mundo, pero en mi caso sí que he pensado siempre que hasta que no consiga lo que quiero no tengo necesidad de dar esos pasos. Pero si mi novio me pide que me case este año, le diría que sí, porque le quiero muchísimo, pero él sabría que la boda me da igual, que hay otras miles de cosas que me hacen más ilusión, pero eso no significa que no quiera compartir mi vida con él. Y lo de los hijos... es que voy preguntando a todas las madres del mundo, que cada vez son más sinceras, y espero que me digan que compensa, que una sonrisa del pequeño les alegra el día... pero me encuentro lo contrario: cada vez hay más madres jóvenes que aseguran "mira, yo llego a saber dónde me metía y no sé si repetiría...". Eso me hace pensar. Sobre todo me dicen "si lo tienes, lo tienes que querer MUCHO, lo tienes que tener querer DE VERDAD". Y claro [ríe], esa frase me echa para atrás. Sí que es verdad que no soy tan reacia a ser madre como hace unos años, pero vivo con miedo de que se me despierte el reloj biológico [ríe].

P. ¿Crees que el reloj biológico nos pone en desventaja con respecto de los hombres?

R. Sí, porque es muy probable que pierdas un año de tu vida sólo en tener el niño. También porque moralmente te desestabiliza, o sea a mí que me desestabiliza la regla, ¡imagínate un embarazo! [ríe]. Voy a pasar por todas las fases, seré como un Dragon Khan. Pero, no sé, es inevitable que a la mujer le afecte más, porque pone más de su parte que el hombre. Da miedo pensar que vas a tener que hacer el esfuerzo, y al final la que va a poner un paréntesis a su vida vas a tener que ser tú. No tiene por qué ser así, pero ¿sabes lo que me pasa? Noto que me faltan referentes de mujeres a las que no les haya pasado. Creo que es posible que una pareja quiera tener un hijo y que el hombre diga que adelante, que él se encarga más del niño para que ella se dedique más a su carrera... pero no he conocido a ninguna pareja así. En unos años, cuando haya mujeres que hayan llevado su maternidad de diferentes maneras, entonces diremos "ah, pues esto me encaja o aquello no"; y no solo tener el referente clásico de la madre que se queda en casa con los niños mientras el padre trabaja.

P. ¿Y no crees que a nuestra generación le da miedo el compromiso?

R. Sí, miedo a las responsabilidades. No nos gustan. Es como lo de hipotecarte. No nos mudamos a una casa y decidimos vivir ahí para toda la vida, como antes. Un hijo es para toda la vida, y nosotros creo que valoramos mucho la libertad y sabemos lo que es la estabilidad y el confort por nuestras familias, y quizá tenemos más oportunidades ahora, viajamos más, hemos apostado por carreras con menos salidas pero que nos apasionaban... Somos una generación que ha apostado más por el carpe diem, y no nos gusta atarnos a algo. Encima ya no nos casamos pensando que va a ser para toda la vida.

P. Con tu libro me ha pasado algo curioso, porque le dije a varios hombres que te iba a entrevistar y mientras unos me decían "oh, qué suerte, me encanta esta tía", otros me decían con desdén "ah, sí, a la feminazi esa...". ¿Qué opinas de los que te tachan de 'feminazi'?

R. Qué fuerte. Creo es más fácil ponerle una etiqueta a alguien y ven 'feminismo' y te tachan de 'feminazi'. Ese es el problema. Hablé del tema con Ana Morgade, y me dijo que deberíamos apropiárnosla, hacerla nuestra, igual que hicieron los gais con "maricón". Yo le dije que sí pero no, porque al autoproclamarte un nombre que incluye la palabra 'nazi' no me gusta, y es justo lo contrario de lo que pretendemos. Queremos la igualdad de géneros, y nos estás llamando algo que parte de algo horrible. Los nazis son ellos, son los hombres que se creen de raza aria superior, no las mujeres que estamos intentando que haya igualdad. Tengo reticencias sobre el término, no sé qué hacer con él. Además es curioso, porque en mi libro 'Cooltureta' aparece un personaje que se llama así, 'Feminazi', y fue cuando el término no estaba tan extendido, era más broma entre feministas, pero ahora es un término que se lo ha apropiado la generación tope joven de Forocoches, para los que, hagas lo que hagas, eres una 'feminazi'.

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Raquel Córcoles. (Clara Asanza)

P. ¿Qué opinas de las mujeres que dicen que no son feministas?

R. Pues me encuentro con algunas que dicen que no entienden el feminismo y que no sienten que tengan nada que reivindicar. Que a ellas los hombres siempre les han tratado muy bien... [pone cara de WTF con los ojos abiertos y ríe irónicamente]. Es que... no empatizo. No vivo en el mismo mundo que ellas. Pero pienso que cuando les pase algo o cuando vivan algo desagradable por ser mujeres, en concreto, incluso a largo plazo, pienso que verán que el feminismo sirve. Creo que te protege de cosas, de ir por caminos que sabes que no van a ser buenos o justos para ti, y alguien que no tiene eso en cuenta igual luego se arrepiente de haber tomado un camino y no otro. Si una mujer piensa que su género no tiene ninguna desventaja, pues es que igual no se ha dado cuenta aún de ello, y es como más peligroso.

P. Para acabar, volvamos a ti. Tengo curiosidad, ¿cómo y por qué nació Moderna de Pueblo? ¿Y cómo llegaste a rentabilizarlo?

R. Pues yo estaba muy quemada en la agencia de publicidad en la que trabajaba y quería hacer algo diferente. Y justo, en 2010, vi una beca 'Connecta’t al còmic' en la que había que presentar tres viñetas, y tenía tres meses para presentarme, entonces lo vi factible y me presenté... Pasé a la siguiente fase y gané, y publiqué un libro. Y cuando gané me entró el pánico porque tenía que hacer 150 páginas y no tenía ni idea de dibujar [ríe]. Busqué un nombre que tuviese tirón y que me representara, y se me ocurrió Moderna de pueblo. Empecé a tener mucho feedback positivo por las redes y así hasta hoy [sonríe].

Es jueves temprano por la mañana. Hemos quedado en el centro de Madrid con Raquel Córcoles, más conocida como Moderna de Pueblo. La joven treintañera es calcada a la protagonista de sus novelas gráficas. Carismática y pizpireta, llega puntual con una minifalda charol negra, medias, botas moteras, camiseta... y su inconfundible melena rubia. No puede esconder su origen catalán, su juventud y tampoco la ilusión que le hace su nuevo proyecto: 'Idiotizadas' (Zenith), su tercer libro y que acaba de salir a la venta.

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