Seis trabajos que desaparecerán en los próximos años
Un estudio de la Universidad de Oxford intenta prever cuáles son los sectores cuyos trabajadores son más susceptibles de ser sustituidos por medios automatizados
Hace poco más de una década los economistas Frank Levy y Richard J. Murnane aseguraban en su libro '
Muchos creían que aquello acabaría poniendo en peligro la vida de peatones y automovilistas, sin embargo, la verdadera amenaza del invento se presentaba en el plano laboral, con millones de puestos como el de taxista, chófer o conductor de camiones que, se estima, tienen altas probabilidades de acabar desapareciendo en un futuro no muy lejano.
La inteligencia artifical (AI), el aprendizaje automático (Machine Learning) y el aprendizaje profundo (Deep Learning) han venido a potenciar las posibilidades de las máquinas a niveles hasta ahora desconocidos. En 2014, un programa de ordenador llamado Eugene Goostman, que simulaba la personalidad de un niño de 13 años, fue capaz de pasar por primera vez el Test de Turing, engañando a los jueces implicados que creyeron que estaban de verdad chateando con un adolescente. Ante tales sucesos, la cuestión ronda la mente de todos: ¿qué trabajos no podrán hacer las máquinas, que, sin embargo, sí podremos seguir desempeñando nosotros?
Una receta es en sí misma un algoritmo. Basta traducir cantidades, tiempos y técnicas a órdenes informáticas para que una máquina las realice
La principal novedad del panorama laboral presente se halla en que el sector servicios, aquel que más ha progresado en las últimas décadas y se ha presentado tradicionalmente como sinónimo de sociedades avanzadas, es sin duda el que se encuentra ahora más amenazado. Siguiendo un estudio llevado a cabo por la Universidad de Oxford en el que se evaluaron 700 ocupaciones, estas son algunas de las profesiones más destacadas con peor porvenir profesional.
Camareros y barmans
Si eres de los que utilizan a su camarero preferido como confesor de penas y pecados, más vale que te busques otro cómplice para tus correrías. Oxford estima que las posibilidades de que desaparezcan estos trabajos son, ni más ni menos, que de un 77%.
Algunas cadenas de comida rápida ya han optado por sustituir a buena parte de su personal por máquinas desde las cuales los clientes realizan directamente sus pedidos. ¿Seguiremos acudiendo de verdad a estos establecimientos aunque nos eliminen el factor humano?
Cocineros
Nadie va a poner en duda que la excelencia en la cocina se halla en el toque particular que el chef o su equipo le da a sus platos. Sin embargo, en la mayoría de cadenas de restaurantes, las recetas vienen ya instauradas desde arriba y la única labor de los trabajadores es limitarse a reproducirlas.
La gente realiza cada vez menos compras en lugares físicos y casi todas las empresas de comercio electrónico esperan crecer este año
Una receta es en sí misma un algoritmo, por lo que basta traducir las cantidades, los tiempos de preparación y las técnicas a ordenes informáticas para que un grupo de máquinas las pueda ejecutar con una precisión minuciosa. Existen, según Oxford, un 81% de posibilidades de que buena parte de trabajos en el mundo de los fogones acaben siendo automatizados.
Guardias de seguridad
La universidad británica estima que esta ocupación tiene un 84% de posibilidades de desaparecer. Hace unas décadas vivíamos en un mundo mucho más físico donde el dinero, los metales preciosos y los bienes materiales primaban como valor económico. Cada vez más, las trasacciones se desarrollan en un terreno virtual y muchos de los productos y servicios que se adquieren son también menos tangibles.
La palabra "seguridad" suena por ello con fuerza en el presente como ocupación dentro del mundo informático. En el día a día vemos, sin embargo, menos vigilantes de seguridad en establecimientos donde antes eran una constante como las sucursales bancarias.
Dependientes
Según un estudio de la Agencia de Marketing y resultados Kanlli y la revista 'D/A retail' el 93% de los comercios electrónicos en España prevén crecer a lo largo del presente año y casi un tercio augura hacerlo a más de un 30% con respecto al 2016.
Robots recepcionistas que trabajan las 24 horas y carritos automáticos que trasportan las maletas son ya una realidad en algunos hoteles
Por nuestra forma de vida actual, la gente se encuentra menos dispuesta a trasladarse a lugares físicos para realizar sus compras. La venta online posibilita además la comparación de precios siendo además los servicios de entrega cada vez más veloces. Mal panorama, por tanto, para los dependientes de toda la vida, cuyos puestos tienen un 92% de posibilidades de desaparecer según los datos que maneja la institución de formación superior inglesa.
Recepcionistas
Dos hoteles, el Yotel de Nueva York y el Henn-na de Nagasaki están protagonizando la que puede ser la nueva era de la automatización en el mundo de la hostelería. Robots que reciben a los huéspedes las 24 horas, carritos autónomos que trasportan las maletas y asistentes personales para controlar la domótica de las habitaciones.
Igual que casi todas las tareas de reserva se suelen llevar a cabo online, las labores más físicas de los hoteles comienzan a ser desempeñadas por máquinas especializadas. La Universidad de Oxford estima que existen un 96% de posibilidades de que la mayoría de ocupaciones desaparezcan.
Empleados de banca
Tras las fusiones entre entidades y la automatización de servicios a través de internet y aplicaciones, la profesión de empleado de banca ocupa el primer puesto entre las susceptibles de acabar desapareciendo, con un 98% de posibilidades de que la mayor parte de puestos acaben siendo desempeñados por ordenadores.
En el año 2013, la empresa de recursos humanos Adecco estimaba que en nuestro país se habían acabado perdiendo más de 40.000 puestos en el sector desde que la crisis dio comienzo. Por el momento, la demanda de puestos en banca sigue exisitiendo si bien los perfiles requeridos poseen un nivel profesional más elevado, con asalariados más especializados y con idiomas.
Hace poco más de una década los economistas Frank Levy y Richard J. Murnane aseguraban en su libro '