¿Qué daños puedo sufrir si observo un eclipse solar directamente sin protección?

Las advertencias eran claras: nada de mirar directamente al Sol, ni tampoco a través de radiografías, diapositivas ni gafas sin un filtro específico durante el eclipse solar. A pesar de las alertas, las imágenes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mirando hacia el cielo con los ojos entrecerrados, sin ningún tipo de protección sobre los ojos, han recorrido todo el mundo. ¿Se quedará ciego Donald Trump?

Pero seguramente no ha sido el único. Si bien tanto los expertos de todo el mundo como la propia NASA han pedido explícitamente y en reiteradas ocasiones que el Sol se oberve con protección adecuada ante el elevado riesgo de sufrir daños oculares, Trump no será, casi con toda probabilidad, el único que haya mirado al cielo sin más protección que sus propias retinas y que quizás ahora, ya pasado el fenómeno, empiece a preocuparse por los posibles daños.

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Existen multitud de herramientas con las que disfrutar sin preocuparse de los peligros de un eclipse solar. Además de las gafas específicas y de los instrumentos ópticos con lentes especiales, se puede observar el astro rey con un filtro de soldador con vidrio de protección de grado 14 —y nunca más de 30 segundos seguidos— o a través de sistemas de proyección. ¿Por qué se pide extremar la precaución al mirar al Sol? Las advertencias no sirven sólo para los días especiales, como cuando ocurre un eclipse solar, sino que son para cada día.

El Sol emite una gran cantidad de radiación que al atravesar el ojo se concentra en la retina, a la que puede dañar provocando ceguera parcial o total irreversible. "Mirar al Sol siempre es peligroso", explica a la agencia Efe Sergio Barbero, del Instituto de Óptica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), quien recuerda que el daño puede aparecer desde el primer momento.

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"Nunca miramos a pleno sol porque el fuerte brillo de éste nos hace apartar la mirada", explica. Sin embargo, "el peligro de los eclipses es que, al disminuir el brillo por la oclusión parcial del Sol, nos da la sensación de que la energía que llega sobre nuestra retina no es peligrosa, lo cual no es cierto". Por eso también insiste en que no se debe observar directamente un eclipse solar ni sin protección ni con 'soluciones caseras'. "La manera segura es utilizar visores homologados por el estándar internacional IOS 12312-2". Ante la proliferación de 'gafas de eclipse' falsas, la Sociedad de Astronomía estadounidense (AAS) ha elaborado una lista de proveedores fiables de este tipo de lentes en los que se puede confiar.

Insisten: huyamos de apaños caseros

Los expertos insisten en este punto, dada la importancia de los daños que pueden sufrir nuestros ojos. Ricard Casas, del Instituto de Ciencias del Espacio (IEEC-CSIC) de Barcelona, también insiste en lo mismo: para mirar al cielo durante un fenómeno como el de este pasado 21 de agosto es necesario utilizar 'gafas de eclipse', que no dejan pasar la luz infrarroja ni ultravioleta, y hay que huir de apaños caseros.

Además, los expertos aconsejan, si se usan prismáticos o telescopios, poner filtros en los objetivos. Para Casas, un eclipse solar total —aunque en Europa y otros puntos ha sido sólo parcial— es ante todo un espectáculo que no es fácil de ver. No obstante, también aportan conocimientos desde el punto de vista científico.

Aunque desde hace años existen instrumentos capaces de medir la cromosfera y la corona solar, un evento de este tipo sirve a la comunidad científica para repetir estas mediciones y comparar datos. El eclipse también servirá para medir con precisión el diámetro de este astro.

¿Qué daños concretos podemos sufrir?

Por un lado, la exposición prolongada de los ojos al Sol puede provocar quemaduras corneales. Este tipo de quemadura es una lesión que surge en la córnea por diferentes razones, una de ellas, la luz solar. Los síntomas de la quemadura de córnea son numerosos: desde la visión borrosa, hasta picor en los ojos, pasando por sensibilidad a la luz o enrojecimiento, por eso, es necesaria una evaluación ocular completa para determinar si se sufre o no esta lesión.

Por otro lado, mirar directamente a la luz solar sin protección puede provocar una lesión macular que, si bien es una enfermedad asociada a la edad, la exposición a la luz solar es un importante factor de riesgo. Este tipo de lesión ocasiona la pérdida de visión central, aunque no a la lateral. Según la Asociación Retina de Navarra, los primeros signos de este tipo de degeneración afectan a la agudeza visual: pueden aparecer áreas sombreadas, distorsión o dismonución de la agudeza visual central.

¿Y cómo comprobar si se tiene una lesión en la mácula? Existe una herramienta, denominada rejilla de Amsler, y se puede comprobar desde casa: es necesario imprimir esta rejilla en un papel blanco y, bajo la luz habitual de lectura y en condiciones normales de visión —es decir, utilizando las gafas o lentillas, en caso de que las necesites— coloca la prueba a una distancia de entre 35 y 40 centímetros de los ojos.

Cubre con una mano uno de los ojos y mientras, mantén con el otro ojo la vista enfocada en el punto del centro de la cuadrícula. ¿Aparece alguna línea ondulada, borrosa o distorsionada? ¿Falta alguna zona en la cuadrícula o, por el contrario, hay alguna zona más oscura? ¿Tienen todas las cuadrículas el mismo tamaño? ¿Puedes ver todas las esquinas y bandas de la cuadrícula sin retirar la vista del punto central? Compruébalo con ambos ojos y, de ser necesario, acude a que te hagan una prueba ocular.