Clínica Mayo: dormir en la cama con tu mascota quizá no sea buena idea

Las personas pueden dividirse en dos clases: los amantes de los animales y aquellos a quienes les aterrorizan o les producen animadversión. Para el primer tipo, sus mascotas, especialmente perros y gatos, llegan a ser considerados miembros de la familia, e incluso más queridos que algunos familiares, ya que, dicen, al llegar a casa después del trabajo los reciben con una alegría que jamás han visto en el rostro de sus hijos y cónyuges. Y aunque los antimascotas no entiendan por qué visten a sus perros o los besan en el hocico (“¡Qué asco! Si no hacen más que olisquear el trasero de otros canes…), ellos, asegura la ciencia, son mucho más felices y saludables. Pero puede que no tanto como se creía…

Un estudio realizado por la Clínica Mayo ha revelado que dormir en la cama con nuestros animales podría ser perjudicial, o al menos así se desprende de la encuesta realizada: uno de cada cinco propietarios afirman que no descansan bien por culpa de sus mascotas.

Peludos e invasivos

Ladridos intempestivos, ronquidos y convulsiones, la colonización progresiva del espacio de la cama, o dormitar sobre sus dueños, por no hablar de los garbeos nocturnos por la habitación o hacia el sofá pueden ser algunos de los motivos de desvelo. Así lo ha explicado la doctora Lois Krahn, directora del estudio y especialista en medicina del sueño y psiquiatría en la Clínica Mayo: “Es habitual que algunas personas se acostumbren a dormir con sus mascotas en la habitación. La cuestión de si el animal ocupa una parcela de cama, se tiende en su capazo o en el suelo es un detalle importante para ayudarles a dormir tan bien como sea posible”.

A veces es una cuestión de peso, un mastín o un retriever te roban mucho espacio de la cama e impiden que descanses a tus anchas

Los investigadores encuestaron a unas 150 pacientes en tratamiento en el Centro para la Medicina del Sueño –74 tenían una mascota en casa y 31 más de una –, interrogándoles sobre los factores ambientales que les ocasionaban insomnio, incluido sus animales. La sorpresa fue que al menos 15 de ellos se quejaron de los ruidos y movimientos de sus peludos compañeros. Aunque hubo otra cuestión de mayor envergadura: el tamaño de los canes.

Así lo explica el doctor Mark Stephens de la Uniformed Services University of the Health Sciences, en Maryland: “Un retriever o un mastín ocuparían un espacio significativo y, por ello, es más probable que interrumpa el sueño; sin embargo, un yorkie, no demasiado”. Además de las “enfermedades potenciales que las mascotas pueden transmitir a sus amos”, declaró a 'Medical Daily' Bruno Chomel, veterinario investigador de la Universidad de California.

También tiene sus ventajas

No todos los participantes en el estudio culparon a su mascotas de sus problemas de sueño, al menos un 31% confesaba dormir de maravilla con ellas. Entre otras cosas, afirmaron, se sentían confortables, acompañados y abrigados en invierno. Sobre todo, las personas que vivían solas.

Dormir con animales reduce el estrés y nos ayuda a sentir alivio porque aumentan los niveles de oxitocina, la hormona del bienestar

Sin embargo, se han descubierto otras muchas ventajas: según la web 'iMujer', compartir la cama con ellos no solo fortalece lazos, sino que ayuda a reducir el estrés al aumentar los niveles de oxitocina. Y además, te sientes más seguro, porque perros y gatos tienen el sueño más ligero y si hay algún peligro en la casa lo advertirán mucho antes que tú.

Si bien esta investigación no aporta datos concluyentes, tal vez los profesionales del sueño empiecen a preguntar a sus insomnes pacientes si tienen o no mascota, y de paso, también pareja... ¿O acaso un ser peludo que ronca y te roba espacio en la cama, aunque sea de la especie humana, no afecta lo mismo a nuestro descanso? Si al final tendremos que hacer como los marqueses de Linares y dormir en camas separadas...