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Los cuatro principios para alimentarte sano que lograrán que pierdas peso
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Los cuatro principios para alimentarte sano que lograrán que pierdas peso

'Thinking' es un método de crecimiento personal con cuatro sencillos pasos o principios que nos ayudarán en el camino: consciencia, ruptura, mesura y vigilancia

Foto: Para perder peso no solo es necesario ponerse a dieta. (iStock)
Para perder peso no solo es necesario ponerse a dieta. (iStock)

Llevas mucho tiempo haciendo dietas, pero no consigues perder esos kilos de más definitivamente. "¿Por qué?", te preguntarás algo desesperado. Pues porque para adelgazar no basta con hacer régimen, sino que hay que cambiar de mentalidad. Al menos es lo que defiende Diego de Olmedilla, autor de un revolucionario método con el que él mismo consiguió perder peso de manera saludable. Su lema es: "No eres gord@, estás gord@".

Lo primero que debes tener claro es que 'Thinking' es un método de crecimiento personal, un conjunto de estrategias, herramientas y recursos para lograr ser, no simplemente delgado, sino todo lo que quieras ser. Antes de zarpar debemos conocer cuatro principios que nos van a ayudar en el camino: consciencia, ruptura, mesura y vigilancia, que podrás encontrar en su libro 'Adelgaza con el Método Thinking' (Editorial Espasa):

Toma de conciencia

La conciencia es un rasgo que nos da las claves de dónde estamos, de cuál es el truco o la trampa que nos hace víctimas de nosotros mismos y nos hace ser conscientes de la magnitud y el alcance del problema, que no es que no tengamos el tipazo de una supermodelo, sino el daño que nos estamos haciendo en todos los aspectos de la vida al descuidar nuestra salud. ¿A qué más nos ayuda? A reconocer el mal que nos hace esta relación enfermiza que tenemos con la comida. Lo mucho que nos aleja de nosotros mismos. La tristeza y amargura en la que muchas veces nos sume, el desastre que supone para nuestra autoestima. La manera que tiene de decirnos que odiamos lo que el espejo refleja o la imagen que nos devuelve una foto.

La calidad de vida depende del estado en que se encuentre uno, es decir, de cómo y cuánto se cuida

Reconocer que estamos a su merced y que hemos perdido la voluntad... Otro componente de la conciencia nos lleva a reconocer qué nos lleva a comer, por qué estamos gordos, qué situaciones o emociones nos provocan «el ansia», y cómo aprender a identificar cuándo tenernos hambre de cuándo estamos saciados. Se trata de ser conscientes de nuestros malos hábitos hasta llegar a la decisión que tomarnos en el momento de fabricarlos y que ahora se ocultan tras el automatismo de la respuesta. Y decidir tornar otro camino.

Contemplar nuestro deseo como lo que es: una adicción. Y que uno no necesita superarla solo o sola. Que no tiene nada de malo pedir ayuda, apoyarse en otros. Es traer nuestra atención hacia un nuevo objetivo, una nueva vida, y saber de manera lúcida que comer de más es una transgresión que nos aleja de nuestro verdadero ser. Pero sobre todo significa entender que solo se tiene un cuerpo y que es la herramienta principal para relacionarse con el entorno. Que la calidad de vida depende del estado en que se encuentre, y que eso depende de cómo y cuánto se cuida, de hasta qué punto estamos sanos. Y no solo se trata de un cuerpo físico, sino que comprende el alma, el pensamiento, las sensaciones…

Esta visión interior es lo que se intenta buscar, pero es difícil acceder a ella mientras la preocupación se centre en lo externo.

La ruptura

Gracias a que has tomado consciencia ya sabes qué es lo que hay. Es el momento de actuar en consecuencia y poner freno a esa situación indeseada. Está en tu mano romper el vínculo malsano. Puedes lograrlo si te plantas y dices «Hasta aquí». Drástico, definitivo. Y repito, es un compromiso firme, no es discutible, es el fin para poder llegar al nuevo principio. Del alcance de la ruptura depende, en gran medida, el éxito del método. El Método Thinking te provee de patrones de conducta para sustituir a aquellos que te llevaron a este momento. Para que puedas romper con las asociaciones como la tristeza (comida), el enfado (comida) o el cansancio (comida). Y recuerda, se romperá con ese pasado cuantas veces sea necesario y en adelante repítete: «Estoy entrenándome, me hago fuerte frente a la tiranía de la báscula». La ruptura es una conducta liberadora porque nos permite dejar de depender y modificar el vínculo con la comida.

Fija limites, acostúmbrate a ellos, que marquen la frontera de tu reino. La mesura es la ley del equilibrio y la proporción

La mesura

La cantidad desbordada de alimento es lo que te ha llevado a tener exceso de equipaje, luego será la justa medida la que te devuelva a la normalidad. Justeza, mesura, equilibrio... No es pasar hambre, es comer solo lo que tu cuerpo necesita. Es tener bajo control el apetito, dominar el antojo, porque la otra opción es que el antojo te domine a ti. Es darle la importancia justa a la comida y a lo que te rodea. Porque si no controlas, si no te moderas, será muy difícil que no te supere el ansia, cuyo mecanismo actúa cuando comes de más. Tu experiencia te debería mostrar eso. Cuanto mayor es la cantidad que se ingiere, más hambre se tiene. Es así. Y viceversa.

Fija limites, acostúmbrate a ellos, que marquen la frontera de tu reino. La mesura es la ley del equilibrio y la proporción.

La mesura será la clave para mantener la salud en el tiempo. De hecho, la mesura en todo es clave en la vida. Mesura tanto en el número de ingestas como en la cantidad de alimentos de cada una, la medida de la porción y la porción medida. El ejercicio físico regular y programado es una forma de mesura.

La vigilancia

«Si quieres la paz, prepara la guerra», decía César, el Julio. Permanece atento. No hay que relajarse, especialmente en situaciones conflictivas, que pueden llevarte al incumplimiento de tus objetivos. Identifica los lugares que generan esas tentaciones, las situaciones delicadas que nos llevan a comer de más. Eso permite evitarlos, no ponerse en peligro, porque solo somos humanos y podemos caer. Renueva tus votos, refuerza la ruptura. La vigilancia te permite anticiparte y sobreponerte a los momentos de debilidad. Planifica y vigila para que se cumpla tu plan. El estado de alerta en las pautas de comportamiento en la alimentación y la actividad física debe mantenerse y muy especialmente en lo que se refiere a la diferencia horaria entre cada ingesta que se establece en el método. La vigilancia te mantiene alejado de la comida cuando no toca comer, porque recuerda cuándo y cuánto y qué. Refuerza la mesura. Estar vigilante significa estar lo suficientemente cerca de nosotros mismos y lo suficientemente lejos de algo para que no nos pueda perjudicar, sin perderlo del todo de vista como para no saber que existe y perder objetividad. Estar alerta da tranquilidad y asegura que vamos a llegar a la meta. Vigilar es mantener la consciencia durante el camino, cuando ya hemos llegado al objetivo. Se trata de que no se nos olvide lo que hemos aprendido. Se trata de que no perdamos, de que no nos quiten todo lo que hemos conseguido.

Come la mitad, estate el doble de atento y muévete el triple.

La atención provoca que el ser humano se libere. La atención consciente nos permite darnos cuenta y estar en contacto con lo que sentimos y necesitamos.

Llevas mucho tiempo haciendo dietas, pero no consigues perder esos kilos de más definitivamente. "¿Por qué?", te preguntarás algo desesperado. Pues porque para adelgazar no basta con hacer régimen, sino que hay que cambiar de mentalidad. Al menos es lo que defiende Diego de Olmedilla, autor de un revolucionario método con el que él mismo consiguió perder peso de manera saludable. Su lema es: "No eres gord@, estás gord@".

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