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"Comer guarro y tener sexo salvaje está bien, pero has de ser dueño de tus deseos"
  1. Alma, Corazón, Vida
"Hay un problema con la gestión de la culpa"

"Comer guarro y tener sexo salvaje está bien, pero has de ser dueño de tus deseos"

En su nuevo libro, el periodista Toño Fraguas se adentra en el pantanoso mundo de la autoayuda, combinando prevención, humor y unas cuantas verdades modestas

Foto: Toño Fraguas ha pasado por El País, 20Minutos o Esquire.
Toño Fraguas ha pasado por El País, 20Minutos o Esquire.

Nuestro mundo está tomado por la autoayuda, una suerte de sustitución laica de aquellos consejos religiosos que organizaron la vida cotidiana de las décadas centrales del siglo pasado. Se puede ser más feliz, estar más sano, encontrar la autorrealización e incluso lograr una vida inmensamente plena sin necesidad de morirse e ir al cielo, lo cual no deja de ser una ventaja en estos tiempos. Basta con seguir algunas técnicas, poner fuerza de voluntad y ser enormemente positivo. '¿Existe la felicidad?' (Ed. Plaza & Janés), del periodista Toño Fraguas, se adentra en las pantanosas áreas de la autoayuda con mucha prevención y algo de convicción, dando una vuelta de tuerca a los argumentos habituales para encontrar modestas formas de acción, que también se dirigen a que reflexionemos sobre el buen vivir a través de consejos de sentido común. ACyV ha conversado con él para separar el trigo de la paja.

PREGUNTA. Decir que uno es feliz es 'trendy'…

RESPUESTA. En este mundo es muy importante la competitividad y parecer feliz es una herramienta para ser competitivo Somos productos. Siempre me acuerdo de Don Draper, el creativo publicitario de la serie 'Mad Men', cuyo personaje es una marca. Así son las cosas, y las redes sociales son un escaparate para estos productos que somos nosotros.

P. En el libro se afirma que los 'runners' son drogadictos, que su adicción es la endorfina, la droga de la felicidad.

R. Bueno, era una afirmación que se hacía en una web de 'runners'… Cuando empecé a escribir el libro no podía correr ni cien metros, y ahora llego a los diez kilómetros, de modo que sí, engancha, porque para que yo pueda correr esa distancia… Es mejor que otras drogas. Desde entonces dejé de fumar, algunos alimentos de bollería industrial y bebo menos.

P. En la autoayuda, como en la vida, se suele afirmar que si las cosas no funcionan, es porque no lo hemos hecho bien. Si tienes sobrepeso es falta de voluntad, si no tienes trabajo es porque no has sabido reciclarte y si el método de mi libro no te ha funcionado es porque eres torpe.

R. Hay un problema con la gestión de la culpa, porque casi todos tendemos a culpabilizarnos. Nos quejamos mucho de los políticos y de los banqueros, pero en nuestro fuero interno siempre hacemos examen de conciencia y vivimos abrumados por la cantidad de información que tenemos. Nos sentimos culpables por comer una manzana, por si le han echado pesticida, por si nos despiden o por si no podemos pagar al banco. Antes comprabas un electrodoméstico o un coche, no funcionaba bien, y pensabas que había salido mal de fábrica; ahora tienes un problema con el teléfono o con el ordenador y piensas "algo he hecho mal, he tocado donde no debía". Para nuestros padres el problema siempre estaba en el artilugio, ahora pensamos que los culpables somos nosotros.

Hay gente que piensa que el único obstáculo entre ellos y la felicidad es la dieta y que si la cumplen todo va a ser estupendo. Eso no es así

P. En el libro asegura que “He llorado de alegría comiendo”. Es usted alguien que disfruta con el acto de comer. Al mismo tiempo, revela la dieta con la que perdió 15 kilos, momento en que su autoestima era mayor, pero no era más feliz.

R. Esa dieta tiene la ventaja de que podía comer las cantidades que quisiera de los alimentos prescritos, y una vez a la semana me estaba permitido comer otras cosas que me gustasen. Y fue tan simple como ir al médico. Hay gente que hace dietas por moda, según la que se lleve esa temporada. Y eso es peligroso.

P. ¿Y no le parece que se está equiparando ser feliz con estar sano, esto es, con tener un físico atractivo?

R. Lo importante no es tener buen aspecto, sino estar sano. A lo mejor en el presente no tiene tanta importancia, cuando uno es medio joven, pero después se empieza a notar. Pero también es cierto que hay gente que sabe sacarse partido, que está sana aunque tenga sobrepeso. Y además hay gente fea y enferma que es feliz.

Intentamos compensar las fatigas físicas cotidianas con pequeños chutes de bienestar, como una terapia, un spa o un rato de meditación y así salir del paso

P. El libro termina con una constatación que es también una advertencia, “cada latido del corazón no es más que una cuenta atrás”. Quizá por eso hay personas que deciden ser más felices en lugar de tener una vida sana, ya que vamos a acabar todos en el mismo sitio…

R. Yo eso lo respeto totalmente. Hay gente que piensa que el único obstáculo entre ellos y la felicidad es la dieta y que si la cumplen todo va a ser estupendo, y eso no es así. En el epílogo se habla del hedonismo, y el bienestar subjetivo es una vía evidente para la felicidad desde el tiempo de los griegos. Comer en plan guarro, beber o tener sexo salvaje está muy bien, pero hay que tenerlo en un punto en el que cada uno de nosotros sea dueño de esos deseos, que lo hagamos cuando queremos. Porque llega un instante en que uno lo hace casi sin querer y entonces no es libre.

P. Cada vez se habla más de la felicidad como sinónimo de lo sensorial, y menos de lo que causa placer a la mente. ¿Por qué?

R. Hay muchos factores, uno muy preocupante, y es que estamos menos preparados para los placeres mentales, que requieren cierta sofisticación. Quizá no tengamos la preparación suficiente como para desmayarnos por el Síndrome de Stendhal. De todos modos esta búsqueda del bienestar físico también puede ser un mero instrumento para soportar la realidad. Hay quien dice que si hay una revolución en nuestra sociedad será una revolución de los cuerpos, porque no el cuerpo no pueda soportar jornadas laborales de doce horas, ni dormir seis, ni librar un día cada quince. Quizá intentemos compensar esas fatigas físicas con pequeños chutes de bienestar, como una terapia, un spa, o un rato de meditación y así salir del paso.

La ecuación es: felicidad igual a fertilidad más felación. Las tres palabras comparten origen etimológico

P. Habla de cómo este terreno de la autoayuda es propio también de los charlatanes y de las pseudociencias. Pero todas estas cosas tienen algo de engaño, porque no se trata de que sean más o menos efectivas, que a veces no lo son nada, sino de que todas ellas te prometen que si las utilizas te va a ir estupendamente. Todas tienen, en este sentido, algo de fraude.

R. Tengo mucho respeto a las cosas de las que hablo en el libro, menos a las pseudoterapias. La meditación, el deporte, llevar una vida sencilla, son cosas muy importantes, pero también muy antiguas. Toda la vida se ha buscado la vida sencilla, siempre ha estado nuestro cuerpo sometido a ejercicio físico… Todo eso son vías a la felicidad, pero no basta con eso. Lo que ocurre en nuestra época es que nos las venden como si fueran muy modernas, y no lo son: son prácticas viejas y respetables que las venden con envoltorios muy nuevos, como si hubieran descubierto América. En este sentido, me da un poco de pena lo olvidada que está la filosofía, que es de donde vienen la mayoría de estas cosas.

P. Su libro tiene algo de autoayuda también. Critica este tipo de cosas, pero...

R. Sí. Pido a la gente que consuma menos y al mismo tiempo que compre el libro, y critico a los libros de autoayuda y doy mensajes de ese tipo. Una vez Agustín García Calvo me dijo que no cayera en la tentación de querer ser coherente y le he hecho caso. En todo caso, esto son consejos que me doy a mí mismo. Si le valen a alguien, genial.

P. También incluye la ecuación de la felicidad según la cual la felicidad sería igual a fertilidad más felación.

R. Aparte de que los tres términos tengan su intríngulis etimológico, porque tienen la misma raíz, lo que quiero subrayar con este tipo de frase, muy común en los libros de autoayuda, es que todo es importante:ser fértil es ser creativo, producir uno las realidades en lugar de comprar la felicidad en cápsulas, y felación por el placer físico, por el buen vivir.

Nuestro mundo está tomado por la autoayuda, una suerte de sustitución laica de aquellos consejos religiosos que organizaron la vida cotidiana de las décadas centrales del siglo pasado. Se puede ser más feliz, estar más sano, encontrar la autorrealización e incluso lograr una vida inmensamente plena sin necesidad de morirse e ir al cielo, lo cual no deja de ser una ventaja en estos tiempos. Basta con seguir algunas técnicas, poner fuerza de voluntad y ser enormemente positivo. '¿Existe la felicidad?' (Ed. Plaza & Janés), del periodista Toño Fraguas, se adentra en las pantanosas áreas de la autoayuda con mucha prevención y algo de convicción, dando una vuelta de tuerca a los argumentos habituales para encontrar modestas formas de acción, que también se dirigen a que reflexionemos sobre el buen vivir a través de consejos de sentido común. ACyV ha conversado con él para separar el trigo de la paja.

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