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La mitad de los enfermos de hepatitis desconoce que la padece
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REPRESENTA UNA 'RIESGO ENORME' PARA LA POBLACIÓN MUNDIAL

La mitad de los enfermos de hepatitis desconoce que la padece

Ayer se celebró el Día Mundial de la Hepatitis, pero ¿cuál es el objetivo de fijar una fecha para que recordemos la existencia de esta enfermedad?

Foto: La mitad de los enfermos de hepatitis desconoce que la padece
La mitad de los enfermos de hepatitis desconoce que la padece

Ayer se celebró el Día Mundial de la Hepatitis, pero ¿cuál es el objetivo de fijar una fecha para que recordemos la existencia de esta enfermedad? La intención es crear conciencia sobre un virus que, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a 350 millones de personas (por la hepatitis B y que se transmite por la exposición a sangre, semen y otros fluidos corporales infectados) y 170 millones por la variante C (contagiada casi siempre por exposición a sangre contaminada por casos de transfusiones de sangre o por el uso de jeringuillas infectadas). Estas cifras demuestran que esta dolencia representa “un riesgo enorme” para la salud mundial y que es necesario recordar, aunque sea una vez al año, la importancia de prevenir nuevos contagios y mejorar la calidad de vida de quienes viven con esta patología ‘silenciosa’, considerada así por muchos, ya que el virus puede replicarse en el hígado durante años antes de que se produzcan los primeros síntomas de la enfermedad.

Otro dato sorprendente es que más de la mitad de los enfermos de hepatitis desconoce que la padece y que una de cada doce personas en todo el mundo está viviendo con hepatitis crónica B o C, una prevalencia mucho más alta que la de enfermedades como el VIH o el cáncer. De ahí el eslogan de la nueva campaña internacional que busca  promover el conocimiento de esta patología: "Esto es la hepatitis... Conócela. Afróntala. La hepatitis afecta a todos, en todas partes".

Con estas palabras se quiere concienciar a la población, y sobre todo a los enfermos, de que la hepatitis B y C deben tratarse de forma correcta desde el primer día ya que puede producir, en un futuro no muy lejano, un daño hepático grave como, por ejemplo, cirrosis que deriven en complicaciones mortales. Además, señalar que existe el riesgo de padecer cáncer de hígado e insuficiencia hepática multiplicado por 100. En referencia a esto último, y según datos de la OMS, cerca de un millón de muertes se atribuyen cada año a la hepatitis y a los virus B y C, causando el 78%  de los casos de cáncer de hígado en el mundo.

Por ello, y debido a la importancia de la prevención, la OMS está preparando un plan de trabajo integral sobre la hepatitis para todos los Estados miembros, que pasa por el establecimiento de planes de vacunas y facilidades para disponer de sangre de calidad para transfusiones y de jeringuillas limpias. En este sentido, se ha conseguido un cierto avance, sobre todo debido a la incursión de la vacuna de la hepatitis B dentro de los programas de inmunización infantil, gracias a lo cual más del  70 % de los lactantes ya han recibido tres dosis de esta vacuna, algo que les protege de por vida contra el virus.

VIH y hepatitis

Existe una estrecha relación entre estas dos enfermedades. Alrededor de 10 millones de enfermos de SIDA están contagiados de hepatitis C y 1,4 millones de hepatitis B según un la OMS.  En una reciente publicación de la revista ‘The lancet’ los investigadores exigen que es necesario reformar los esfuerzos para la prevención y el tratamiento de la hepatitis viral en estos enfermos, sobre todo en países desarrollados donde la prevalencia en bastante elevada. Para ello, basta con tomar como ejemplo algunas cifras: en España el 80% de los enfermos de VIH padece hepatitis C, en Alemania el 75%, Estados Unidos el 73 % o China el 67%.

El informe publicado, además, pone el acento en la urgencia de incrementar el acceso a los tratamientos de cura allí donde no se está haciendo: “El informe expresa que es urgente incrementar el acceso a los tratamientos de hepatitis para estos individuos, ya que se los registros muestran que, incluso en los países de altos ingresos, sólo una fracción de los contagiados se benefician actualmente de una terapia La hepatitis viral necesita recibir más atención de la que está recibiendo para que deje de ser una enfermedad crónica entre los drogodependientes”.

España: el rechazo social y la posibilidad de contagiar a familiares y amigos, el miedo de los enfermos de hepatitis C

Por lo visto, el diagnóstico de la hepatitis C una vez que ya está infectado el paciente, sigue predominando ante la falta de control en Atención Primaria, por lo que "la lucha debe ser encontrar a las personas que no están diagnosticadas", así lo afirma la coordinadora de la Asociación Española de Enfermos de Hepatitis C (AsoEEHC), Amparo González. Esto es debido a esa etiqueta de ‘enfermedad silenciosa’ que hace complicado el correcto diagnóstico de los síntomas de las primeras etapas de la infección crónica.

En España hay unos 600.000 portadores del virus de la hepatitis C y solo 5.000 personas están tratándose actualmente, por lo que “hay mucha gente que no se está tratando y no se cura". Ante esto, Amparo González insiste en la necesidad de las campañas de conocimiento sobre la enfermedad y hacer hincapié en el desconocimiento que tiene no solo la población en general de esta dolencia sino la clase política.

Es necesario afirmar, para evitar miedos y posibles ‘psicosis’, que la hepatitis no se trata de una enfermedad infectocontagiosa sino que se contagia a través de la sangre, por este motivo hay que poner especial énfasis en un mayor control de la gente joven, en especial de aquellos que tienen 'piercing', tatuajes y que realizan actividades sexuales de alto riesgo o que tiene contacto con ciertas drogas.

Un 60% padece problemas psicológicos

Una de las mayores exigencias de esta Asociación es que la asistencia médica y farmacológica sea idéntica en todas las comunidades autónomas y que aumente el apoyo de las instituciones de atención psicológica porque “hay que prepararle a afrontar que la enfermedad” ante la escasez de información o información errónea que pueden, en muchos casos, encaminar al paciente a alteraciones psicológicas. A raíz de esto, explica González, el 60% de los enfermos de hepatitis tienen “mucho miedo al rechazo social y a contagiar a amigos y familiares". "La persona tiene mucho miedo a comunicar el virus ya que el paciente viven con muchísimos fantasmas, se convierten en personas negativas con ansiedad, depresión, etc", un problema añadido a la adherencia al tratamiento y que hay que atajar desde raíz.

Ayer se celebró el Día Mundial de la Hepatitis, pero ¿cuál es el objetivo de fijar una fecha para que recordemos la existencia de esta enfermedad? La intención es crear conciencia sobre un virus que, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a 350 millones de personas (por la hepatitis B y que se transmite por la exposición a sangre, semen y otros fluidos corporales infectados) y 170 millones por la variante C (contagiada casi siempre por exposición a sangre contaminada por casos de transfusiones de sangre o por el uso de jeringuillas infectadas). Estas cifras demuestran que esta dolencia representa “un riesgo enorme” para la salud mundial y que es necesario recordar, aunque sea una vez al año, la importancia de prevenir nuevos contagios y mejorar la calidad de vida de quienes viven con esta patología ‘silenciosa’, considerada así por muchos, ya que el virus puede replicarse en el hígado durante años antes de que se produzcan los primeros síntomas de la enfermedad.

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