Carmena deja colgado a Metro de Madrid al bloquear los 40 millones por las cocheras

En menos de un mes, el próximo 17 de junio, vence el plazo para que los 443 cooperativistas que se adjudicaron las antiguas cocheras de Cuatro Caminos paguen a Metro de Madrid los 40 millones de euros que aún le deben por esos terrenos. Cuando en noviembre de 2014 se impusieron en la puja al ofertar 88 millones por ellas, realizaron otro importante desembolso inicial de 45 millones de euros.

Sin embargo, Metro de Madrid, empresa pública que gestiona la Comunidad de Madrid, no verá ni un céntimo de esa cantidad después de que el Ayuntamiento de Madrid haya tumbado el Plan Parcial que iba a permitir la construcción de casi medio centenar de viviendas, al considerar que contradice el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM).

[Vea en imágenes los terrenos vendidos por Metro de Madrid]

En un escueto comunicado, el consistorio de Manuela Carmena justifica su decisión al considerar que "el Plan Parcial y proyecto de urbanización presentados se apartan de los objetivos y condiciones de la ficha del Plan General de Ordenación Urbana que se refiere a esta transformación urbana como resultado de la eliminación en superficie de las cocheras e instalaciones infraestructurales de la Compañía de Metro de Madrid SA, y soterramiento de todas esas instalaciones”.

Si los cooperativistas no pagan a Metro, las cocheras podrían volver a ser propiedad de la empresa pública

Un auténtico jarro de agua fría para Metro de Madrid, ya que dejará de ingresar una importante suma de dinero, prácticamente la mitad del precio por el que vendió sus históricas cocheras. Pero también para los cooperativistas. Sus viviendas no solo están en el aire, sino que podrían ver bloqueados esos 45 millones de euros ya aportados, si la batalla termina en los tribunales.

Cooperativistas sin viviendas y sin su dinero

El tiempo juega en contra de la cooperativa. El pliego de condiciones de enajenación de las cocheras recoge que "ninguno de los pagos aplazados ofrecidos por el licitador puedan superar el periodo de 36 meses desde la formalización del contrato de compraventa". Es decir, la cooperativa aún tendría por delante casi año y medio -han pasado 19 meses de la compra de las cocheras- para abonar esos 40 millones de euros, aunque con la correspondiente penalización económica por el retraso.

Y añade que "las cantidades pendientes de pago devengarán el interés legal del dinero de dicha cantidad durante el periodo comprendido entre la fecha de formalización del contrato de compraventa hasta la fecha en la que se haga efectivo el citado pago de la parte del precio que ha de abonarse en metálico".

Pero, ¿qué pasa si la cooperativa no paga y si el proyecto no sale adelante? Metro de Madrid podría dar por resuelto el contrato y devolver el dinero a los cooperativistas. Es decir, las cocheras volverían a ser propiedad de la empresa pública que devolvería los 45 millones además de la fianza, tal y como aparece en el pliego de condiciones y según han confirmado fuentes de Metro a este diario.

"Si el Plan Parcial de Reforma Interior, o instrumento de planeamiento requerido por la Administración, no puede contemplar en sus justos términos el proyecto de ejecución elaborado por Metro de Madrid, este podrá optar por modificar el proyecto de ejecución para adaptarlo al instrumento de planeamiento o resolver el presente contrato, con devolución al adjudicatario de la fianza y del pago al contado efectuado, más el interés legal del dinero", recoge dicho documento.

A pesar de ello, los cooperativistas ya se han puesto en contacto con dos de los grandes despachos de abogados de España, Garrigues y Uría Méndez, y no descartan llevar a cabo acciones judiciales tanto contra el Ayuntamiento de Madrid como contra Metro.

Metro espera a que el Ayuntamiento mueva ficha

Desde Metro de Madrid, por su parte, se encuentran en posición de 'wait and see' a la espera de ver cuál es el siguiente movimiento por parte del consistorio que, directamente, culpa a la empresa pública de este incumplimiento del Plan General, cuyo origen relaciona "con la negativa de la Compañía Metro a modificar la rasante de las cocheras argumentando que se imposibilitaría el acceso a las mismas por el túnel actual bajo la calle Reina Victoria". Y es que, técnicamente, el soterramiento de las cocheras es totalmente imposible.

De tal manera que la única vía para solventar el problema y cumplir con el Plan General, tal y como sugieren desde el consistorio madrileño, sería la modificación del mismo para solventar "las trabas de legalidad ahora existentes".

Desde Metro de Madrid insisten en que su proyecto ha recibido en varias ocasiones el visto bueno de los técnicos del Ayuntamiento

Desde Metro de Madrid insisten en la legalidad de su proyecto (vea el vídeo superior), que ha recibido en varias ocasiones el visto bueno por parte de los técnicos municipales. Desde la compañía sostienen que su proyecto de soterrar las vías y demás instalaciones se ciñe "a la solución técnica que ya había sido propuesta al Ayuntamiento en el año 2010", al tiempo que recuerdan que también "se aprobó un protocolo por la delegada del Área de Urbanismo y Vivienda del Ayuntamiento que contemplaba esta solución, que se ha mantenido inalterada desde entonces hasta su aceptación y ratificación definitiva por el pleno municipal en el año 2014".

Para Metro de Madrid, "el hecho de que el Ayuntamiento argumente ahora que el proyecto de las nuevas cocheras de Metro no cumple con las prescripciones del Plan General de Ordenación Urbana y no se van a eliminar las instalaciones existentes en la superficie, soterrándolas, supone un cambio sustancial del criterio que hasta ahora ha sostenido el consistorio. En el año 2010, ya se contemplaba como fórmula de eliminación de infraestructuras su soterramiento mediante la instalación de una losa generando un gran parque público. Esta solución se presentó también al Ayuntamiento en el año 2012, el cual la aceptó e incorporó al expediente de modificación el Plan General. Con lo que toda la tramitación se ajustó a la normativa vigente, como se desprende de la aprobación de todos los trámites realizados".

Además, para apoyar sus argumentos, Metro señala que la solución técnica adoptada para el soterramiento ya ha sido utilizada y ejecutada con anterioridad en otro tipo de actuaciones como, por ejemplo, el aparcamiento de Santo Domingo. "Resulta incomprensible el hecho de que la misma solución no se pueda ejecutar para una red supramunicipal como es el transporte ferroviario metropolitano, que presta servicio a más de dos millones de viajeros al día".