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Los Molinos, el diamante en bruto de la vivienda libre en Madrid
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Los Molinos, el diamante en bruto de la vivienda libre en Madrid

Tecleo “Los Molinos, Getafe” en Google Maps. La pantalla me ofrece la imagen de unos terrenos destinados previsiblemente al cultivo sobre los que el buscador ha

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Los Molinos, el diamante en bruto de la vivienda libre en Madrid

BBVA fue el compañero de viaje de Serprogesa en Los Molinos. En esos casi dos años, los compradores tuvieron que abonar el 20% del importe de la vivienda -reservas, entradas, mensualidades...- ya que el banco solamente ha financiado el 80% de la operación. “El cliente que quiere una vivienda es ahora mucho más maduro que en pleno auge inmobiliario. Se toma su tiempo antes de lanzarse a comprar y se asegura de que va a tener financiación. Antes no pensaba en ello. Compraba, pudiese o no pudiese permitírselo”, comentan desde Serprogesa. Solamente dos compradores no consiguieron la financiación una vez terminadas las viviendas.

Un diamante en bruto para la vivienda libre

Los Molinos apenas cuenta con un 10% de vivienda libre -1.522 viviendas-. Las promotoras y constructoras de estas parcelas sitúan el precio del metro cuadrado por debajo de su competidor directo, El Bercial, también ubicado en Getafe, donde, en pleno boom, el metro cuadrado llegó a pagarse por encima de los 3.500 euros. Ahora, los precios se mantienen incluso por encima de los 2.000 frente a los 1.600-1.800 euros que se manejan en Los Molinos. Un auténtico diamante en bruto. Con parada de metro y de cercanías, llegar al centro de Madrid apenas supone 15 minutos.

“El principal problema de El Bercial es que el plan urbanístico de la zona ha limitado el número de unidades, lo que ha incidido directamente en las superficies medias de las viviendas. Así, nos encontramos con pisos de dos dormitorios de 100 metros cuadrados, viviendas de tres de casi 140 y superficies de casi 150 metros para inmuebles de cuatro dormitorios”, explica Carlos Smerdou, consejero delegado de Foro Consultores. “Esto provoca que aunque el precio del metro cuadrado no sea muy superior al de Los Molinos, en la práctica sea mucho más caro comprar una vivienda de dos o tres dormitorios en El Bercial que en Los Molinos”.

Todavía no hay viviendas libres construidas, pero antes de que finalice el año podrían comenzar a trabajar las primeras grúas. Depende del ritmo de comercialización. Residencial Cervantes, de la promotora Luante, lleva haciéndolo desde el mes de abril.

Encontrar compradores, sin embargo, no está siendo sencillo. “El problema no es el precio de la vivienda, sino la falta de confianza en el sector inmobiliario”, explica a El Confidencial Juan Alfonso de la Calle, asesor de esta promotora. Dicha desconfianza ha frenado radicalmente los ritmos de venta y comercialización de la vivienda no terminada. 

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“No es lo mismo que el cliente vea el piso terminado que pueda pisarlo, tocarlo, que se lo imagine sobre plano. Como tampoco es lo mismo poder tener tu vivienda en un mes que tener que esperar dos años y medio”, reconoce. Sin embargo, no todo son trabas para la compra sobre plano. “Cuando se adquiere una vivienda a medio y largo plazo, el cliente que no dispone de dinero suficiente para una entrada, o para aportar el 20% que suele exigir el banco, tiene ese margen de tiempo para ir ahorrando y para ir realizando aportaciones asequibles mes a mes. Es cierto que en este tiempo la situación económica del cliente puede cambiar o hacerlo la política del banco, pero el comprador cuenta con la baza de que el precio de su vivienda es cerrado, no está sujeto a oscilaciones”, aclara.  

Luante cuenta con el respaldo financiero del Banco Popular, dueño de este solar, que ha recurrido al Grupo Tilmon para la construcción y promoción de estos terrenos, una estrategia cada vez más habitual dentro del sector financiero para dar salida a muchos de los solares que han heredado de los excesos inmobiliarios.

BBVA fue el compañero de viaje de Serprogesa en Los Molinos. En esos casi dos años, los compradores tuvieron que abonar el 20% del importe de la vivienda -reservas, entradas, mensualidades...- ya que el banco solamente ha financiado el 80% de la operación. “El cliente que quiere una vivienda es ahora mucho más maduro que en pleno auge inmobiliario. Se toma su tiempo antes de lanzarse a comprar y se asegura de que va a tener financiación. Antes no pensaba en ello. Compraba, pudiese o no pudiese permitírselo”, comentan desde Serprogesa. Solamente dos compradores no consiguieron la financiación una vez terminadas las viviendas.