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Todo lo que debes saber antes de comprar 'gadgets' de segunda mano restaurados
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aléjate de las televisiones y las impresoras

Todo lo que debes saber antes de comprar 'gadgets' de segunda mano restaurados

Ahorrar comprando productos usados es una opción interesante que, sin embargo, no se puede aconsejar en todos los casos: algunos productos pueden venir con trampa

Foto: Foto: Pexels.
Foto: Pexels.

A la hora de elegir un nuevo dispositivo electrónico, una de las opciones que goza cada vez de mayor popularidad es la de los productos reacondicionados. Se trata de esos aparatos que las tiendas o los propios fabricantes ponen a punto después de que hayan sido devueltos por no convencerles a sus anteriores compradores o tras estar en un expositor como modelo de prueba.

Así, es posible ahorrarse unos cuantos euros a la hora de comprar, por ejemplo, un móvil. En definitiva, son más económicos y, aunque no llegan recién salidos de la fábrica, han sido restaurados lo suficiente como para catalogarlos de seminuevos o dejar claro, al menos, que no se trata de móviles de segunda mano exprimidos durante años por su propietario anterior.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce en el mercado de la segunda mano. En algunos casos, la compra no llega a merecer la pena y puede llevar consigo un ahorro envenenado. Hay algunos productos que es mejor evitar para apostar por los nuevos.

Batería fija y poco ahorro

Uno de esos dispositivos es el buque insignia de Apple, disponible en su modo reacondicionado en un sinfín de plataformas en las que, por ejemplo, el iPhone 6 está disponible por poco más de 300 euros y su anterior versión cuesta algo menos de 200. Sin embargo, lo recomendable es evitar cualquier ‘smartphone’ de Apple reacondicionado por una empresa distinta a la de la manzana mordida.

El motivo no es otro que la batería, que no es posible extraer de forma fácil. Así, lo más probable es que el móvil reacondicionado haya sido actualizado y sus datos anteriores totalmente eliminados, pero poco más. El hecho de que la sustitución de la batería por una original sea compleja hace que cualquier iPhone que no sea reacondicionado por Apple pueda llegar con una pila, si no deteriorada, sí con más de un uso y varias cargas a sus espaldas.

Optar por cualquier producto reacondicionado que haya salido de la propia Apple Store, sin embargo, es un valor seguro: ya sea un iPhone, un Mac o un iPad, la firma de Cupertino ofrece descuentos de hasta 200 euros en sus productos y un año de garantía, tras probarlos y certificarlos una vez han sido reacondicionados.

En el caso de otros dispositivos, la compra de uno reacondicionado no merece la pena ni aun siendo el fabricante quien se encargue de las reparaciones oportunas. Sucede con los discos duros, que a día de hoy son ya realmente económicos: uno nuevo de un ‘tera’ de capacidad está en torno a los 50 euros. Así, el ahorro sería más bien escaso. Además, por sus características se descarta que haya sido devuelto totalmente a su estado de fábrica. Los datos grabados habrán sido eliminados y poco más.

Ni impresoras ni televisores

Algo similar sucede a la hora de afrontar la compra de una nueva impresora: a día de hoy, es posible hacerse con una nueva para uso doméstico sin tener que hacer un gran desembolso. De hecho, el mayor gasto lo representan los cartuchos de tinta y no el propio aparato. Por tanto, a la hora de la verdad, la compra de una impresora reacondicionada no conlleva un gran ahorro.

No obstante, si aun así prefieres una de ellas, conviene asegurarse de que ha sido reacondicionada por el fabricante y de que contiene un tóner o un cartucho de tinta nuevo. Al fin y al cabo, es lo realmente caro de una impresora y, de esta forma, sí estarías estrenando prácticamente el aparato. De lo contrario sería una impresora con un cartucho de segunda mano al que, quizás, no le queda mucha vida.

El caso de los televisores es distinto, aunque igualmente desaconsejable por otros motivos. Si bien en España la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios estipula que este tipo de productos deben tener un año de garantía, es fácil encontrar dispositivos reacondicionados con garantías de solo 6 meses (o incluso menos).

Si esto ya representa un problema a la hora de comprar cualquier aparato reacondicionado, en el caso de un televisor lo es más aún: medio año (o menos) es un plazo demasiado escaso para un televisor reacondicionado que, en el caso de las ‘smart TV’, puede tener problemas a la hora de actualizar el ‘firmware’ en su primer año de vida. De hecho, aun en el caso de que cumplan con la ley y la garantía ofrecida sea de un año, doce meses siguen siendo pocos para un televisor usado. Además, lo habitual es que esta escasa garantía sea ampliable previo pago de un extra, lo cual vendría a disminuir considerablemente el ahorro que traía de la mano.

¿Qué merece la pena comprar?

Otros productos no suscitan tantas dudas e inconvenientes a la hora de adquirirlos en su versión reacondicionada. Uno de ellos son las tabletas: si bien a día de hoy sus baterías son imposibles de sustituir en muchos casos, como sucede en los iPhone, el hecho de que tengan un mayor tamaño hace que el problema de un uso previo no sea tan importante como en el caso de un teléfono móvil.

Los móviles y las tabletas son dos de los productos más aconsejables, aunque con los primeros hay que asegurar que se hayan reacondicionado de fábrica

Y precisamente los ‘smartphones’ son los otros grandes favoritos en el mundo de los productos usados. Ya sea porque han sido restaurados por el fabricante (como en el caso de Apple o Samsung) o porque su batería sí es extraíble y su reacondicionamiento se ha producido de forma completa, los móviles sí pueden representar un importante ahorro como valor seguro.

Además, siempre es mejor apostar por un dispositivo reacondicionado que puedas evaluar antes de llevar a cabo la compra. Si bien algunas cuestiones, como el consumo de batería, no podrás comprobarlas hasta pasado un tiempo, la presencia de golpes y arañazos se ve a simple vista y, en caso de recibirlo en casa directamente, puede que sea demasiado tarde.

A la hora de elegir un nuevo dispositivo electrónico, una de las opciones que goza cada vez de mayor popularidad es la de los productos reacondicionados. Se trata de esos aparatos que las tiendas o los propios fabricantes ponen a punto después de que hayan sido devueltos por no convencerles a sus anteriores compradores o tras estar en un expositor como modelo de prueba.

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