El nuevo rival chino de Xiaomi y Meizu llega pisando fuerte

“Un buen producto no llega nunca tarde al mercado”. Chang Cheng puede hablar más alto, pero no más claro. El consejero delegado de ZUK, la última startup china que llega decidida a provocar un terremoto en el sector, sabe que se guarda un as en la manga.

El Z1 es el primer smartphone que ha montado una gigantesca batería de 4.100 mAh. en un cuerpo de las dimensiones del iPhone 6 plus. “Los usuarios pueden despedirse ya de sus baterías adicionales”, sentenció Chang durante la presentación de un terminal que incluye interesantes novedades.

La más llamativa es el botón U-touch, el único en el frontal del móvil, que tiene nada menos que cuatro funciones: lector de huellas dactilares, atrás con un toque, ir al menú de inicio con presión, y multitarea con deslizamiento. “Es funcional y elegante”, comentó el directivo, que acabó su presentación entre lágrimas. “Es un día en el que nos jugamos mucho”, dijo con voz entrecortada a un público que lo despidió entre vítores.

Con el Z1 la empresa se presentó en sociedad por todo lo alto el martes en Pekín. Y no reparó en gastos para deslumbrar con un multitudinario acto que muestra la fuerza de una nueva marca que llega con el impulso de una vieja. Porque, aunque el directivo afirma que la suya es una compañía independiente nacida de la necesidad de crear un terminal “que solucione todos los problemas asociados a Android”, Lenovo es su principal accionista. Y cuenta con nada menos que el 70% del capital. Es más, el cofundador Chen Yu recibió ayer a Teknautas en el edificio que ZUK ocupa en el gigantesco complejo de oficinas de Lenovo en la capital china.

'Estamos convencidos de que es imposible fabricar un móvil satisfactorio por menos de 145 euros y no queremos perjudicar la imagen de nuestra marca'

“Es cierto que los tres fundadores hemos trabajado durante años para Lenovo y que la marca nos ha apoyado porque tiene problemas con sus smartphones”, reconoció Yu en una entrevista exclusiva. “De hecho, allí nunca llegamos a crear un terminal con el que estuviésemos completamente satisfechos, y es muy difícil para un gigante como Lenovo cambiar su política de empresa y su forma de hacer las cosas. Por eso creamos una nueva marca con el espíritu de startup que han perdido otras como Xiaomi o Meizu”, explica.

No en vano el Z1, que comenzará a comercializarse en China el próximo día 18 y que contará con una versión internacional hacia noviembre (y que se comercializará a través de los canales de Lenovo), tendrá que verse las caras con las primeras espadas de esas marcas que menciona Yu. “En poco más de un día hemos conseguido casi 500.000 reservas online, lo cual nos lleva a ser optimistas”, cuenta el empresario.

No es de extrañar, ya que el suyo es un producto muy competitivo: cuesta 1.799 yuanes (260 euros) y viene equipado con un chip Qualcomm Snapdragon 801 a 2,5 Ghz, “el más estable del mercado”, 3GB de memoria RAM, y un almacenamiento de 64GB. La versión china cuenta con su propia capa Android, ZUI, pero la internacional funcionará con Cyanogen, “un sistema operativo que ha sido elegido por su buena aceptación en el extranjero”.

A por Meizu y Xiaomi

Con una pantalla FHD de 5,5 pulgadas, que los directivos consideran el máximo para un móvil, dos cámaras potentes de 13 y de 8 megapíxeles respectivamente, cable USB-C 3.0, y capacidad dual sim, el Z1 va a ser un duro contendiente para el MX5 de Meizu, e incluso para el MiNote Pro de Xiaomi. ¿Pero realmente hay hueco en el saturadísimo mercado chino para un nuevo contendiente, sobre todo ahora que, por primera vez, las ventas caen? “Aunque es verdad que en el primer trimestre del año el mercado se contrajo un 4%, nuestra clientela no es la global sino la de nicho. Y en nuestro segmento de móviles de calidad y precio ajustado todavía hay crecimiento”, matiza Yu.

El Z1 es el primer ‘smartphone’ que ha montado una gigantesca batería de 4.100 mAh. en un cuerpo de las dimensiones del iPhone 6 plus

El directivo también explica la hoja de ruta de la empresa, que nació hace sólo unos meses con el objetivo de convertirse en referencia de la innovación tecnológica china en una década. Para entonces, Yu anuncia que los smartphones serán sólo parte de su negocio, porque ZUK quiere lanzar nuevos aparatos inteligentes que todavía no existen y que marcarán el futuro de la industria.

Hasta que llegue ese momento, la empresa lanzará “dos o tres series de móviles”. Lo que no hará nunca es atacar el segmento más bajo. “Estamos convencidos de que es imposible fabricar un móvil satisfactorio por menos de mil yuanes (145 euros), y no queremos perjudicar la imagen de nuestra marca como hacen Xiaomi o Meizu con sus líneas Red Rice y Meilan, que cuestan incluso menos de 700 yuanes (100 euros)”.

Yu considera que la guerra de precios en la que se han enzarzado las empresas chinas no es beneficiosa, y afirma que, “por mucho que otros digan lo contrario, el hardware es todavía lo que más dinero deja”. Los ingresos por software son todavía algo aspiracional más que una realidad, pero ZUK no les va a dar la espalda y ya anuncia su propia plataforma de descarga de aplicaciones y de juegos. Mientras tanto, Lenovo cuida la retaguardia a la espera de ver el resultado del Z1. Si funciona, probablemente la marca que dio la campanada en 2005 al comprar la división de ordenadores de IBM reducirá considerablemente su catálogo de móviles, “en el que hay demasiados modelos baratos”. Hay que concentrar las fuerzas en pocos productos, pero buenos.