¿Por qué un fotógrafo de boda si pueden hacerlo los invitados?

Organizar una boda es complejo, estresante, pero sobre todo muy costoso. Entre todo el detalle de elementos que hay que contratar, uno, el del fotógrafo, se lleva una buena parte del desembolso y la elección del mismo no resulta fácil. Por otro lado, un fotógrafo profesional brilla en las instantáneas de los novios y los momentos estelares del enlace, pero se pierde los momentos más espontáneos, aquellos en los que nadie está preparado y que un objetivo indiscreto siempre capta. 

Así, en la era de los smartphones, una startup radicada en Raleigh, decidió crear una aplicación que convirtiera en fotógrafos a todos los asistentes. Eso fue en agosto del año pasado, y WedPics se ha consolidado como exitoso producto, consiguiendo una inyección de capital de 1,1 millones de dólares y volviendo a copar las portadas.

"There’s an app for that", la manida frase vuelve a cobrar protagonismo con esta aplicación que, en realidad, es mucho más que eso. En las bodas actuales el grueso de los invitados va con su móvil en el bolsillo y dispara un número incontable de fotografías que quedan dispersas en sus ordenadores, o peor aún, se suben a las redes sociales sin permiso de los novios. 

Aunque parezca baladí, el asunto de la privacidad preocupa y mucho a los contrayentes, y así, el 40% de las novias expresó que la falta de control sobre las fotografías del enlace era uno de los quebraderos de cabeza, según un estudio llevado a cabo por WeddingChannel.com. Con este nuevo servicio las fotos estarían en un mismo servidor y a buen recaudo.

Pero la privacidad es sólo la punta del iceberg de una sensacional idea con la que todos ganan... menos los fotógrafos. Todo comienza cuando los novios se dan de alta de forma totalmente gratuita en el servicio. A partir de ese punto cuentan con un área privada desde la que gestionan todo. 

El siguiente paso es invitar a los asistentes a convertirse en fotógrafos amateur del convite: se envía a los mismos un enlace único mediante correo electrónico o Facebook, y los receptores podrán descargarse la aplicación para Android o iPhone de forma que las fotos se suban automáticamente a los servidores de WedPics. Si no disponen de móvil también podrán subir las fotos tomadas desde las cámaras digitales.

Es todo un juego. Una vez concluida la boda, tanto los novios como los asistentes podrán disfrutar de las instantáneas del enlace, comentarlas, votarlas e interactuar entre ellos. Quién sabe, igual surge un nuevo noviazgo en esta red social tan específica. 

El original proyecto arrancó en la casa de su fundador, Justin Miller, y han sido ya 36.000 parejas las que han disfrutado del mismo, lo que no ha pasado desapercibido para los inversores, que han tirado sin dudarlo de chequera antes las brillantes perspectivas de esta startup. Este boyante negocio todavía no genera ingresos y sus fundadores siguen rascándose la cabeza para ver cómo rentabilizarlo, pero a buen seguro que no le faltarán novias...