"A mis amigos en HTC: salid de ahí ahora. Seréis más felices, os lo juro"

Bajan las aguas revueltas en HTC. Al fracaso comercial de sus buques insignia, One y One X, más el trastazo del First, se suman ahora los torpedos de Eric Lin, ex jefe de estrategia de la compañía, que el lunes firmaba un tuit explosivo: "A todos mis amigos en HTC: simplemente idos ahora. Es una decisión muy dura de tomar, pero seréis más felices. Os lo juro". Lin abandonó la compañía hace unos meses y su salida sirvió de pistoletazo para que hasta una decena de cargos relevantes abandonasen la nave. El último ha sido Kouji Kodera, ex responsable de la estrategia global de HTC, cuya espantada ha dejado en evidencia el esperpento que estos días se vive en los departamentos estratégicos de la taiwanesa.

"Cualquiera que haya oído hablar de ellos en Seattle [donde se encuentra la sede norteamericana de la firma] no quiere ir a trabajar allí. Es como T-Mobile hace un par de años", explica una fuente anónima a The Verge. Así, tanto Lin como la ex directora de marketing retail Rebecca Rowland han pasado a engrosar las filas de Microsoft, mientras que John Starkweather ha optado por enrolarse en la operadora AT&T. Más preocupante es el caso de Jason Gordon, ex vicepresidente de comunicaciones a nivel global, quien ha preferido el paro a seguir ejerciendo el cargo en HTC.

Pero, ¿qué está sucediendo en HTC? Un vistazo a la evolución de sus acciones en los últimos 24 meses muestra la cruda realidad de una compañía que fue pionera en la adopción de Android. Hoy el dueño del sistema operativo de Google es Samsung, que en 2012 firmó uno de cada cuatro smartphones que se vendieron a nivel mundial. HTC es décima por volumen de ventas con un raquítico 1,8% del mercado, superada por rivales en franca decadencia como Motorola, Nokia o Blackberry. Porque lo del fabricante taiwanés no es un bache, es una caída libre que se extiende más de un lustro.