Si quieres acelerar tu ordenador, dale una oportunidad al SSD

Actualmente, son muchos los usuarios que desean incrementar la velocidad de su ordenador, ya sea porque funciona lento o porque no soporta determinados programas abiertos. Existen distintas utilidades para lograr que vaya más holgado a la hora de enfrentarse a mucha carga de trabajo, tanto para PC como para Mac. Por ejemplo, desfragmentar el disco duro, personalizar el rendimiento de la máquina, ejecutar disco o borrar las cachés. Otra de las opciones es incorporar un disco duro sólido (SSD).

Algunos equipos que se venden actualmente ya vienen con SSD, pero todavía son muchos los usuarios que no lo tienen en sus equipos, pese a habérselos comprado hace relativamente poco tiempo. Según han asegurado desde la tienda UniversoMac, "algunos clientes están empeñados en aumentar RAM, pero si se quiere ganar velocidad de encendido y de apagado o abrir programas pesados con agilidad lo mejor es incorporar un SSD. La diferencia es abismal".

El SSD se puede añadir a la máquina sustituyendo el disco duro original o ubicándolo en la unidad óptica.

"El inconveniente en el primer caso es que la mayoría de SSD que hay en el mercado vienen con una capacidad inferior a la que tienen la mayoría de máquinas de serie", han explicado a Teknautas desde UniversoMac. "Lo más fiable es instalar uno de 256 GB, con lo que el usuario termina sacrificando almacenamiento por velocidad si cambia un disco duro por otro", han añadido.

Sin embargo, se puede instalar el SSD como disco duro principal y éste hacerlo secundario eliminando la unidad óptica. Es decir, donde está el disco duro original habrá que colocar el SSD, y después situar el otro en la unidad óptica. "La cuestión es que el sistema operativo vaya instalado en el SSD y el resto de datos en el otro disco", han explicado desde la tienda.

"Los ordenadores híbridos que se venden actualmente, los cuales tienen un disco duro interno de toda la vida y otro SSD, pasan automáticamente todas las aplicaciones que se utilicen de forma asidua a este último. En el fondo, la diferencia con quitar la unidad óptica es que en este caso la máquina se da cuenta de lo que se mueve y lo asigna al disco duro más o menos rápido para ejecutarlo", han añadido.

Esta alternativa no significa que tengamos que prescindir de la unidad óptica. Aunque gran parte de los equipos que se están vendiendo en la actualidad salen sin este componente, en este caso el usuario puede salvarlo extrayéndolo del equipo e incorporándolo en una caja externa.

Tan solo es necesario conectar la caja al ordenador por un cable USB. El equipo reconoce la unidad como si fuera interna y se maneja desde el propio ordenador de forma parecida a un disco duro externo.

De momento, los SSD siguen cosechando buenas críticas a la vez que mantienen el descenso de sus precios. Durante el último CES, el director de marketing de producto de SSD de Sandisk, Clifford Sun, confirmó que durante el pasado año las caídas fueron significativas pero que para este 2013 se moderará su descenso y la bajada será menos dramática. Sin embargo, marcas como por ejemplo Crucial o Kingston siguen tirando los precios de sus dispositivos.

Hay dos formas de instalar un SSD: en cualquier tienda oficial, donde generalmente lo venden al mismo tiempo que lo instalan; o comprándolo directamente por internet (que suele salir más barato) y hacerlo por tu cuenta o en otra tienda donde solo te cobren la mano de obra, cuyo precio oscila entre los 30 y 40 euros. En tiendas como UniversoMac también instalan los SSD que traigan los clientes, aunque tienen en stock.