Mukesh Ambani, el multimillonario que soñó con llevar la tecnología 4G a India

Vive en un edificio de lujo de 27 pisos de altura. Su casa cuenta con gimnasio privado, helipuerto, un jardín en el tejado, un cine para 50 personas y piscina. Mukesh Ambani no sólo es el hombre más rico de India, sino que además es el cuarto hombre más rico del mundo. Pero no es un rico 'al uso'. En 2010, el magnate decidió hacer algo productivo con su dinero y mandó una nota informativa a sus ejecutivos, explicándoles sus planes de construir una de las redes de telecomunicaciones del mundo más avanzadas... en India. 

Hoy se puede decir que el proyecto ya está en marcha. Se estima que la inversión ha costado unos 10.000 millones de dólares y ha conllevado la construcción de miles de repetidores por todo el país. El objetivo de Ambani: poner Internet al alcance de la mano de cada ciudadano indio mediante el servicio 4G, para hacerlo absolutamente todo, desde "acceder a la tienda de aplicaciones hasta comprar unas entradas de cine". 

Según anuncia el medio estadounidense The Wall Street Journal, Reliance Industries, empresa que preside Ambani, ha comenzado a enterrar cables de fibra óptica por distintas ciudades como Nueva Dehli o Bombay. Según el rotativo, Samsung Electronics se ha convertido en la favorita de las encuestas para proporcionar la tecnología 4G a la compañía del multimillonario, aunque han aparecido ofertas de última hora. 

¿Una misión imposible?

Los escollos a los que se enfrenta Ambani: llevar la conexión a las zonas rurales menos pobladas y enfrentarse a una sociedad que "no está preparada para la tecnología LTE", según ha declarado un analista de HSBC. No le falta razón, solo el 9% de los 1,2 millones de habitantes de India tienen acceso a Internet, porque el cobre y la fibra óptica no llegan a las pequeñas ciudades de difícil acceso. Además, muy pocos contarán con 'smartphones' preparados para soportar el 4G. Pero es un primer paso. 

La tecnología 4G ya es una realidad en países como Suecia y Noruega. Está basada en un sistema de redes de cables e inalámbricas y es cinco veces más rápida que los servicios 3G. En concreto, proporciona una velocidad de descarga de alrededor de 100 Megabits por segundo, cuando un usuario está en movimiento, y puede ir hasta 1 Gigabits por segundo en un lugar fijo.