El Año del Dragón: un baby boom con efectos económicos

China, el país más poblado del mundo, se prepara para un nuevo baby boom. La razón está en la importancia que tiene el dragón para el pueblo chino. Según el calendario lunar este animal bendice a los nacidos bajo su signo con sabiduría, valentía y un futuro prometedor. Famosos “dragones” son Beethoven, Bill Gates, Paul McCartney o el “dragón de las artes marciales” Bruce Lee, personas con mucha energía, coraje, entusiastas e innovadores.

Esta superstición es la que ha provocado que miles de chinos hayan decidido tener hijos este año. Según los expertos esto podría suponer hasta un 5% de incremento en la natalidad china y un 10% en la de Hong Kong, unos porcentajes que tienen consecuencias inmediatas. El despunte del nacimiento de los “bebés del Dragón” ha disparado el precio de los alimentos y otros servicios para recién nacidos y embarazadas. En comparación con el mismo periodo del año anterior productos como la leche en polvo están entre un 5 y un 10 por ciento más caros.

La alta tasa de natalidad también es la causa del aumento de los servicios especializados en el cuidado para bebés y embarazadas. El coste de las cuidadoras de bebés y parturientas asciende a 8.000 yuanes (casi 1.000 euros) en las ciudades como Pekín o Shanghái y las zonas de costa, y a 4.500 yuanes (cerca de 600 euros) en el interior del país. Unos precios que han convertido este tipo de servicio en una industria para la clase alta, teniendo en cuenta que en 2011 el sueldo medio en Pekín era de 1.160 yuanes, es decir, aproximadamente 140 euros.

Presión en los hospitales

Los hospitales, que ya están atendiendo los primeros partos del año, se preparan para el ‘exceso’ de alumbramientos. El Hospital Número Diez del Pueblo, en Shanghái -donde pronostican que 180.000 mujeres darán a luz-, informó de más de 40 nacimientos durante los primeros cinco días del año nuevo lunar, lo que provocó que se tuvieran que preparar camas extras para acomodar a las pacientes.

En Pekín, el fenómeno va un paso más allá, el Hospital de la Maternidad de la ciudad ha limitado a 1.000 el número de madres gestantes por mes con el objetivo de asegurar suficiente espacio en las salas de parto. Este aumento de la natalidad ya tuvo consecuencias en el anterior Año del Dragón, en 2000, cuando la oleada de nacimientos provocó años después dificultades para ingresar en las escuelas infantiles  de ciertas regiones.

El último baby boom: los Juegos Olímpicos

El 2008, año en el que China organizó los Juegos Olímpicos, también fue un año predilecto por los chinos para tener hijos no sólo por la euforia deportiva, sino debido a que la cultura china considera el número ocho como de buena fortuna. 

A tal punto llegó el entusiasmo que muchas parejas buscaron ser padres en el octavo mes (agosto) y el octavo día, que además fue el inicio de los Juegos de Pekín 2008.