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Así emboscan los talibanes a los soldados españoles en Afganistán
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LOS PARACAIDISTAS MATARON AYER A SIETE INSURGENTES EN UN COMBATE DE CINCO HORAS

Así emboscan los talibanes a los soldados españoles en Afganistán

La emboscada en la que el lunes resultó herido de bala en Afganistán el paracaidista Javier Párraga fue una más de las que suceden a diario

Foto: Así emboscan los talibanes a los soldados españoles en Afganistán
Así emboscan los talibanes a los soldados españoles en Afganistán

La emboscada en la que el lunes resultó herido de bala en Afganistán el paracaidista Javier Párraga fue una más de las que suceden a diario en las posiciones avanzadas de las tropas españolas en la provincia de Badghis. La única diferencia con otros combates fue el número de bajas de los atacantes talibanes. "Al menos siete (insurgentes) muertos", según fuentes de Defensa. Casi todos los días hay tiroteos con un procedimiento similar. Un grupo de insurgentes se acerca a los puestos o a las columnas de blindados de paso o patrulla, disparan con sus fusiles de asalto kalashnikov y lanzagradas RPG y en cuanto les responden con fuego huyen. Pero este lunes se quedaron para entablar combate y estaban a campo abierto.

Los talibanes, unos diez según los cálculos del mando español, plantearon su escaramuza contra la patrulla de paracaidistas españoles de la Bandera Ortiz de Zárate y de soldados del Ejército regular afgano a 4 kilómetros de la localidad de Moqur. En esta ocasión, después de las primeras ráfagas, no salieron corriendo como es habitual. Dieron tiempo a la sección de la Bripac a rodearlos y pedir apoyo aéreo. Entonces se estableció un intercambio de disparos de fusilería, ametralladoras y granadas que duró cuatro horas y media.

Con los refuerzos solicitados a la posición avanzada, las fuerzas de ISAF llegaron a sumar sobre el terreno dos secciones de legionarios paracaidistas y una de afganos, esto es, unos 80 combatientes. También intervinieron cazas F-16 estadounidenses. Los insurgentes, copados en sus posiciones, aguantaron hasta el final. Los españoles recogieron sobre el terreno "al menos" siete cadáveres identificables y cuatro de ellos parecían abatidos por los paracaidistas. No se podía detallar más, según las citadas fuentes de Defensa.

Trampas explosivas contra los blindados

Desde la ofensiva talibán y la posterior respuesta de las tropas de la OTAN para recuperar la iniciativa en 2010, las fuerzas españolas no habían mantenido un combate tan largo con los talibanes, que prefieren concentrarse en tender trampas explosivas en las rutas por donde transitan las columnas de blindados y vehículos de abastecimiento entre las principales pistas de la provincia.

Pese a la audacia o temeridad demostrada por la insurgencia, en medios militares descartan que se pueda hablar de ofensiva ante la próxima retirada de las fuerzas de la OTAN y aseguran que las tropas españolas, en apoyo de las fuerzas afganas, progresan a buen ritmo acelerado en el control de la provincia.

El paracaidista Javier Párraga, único herido en el ataque, llega este miércoles a España para ser intervenido de la herida recibida en un costado. Su situación es estable, está fuera de peligro, pero viene con el proyectil de 7,62 milímetros que le dispararon los talibanes alojado en su cuerpo, cerca de la cadera. En el hospital Gómez Ulla de Madrid se lo tendrán que extraer.

La emboscada en la que el lunes resultó herido de bala en Afganistán el paracaidista Javier Párraga fue una más de las que suceden a diario en las posiciones avanzadas de las tropas españolas en la provincia de Badghis. La única diferencia con otros combates fue el número de bajas de los atacantes talibanes. "Al menos siete (insurgentes) muertos", según fuentes de Defensa. Casi todos los días hay tiroteos con un procedimiento similar. Un grupo de insurgentes se acerca a los puestos o a las columnas de blindados de paso o patrulla, disparan con sus fusiles de asalto kalashnikov y lanzagradas RPG y en cuanto les responden con fuego huyen. Pero este lunes se quedaron para entablar combate y estaban a campo abierto.