Cayman, el deportivo ideal

Ya está disponible en el mercado español el nuevo Porsche Cayman, un vehículo que representa el concepto del deportivo casi perfecto, con un esquema de motor central, con un motor que parte de los 275 caballos, y con un comportamiento que se sitúa como la referencia en este mundillo de los deportivos de verdad. Pero al mismo tiempo es un deportivo asequible, por definirlo de alguna forma. Y es que su precio parte de los 57.000 euros, una cifra que creo razonable si tenemos en cuenta que es un Porsche.  

Es un Porsche de verdad, un deportivo con la máxima tecnología y, además, con un esquema de vehículo bastante más razonable que el de su hermano mayor, el 911. Y es que su motor central permite un reparto de peso entre ambos ejes de casi un 50%, lo que hace que sea muy equilibrado. Y eso permite que su comportamiento sea excepcional y que este funcionamiento en carretera se pueda apreciar casi desde el momento de subirse en el coche.

La primera toma de contacto con el nuevo modelo de Porsche pudimos hacerla por la zona de la sierra norte de Madrid, en la provincia de Guadalajara, y en una zona con carreteras que se adaptan a la perfección al coche alemán, con buen asfalto y muchas curvas.

Pero comencemos por el principio. El nuevo Cayman supone una puesta al día de un modelo que representa el primer escalón en la gama deportiva de Porsche. Y es que Cayman, la versión cerrada, y Boxster, el descapotable, son el Porsche de acceso.

Los ingenieros de Porsche han realizado una profunda evolución de este modelo deportivo y la prueba es que el modelo es más grande, ofrece una mayor distancia entre ejes y también sus vías son más anchas, lo que mejora aún más su rendimiento dinámico.

El nuevo Cayman es hasta 30 kilos más ligero, dependiendo de la versión específica y de su equipamiento, y consume hasta un 15% menos de combustible cada 100 kilómetros que el modelo precedente. Y todo ello pese a tener un motor más potente y un rendimiento dinámico muy superior.

La nueva generación del biplaza deportivo con motor central se lanza en dos versiones, Cayman y Cayman S. El básico está propulsado por un motor bóxer de seis cilindros y 2.7 litros que desarrolla 275 caballos. Dependiendo de su equipamiento, puede acelerar de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 266 km/h, mientras que su consumo homologado parte de los 7,7 litros.

Por su parte la variante más potente, el Cayman S, incorpora un motor de 3,4 litros  que proporciona 325 CV. Sus prestaciones son realmente brillantes, con 4,7 segundos para el 0 a 100 km/h y una velocidad máxima de 283 km/h. Y su consumo parte de los 8,0 litros de cifra homologada.

Una distancia entre ejes ampliada, unos voladizos más cortos y llantas de 18 y 19 pulgadas de diámetro, con mayor superficie de rodadura, son algunas de las características que identifican visualmente a este nuevo modelo.

Pero sobre todo, si hablamos de su estética, lo más llamativo es que este nuevo Cayman tiene un estilo más contundente, con menos líneas redondeadas, pero con unos perfiles más marcados que le proporcionan una gran personalidad y un estilo más dinámico. Y a ello también contribuye su mayor distancia entre ejes y sus voladizos más cortos.   

La nueva generación del Cayman está disponible en el mercado desde mediados del pasado mes marzo y en cuanto a su precio, el recomendado para el mercado español será de 57.461 euros, 1.485 euros menos que su antecesor, en el caso del Cayman de acceso con el motor de 275 caballos

En cuanto al Cayman S con el motor de 325 caballos, parte de 74.388 euros en el caso del manual de seis marchas y, debido al actual sistema impositivo español, el Cayman S equipado además con la transmisión de doble embrague PDK, tiene un precio final de 74.753 euros, sólo 365 euros más que el manual.

Esta primera toma de contacto la realizamos en carreteras de la zona norte de Madrid, en la provincia de Guadalajara, unas carreteras que se ajustan a la perfección a este nuevo modelo de Porsche. Carreteras con buen firme y con muchas curvas, pero sobre todo sin tráfico. En estas circunstancias el nuevo Cayman es un vehículo genial. Permite conducir deprisa, en unos términos muy razonables, pero siempre disfrutando al volante.

Sobre todo porque su conductor puede apreciar en todo momento un comportamiento noble y muy equilibrado en el que si no se hacen excesos su funcionamiento es óptimo. El conductor  nunca  pierde el control del vehículo, incluso si se rueda muy deprisa en este tipo de trazo. Nobleza y equilibrio son sus claves.

No son muy intuitivas de utilizar y a veces se cometen errores en la selección de la marcha, lo que puede traer algún problema, aunque supongo que si se conduce todo el día un Cayman no habrá esos fallos de falta de experiencia.

Por contra, las que resultan ideales son las levas que ofrece la opción deportiva, con el volante de tres radios sin sistema multifunción. En este caso las levas son grandes, una a cada lado del volante y una para subir y otra bajar. Estas son perfectas y permiten conducir de verdad, buscando los límites y solo con las levas. Perfectas, de verdad, y sin peligro de errores.

Por supuesto, el coche también funciona en modo automático, sin usar las levas, sin ningún problema. Su motor, incluso en la versión de acceso, ofrece tanta potencia y par motor que va más que sobrado para cualquier maniobra que queramos hacer. Pero sobre todo, es que circulando en el modo automático, y sin tocar las levas, la más mínima insinuación sobre el pedal del acelerador hará que nos quite una o dos, o incluso tres marchas de forma inmediata para realizar, por ejemplo, un adelantamiento un poco más apurado.